n u e v e

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Brooke.

Le tapo la boca a Dylan de inmediato, evitando que pegue algún grito, me agobie a preguntas o llame a mis padres. Mierda. Mis padres. ¿Habrán oído el grito? Dios, seguro que sí. Joder, joder y mil veces joder. Al instante mi padre me grita.

–¿Brooke? ¿Qué ha sido ese grito?

Veo que los ojos de Chris rebosan preocupación cuando lo escucha, a la vez que Dylan me intenta apartar la mano de su boca para hablar. Hago fuerza cuando pongo la otra mano en la misma posición que la anterior y respondo, evitando que lo haga él.

–¡Es de una película de acción papá, tranquilo! –le grito. Miro a Dylan y hablo en susurro.– Dylan, no se lo digas, por favor –le suplico, quitándole las manos de la boca. Mira a Chris atentamente y habla.

–Ayer lo dejé pasar... pero ahora me vas a explicar quién es este tío y qué hace aquí,Brooke –dice, volviendo la mirada hacía mí.

–Brooke no tienes que darle explicaciones de nada –salta Chris.

–No, si que se las tengo que dar. Porque si no lo hago se lo va a contar y se va a ir todo a la mierda, vas a tener que irte y no estoy dispuesta a dejar que eso pase. –Christoffer suspira y asiente.

–Está bien niño rico, pregunta lo que quieras. –Dylan rueda los ojos y comienza a hablar.

–¿Quién eres? –le pregunta, directamente a él.



Chris.

–Soy Christoffer Schistad. Bueno, Chris –digo, mirándolo fijamente.– El novio de Brooke.

–¿Me estás vacilando? –ríe irónicamente.

–¿No? –Brooke nos mira fijamente.

–Pues parece que sí, porque el novio de Brooke soy yo –suspiro sonoramente.

–Está claro que no te enteras de la película nene –río.

–A ver, Dylan, es que... es complicado –habla Brooke.

–¿Estás jugando a dos bandas? ¿Es eso? –la mira.

–No, no es eso, es que... –la corto.

–Es que ni siquiera está saliendo contigo, nene –digo, tajante.

–¿Te has golpeado en la cabeza o qué? Claro que estamos saliendo, hasta sus padres lo saben, ¿verdad, Brooke? –ella lo mira y niega.

–Sus padres –río irónico.– La causa de todo.

–Dylan... nosotros no estamos saliendo. Mis padres me obligan a estar contigo, eso lo sabes, ¿verdad?

–Eh... bueno, sí, pero...

–Pero nada, niñito –lo corto.– Es mí novia y no hay nada más que hablar.

–Dylan... –suspira.– Siéntate, por favor –asiente y se posa sobre la cama, nosotros nos ponemos delante suya.

–A ver... Brooke y yo estamos saliendo desde hace mucho y eso no va a cambiar, ¿entiendes?

–¿Cuánto tiempo? –pregunta.

–Casi tres años –responde Brooke por mí. Dylan traga saliva.

–¿Tres años? ¿Es una broma, verdad?

–No –le respondo, seriamente.

–Pero... entonces, ¿por qué tus padres quieren que nos casemos? ¿No saben que sales con él?

–Si que lo saben pero...

–Pero nos separaron hace casi cuatros meses ya.

–¿Por qué? –pregunta, curioso.

–Porque no soy tú –le digo, mirándolo a los ojos.– No soy como tú. Soy un chico malo al que le gusta mucho la fiesta y más aún enrollarse con tías para después romperles el corazón y dejarlas suplicándome por un poco de atención. Al menos eso dicen ellos porque no pueden entender que la gente cambia –miro a Brooke y sigo.– No pueden entender que hay gente te hace cambiar, que te hace ser mejor persona. Y sí, tú eres esa persona para mí, amor. Eres la persona que me ha hecho ser mejor y por la que no dudaría volver a cruzar el océano. Te amo Brooke, te amo más que a nada en este universo.



Brooke.

Me quedo mirándolo fijamente. Lo amo tanto que no tengo palabras para expresarlo. Me acerco más a él y junto nuestras frentes, pasando mis brazos por su cuello para después acariciarle la nuca.

–Yo también te amo, bobito –sonrío, con lágrimas en los ojos.

–Vente a casa conmigo, Brooke.

–No creo que eso sea posible chicos –nos corta Dylan, levantándose. Abro los ojos de par en par.

–¿Vas a decírselo a mis padres? –digo, con claro terror en mi voz.

–Más te vale que no porque te parto la cara, niñato –dice Chris, claramente cabreado.

–¿A sí? ¿Y crees que no harán que te vayas después de eso? Já –ríe.

–Me aseguraré de matarte antes de que puedas ir a chivarte –gruñe mi guapísimo chico.

–Ya claro, lo que tú digas chulito –noto que Chris va a abalanzarse sobre él y lo agarro fuertemente.

–Si haces eso no volveré a hablarte y lo digo muy en serio Dylan –lo miro, seriamente. Suspira y me mira.

–No voy a decir nada, estúpidos –ríe.– Deberías verte la cara tío –dice, señalando a Chris sin parar de reír. Él rueda los ojos.

–No es gracioso, estúpido.

–No es para nada gracioso, Dylan –hablo.

–Bueno, bueno, perdón –alza las manos.– Simplemente me refería a que tus padres no van dejar que te vayas, Brooke. ¿Por qué no esperas a tener dieciocho? Vamos, no te falta tanto.

–Es mucho para mí, Dylan –habla Chris, dando por fin uso a su nombre.

–Lo entiendo, Chris. Pero... –lo corta.

–No pienso dejar que sea mayor de edad para que la casen contigo –digo, tajante.

–Cierto. Pero yo la haría muy feliz... quizás tienes que dejar de pensar en vuestro futuro juntos y pensar en el de ella, por su bien. Con el tiempo sé que me acabaría amando.

–¿Estás loco? –hablo– No te voy ha amar nunca, ¿entiendes? No puedo. Sácatelo de la cabeza porque eso nunca va a pasar. Y ahora, fuera. Vete de mi casa.

–Y más te vale que te quedes calladito –termina Chris, cuando ve a Dylan salir por la puerta.

–Creo que la hemos cagado fuertemente, amor –le digo, con una risa divertida.

–Esa es mi chica –ríe y me besa, haciendo que me olvide de todo. 


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Espero que os haya gustado, ¡muchas gracias por las 3.000 lecturas! ♥

Love, Selene

panic » chris schistad [skam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora