¡Eres mía!(Ayato Sakamaki y tú)

Capítulo 7: El baile y Ayato Parte 1(capítulo especial)

El cielo había adquirido tonos naranjas y rosados anunciando la despedida del sol.

Me encontraba en la biblioteca de la mansión leyendo una bella historia de amor, que había encontrado de pura casualidad mientras miraba los títulos.

Miré por la ventana. Era hora de prepararme para el gran baile.

Esa noche acompañaría a Ayato a un baile, en la mansión de la familia Brellet. Él representaría a todos los Sakamaki en la ausencia de Reiji.

Como desconfiaba de mí, decidió llevarme con él.

Me encontraba un poco nerviosa. Nunca había asistido a un baile.

Sin embargo, no era el momento para ponerme a pensar en eso.

Dejé el libro sobre una mesita de centro asegurándome de la página en que lo había dejado.

Salí de la biblioteca y subí las escaleras directo a mi habitación.

Cuando entré me llevé una gran sorpresa.

Sobre mi cama, había una caja de cartón rosada bastante decorada. En ella había una pequeña nota que decía:

"PARA: _______

ÚSALO, LO COMPRÉ PARA ESTA NOCHE

-ATENTAMENTE: AYATO"

Abrí la caja y dentro encontré un hermoso vestido rojo. Llegaba hasta el piso  adornado con algunos toques plateados. Era simplemente hermoso.

Saqué con cuidado el vestido y me lo puse.

Até mi cabello  y dejé algunos cabellos sueltos, para darle un toque lindo.

Salí de mi cuarto ya lista para el gran baile.

Bajé las escaleras principales y llegué a la entrada.

Me quedé pensando un segundo, ¿Cómo debía comportarme en la fiesta? ¿Qué debía decirle a Ayato? Ni siquiera sabía bailar.

Ayato: Estás lista

Ayato apareció como de costumbre detrás de mí. Me dí la vuelta y lo miré. Llevaba un traje negro y una corbata roja que hacía juego con su cabello.

______: Sí, eh terminado.

Ayato: Te vez...muy bien- Dijo apartando la mirada-

______: Gracias...

Ayato: Pues no hay que demorar, vamos, sal.

La limusina nos esperaba afuera. Subimos en ella y nos llevó por todo el bosque, hasta que salimos a la ciudad. Ayato se sentó junto a mí.

Ayato: Oye...- Me miró seriamente.- Toma.- Me lanzó una pequeña caja.- Póntelo y no te lo quites hasta que volvamos.

______: Bien...- Atrapé la pequeña caja y la miré un segundo.- ¿Qué es....? 

Al abrirla me encontré una anillo dorado. Lo saqué cuidadosamente y lo observé unos segundos, pero Ayato me lo arrebató.

Ayato: Estúpida humana, ¿Qué tanto puede costar ponerte un anillo?- Tomó mi mano izquierda cuidadosamente y me colocó el anillo en el dedo anular.- listo.

Me sonrojé enseguida.

______: Ayato... ¿por qué debo usarlo?

Ayato: Sólo obedéceme.

______: Bien....- Miré con un suspiro la ventana. Las luces de la ciudad nocturna eran hermosas. Sentí un poco de nostalgia. Mis ojos se empañaron un poco. En tan poco tiempo, había dejado mi vida completamente atrás.

Ayato: Cuando estés con Ore-sama, no tienes permitido sentirte triste.- Ayato se había dado cuenta.- ¿entendiste?-

______: ¿Ore-sama? -Reí.

Tomó mi mano derecha y mordió mi muñeca molesto.

______: ¿Qué haces? es doloroso.

Ayato: Una marca, así, cada vez que la veas recordaras que cuando estés conmigo solo debes sonreír.

Ayato ocultaba sus buenas acciones con dolor.

Al cabo de un rato, la limusina se detuvo frente a una casa bastante grande e iluminada.

Ayato: Llegamos.

Salimos de allí y fuimos directo a la puerta.

Una señora de cabello rubio nos esperaba sonrientes en la entrada principal.

Señora: ¡Ayato Sakamaki! qué honor nos haces al presentarte.- Lo miró sonriente.

Ayato: No, no, el honor es que haya invitado a los Sakamaki al gran baile.

Jamás había escuchado hablar a Ayato así.

Señora: ¿Y tú eres?- Me miró  esperando un respuesta. 

Me tomó desprevenida, no había pensado en que decir, después de todo, no era familia de los Sakamaki.

Ayato: e
Ella es mi esposa ______.- Tomó mi mano izquierda y le mostró el anillo a la señora que nos miraba completamente asombrada.

¿Su esposa?, el piso se movió bajo mis pies.... ¿Él había dicho esposa?

Señora: Pero si es encantadora...-Dijo un poco resentida.

Me limité a sonreír.

Señora: ¡Adelante!, pasen.

Ayato me ofreció su brazo para que lo tomara.

Entramos y caminamos por la sala hasta un extremo.

Habían vestidos y trajes por todos lados. La música del violín y piano invadía todo el lugar.

Ayato se paró y me miró.

______: ¿Tu esposa?- pregunté un poco sorprendida.

Ayato: No te hagas ilusiones humana, si no lo hubiera dicho, no hubieras entrado.

______: Ya veo...eso es todo...

Ayato: ¡Odio las fiestas!

______: Entonces por qué hemos venido

Ayato: Para preservar la imágen de los Sakamaki.- Se acercó a mí y me susurro.- Ahora, cierra esa boca tan ruidosa y bailemos, sino, Ore-sama tendrá que castigarte.

Lo miré un poco insegura.

______: Ayato yo....no se bailar.

Ayato: ¿Qué?

______: Jamás había asistido a un baile así que....nunca pensé que sería necesario aprender a bailar.

Ayato: ¿Me estás jodiendo?
- Suspiró.- Ya que, sígueme.

Tomó mi brazo y me jaló hasta la pista de baile.

______: No estoy segura....

Ayato: Sólo déjate llevar...

Ayato puso una mano sobre mi cintura y con la otra tomó mi mano. Comenzamos a bailar.

Ayato: ¿Sabías que soy el mejor bailarín de los Sakamaki?