Aroma.

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Caminaban tranquilamente conversando de vez en cuando, mientras buscaban la dichosa pastelería que le había nombrado Yoongi a la que quería ir.

Resultaba que el alfa, quería disculparse con sus padres, comprando una tarta.

Encontró demasiado tierno aquel gesto de su parte, por lo que no pudo negarse cuando le rogó un par de veces que fuera con él.
La parte buena de aquello es que comenzaba a conocer al verdadero Yoongi. No a aquel alfa rabioso que peleaba con los profesores y todo mundo, no aquel capitán tan energético, no al chico que se dormía en cualquier lugar ( sí, le había visto dormido en distinto lugares varias veces), sino que comenzaba a conocer al verdadero Yoongi. El que reía mostrando sus pequeños dientes y rosadas encías, achicando sus ojos.
Le parecía extraño que el pelinegro se encontrará tan a gusto a su lado a pesar de lo poco que sabían uno del otro. Sabiéndolo solo debido a que su esencia había cambiado levemente a su alrededor y aquel aroma a gomitas era mucho más dulce, como diciéndole lo feliz que estaba.

En el trayecto por el centro, Yoongi le terminó contando el por qué real de estar castigado. Qué por cierto, estaba castigado y aún así andaba por ahí buscando una tarta para poder disculparse con los padres del rubio. Jimin le repitió varias veces que no era necesario, que mejor regresara a su casa antes que lo regañaran más. Pero el alfa simplemente no se fue y ahi se encontraban buscando la pastelería.

Bueno, el motivo por el cual les habían castigado, era porque Jungkook estaba en celo.

Si, el pequeño hermano de Yoongi estaba todo hormonal aquel día sábado y quería simplemente salir de casa por lo desesperante de estar en aquella situación. Con su madre tuvieron que quitarle todo medio de contacto con el mundo, porque este solo quería ir y aparearse como loco. El alfa le pidió a Jimin que por favor no le contara a Taehyung sobre esto, porque seguramente iba y se entregaba enseguida a Jungkook.
El omega río cuando el alfa le dijo que aún no quería ser tío, así que le contaba todo esto por el hecho de sentirse culpable al no poder haber ido a su casa y que debían mantenerlo en secreto. Pero no terminaba ahí. El mayor estaba castigado por haber dejado inconsciente a su hermano.
Sí, para calmarlo tuvo que recurrir a medidas drásticas. Jimin se sorprendió al imaginarse a Yoongi peleando con el alto de su hermano. Jungkook era bastante más alto que el otro, y ambos eran alfas con personalidades muy fuertes. No quería ni imaginarse el caos que hubo en la casa del pelinegro, intentando calmar a su hermano con problemas hormonales.

Jimin por un segundo agradeció ser omega, al menos cuando él andaba en esos días no se sentía tan desesperado, por qué usaba supresores. Pero una sola vez, recordaba hace algún par de años, cuando a penas había presentado como omega, fue terrible.
Sentía que le quemaba el cuerpo y deseaba arrancarse la piel por lo desesperante.
Así que podía entender a la perfección como posiblemente Jungkook se encontraba. Lo bueno de los alfas es que a ellos le duraba un par de días, a lo más tres a pesar de lo intenso que era. En cambio un omega cuando estaba en la etapa de concebir, podía durar al menos una semana completa en aquel estado esperando por aparearse con una alfa que diera una buena descendencia.

Se preguntó entonces, si Yoongi había estado alguna vez con alguien. Aunque claro, se podía estar con alguien para bajar un poco las hormonas sin siquiera marcarle. Y sin necesidad de formar aquella unión tan especial.

Y por unos momentos le molestó pensar en Yoongi marcando a otro omega.

¿Por qué se sentía...molesto? 

— ¿Jimin? – le preguntó el pelinegro. Notando al rubio ido, deteniéndose por completo.

Había dejado de escuchar hablar al alfa hace varios minutos atrás, perdido en sus pensamientos.

Not bad at all ~ YM Donde viven las historias. Descúbrelo ahora