CAPITULO 36

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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA


*Dos días después*

– ¿REALMENTE DEBO LLEVAR PUESTO ESTO? – mire a Fabiana quien me sonreía y me asentí. Me mire nuevamente en el espejo. La suave tela blanca del vestido, estilo playero, caía sobre mi piel. Suspire y mire mis rodillas a través del espejo, el vestido llegaba encima de ellas.

–Ten. – dijo Fabiana entregándome unas sandalias.

– ¿A dónde vamos realmente?

–Ya te dije, es una fiesta que hay en la playa, no podemos perdérnosla...– comenzó a mover mi cabello, fruncí mi ceño. – Te queda muy bien tu cabello natural. – murmuró, asentí.

–Fabiana, pero yo iré cuando llegue Justin...– dije dándome la vuelta para mirarla.

– ¡¿QUÉ?! – dijo y abrió sus ojos. – ¡VAMOS! – dejo caer sus brazo con desesperación. – Justin se desapareció desde temprano, no sabes a qué hora volverá...– me miro a los ojos, era cierto, ya había caído la noche y Justin se había ido temprano en la tarde. – Vamos, él entenderá que saliste a tomar algo de... ¿recreación? – dijo sonriendo. – Debe entenderlo, te ha dejado sola toda la tarde, no pretenderá que te quedes acá encerrada hasta que él regrese. – dijo. Era cierto. Asentí. – ¿Sí? – pregunto emocionada, sonreí y asentí nuevamente. Pego un grito y me abrazo, sonreí con ganas.

–Se te ve muy lindo ese vestido verde...– comenté, su vestido era sencillo y de un tono verde claro.

–Ven, mírame. – le mire y comenzó a pintarme los labios de un color rojizo, ella sonrió satisfecha y yo solo le devolví la sonrisa. – Quedaste... impresionante. – dio dos pasos grandes hacia atrás y me miro de arriba abajo, reí por su locura.

La puerta de la habitación sonó. – ¿Están lista? – se escuchó luego a Ryan.

–Ya vamos mi amorcito. – dijo Fabiana, la vi caminar en su habitación luego saco un par de frascos, un perfume, me roció por todos lados de uno de los perfumes, era rico el olor.

–Debería ir a mi habitación y dejarle una nota a Justin...– mire a Fabiana.

– ¡NO! – dijo, y me sorprendí. – Déjalo pensar también, él no te ha dejado nota alguna de donde iba a estar, y mira, son horas de que no ha llegado. – suspiró y se roció de perfume, uno distinto. Se volteó a mirarme y me sonrió. – Es verdad...– se acercó a mí y se colocó seria. – Si vas y haces eso, no te hablaremos nunca más...

– ¡ES CIERTO! – escuche a Ryan decir desde afuera, abrí mis ojos, estaban de acuerdo en no hablarme si yo hacía eso. Iba a decir algo pero me mantuve en silencio. – Vamos, ya es la hora...– nos apresuró Ryan.

Salimos de la habitación de Fabiana, los chicos no estaban, éramos los únicos, les escuche comentar que se habían ido para la fiesta así que nos estarían esperando. –Ryan le dejo un mensaje a Justin, no te preocupes...– dijo Fabiana, asentí y le di una pequeña sonrisa, aunque era imposible no preocuparse. Bueno realmente no estaba preocupada, estaba molesta.

Caminamos por la playa, ellos habían dicho que la fiesta era en la playa al aire libre así que podría estar tranquila al momento de querer escaparme de ellos. Suspire y continué caminando en silencio a un lado de ellos, ellos hablaban de comida y de un paseo que habían dado juntos, tragué saliva, yo también quería dar un paseo así con Justin, quien continuaba perdido en quién sabe dónde.

– ¡JODER! – dijo Ryan deteniéndose repentinamente, me volteé a mirarlos. – ¡HE DEJADO LA COCINA PRENDIDA! – miro a Fabiana mientras llevaba las manos a su cabeza.

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