Kava' a demon.

Prologo: El trato.

Quizas deberia contarles algo sobre mi primero, su narrador: soy un demonio, y eso es lo que deberian saber... hasta ahora.

Les contare como es la persona que llamo mi atencion, como su historia provoco un gran revoltijo en el mundo oscuro. Vayamos, a 1885.

Katherine Dravax es fria. Y no es fria porque haya pasado horribles cosas (que por cierto, ha sido asi), ella es fria porque no le gusta expresar sus sentimientos. Quizas ni tenga. Fisicamente, ella es linda, cabello corto de un color negro como una noche, cosa que atrae a cualquiera, ojos color verde esmeralda que son tan vacios como el fondo de una botella. Su piel es blanca, casi palida. Viste elegantemente casi la mayoria del tiempo, y gracias a su mirada penetrante infunde respeto y temor. De pequeña estatura, y cara tranquila, pero tomemos en cuenta ciertas cosas: nunca sonrie, ni sarcasticamente, ni nada, simplemente no lo hace. Creo que ha olvidado como se sonrie, claro cuando era niña lo hacia seguido, cuando no existian mas preocupaciones ademas de la que se trague un crayon. Volvamos al tema...

Las unicas veces que vi sonreir en vida a Katherine, fueron especiales. Ella no rie tampoco, a veces tiende a hacerlo para sus familiares. Las unicas personas que han estado ahi siempre, y ella cree que al menos debe mostrar respeto y valoracion por ellas. Dejenme decirles de antemano que cuando Katherine hizo el trato con Kava, estaba furiosa, pero completamente conciente.

1 nota: Las personas tienden a traicionar. 

Katherine estaba en la calle esa noche completamente fria. Tanto como su actitud, miraba a los lados buscando donde ocultarse. Estaba irreconocible, y adolorida, aun asi se mantuvo...

En esos tiempos, la mayoria buscaria el suicidio o la prostitucion para la escasez de dinero y el frio que necesitaba abrigo. Pero, ella no sentia el frio. No sentia nada.

Se puso en un callejon, donde unos hombres la atacaron y despojaron de sus ropas. Abusaron de esta niña tan joven. Y yo me quede viendo. Solamente viendo.

Al dejarla tirada como si nada, ella respiro hondo y comenzo a murmurar un viejo ritual que se enseñaba en iglesias clandestinas de convocacion. Lo dijo con tanto esfuerzo y tranquilidad, que el mundo oscuro fue llamado a la accion. Kava se interpuso y decidio que iria el.

Al aparecer en su forma demoniaca, la niña solo aparto un tanto la mirada como si nada, no se estremecio, no tuvo miedo, no sentia nada. Solo odio, pero anulemonos de ''sentimiento''. 

—Katherine Dravax— dijo en voz sisilante Kava.

—Entonces, ¿lo eres? ¿Un demonio?— se limito a preguntar.

El demonio sonrio:

—Lo soy. Eres una humana muy valiente como para no tener miedo, y convocar a las Tinieblas.

—¿Valiente? Digamos... simplemente humana. La gente que tiene miedo, da lastima.

—¿Para que me convocaste?

—Quiero que me ayudes a vengarme, a encontrar a los causantes. Destrozar a los que me lastimaron.

—Tardara un tiempo. Podrian pasar años.

—No importa, los quiero muertos.

—¿Y que me darias a cambio, Katherine Dravax?

—Lo que quieren los demonios, ¿no? Mi alma.

El demonio asintio con la cabeza.

—¿Aceptas que tomare tu alma cuando completes lo que deseas?

—Lo acepto—se oyo un sibilante sonido de serpientes.

—¿Cual es tu condicion? ¿Tus normas?

—Agnellys. Mi sirvienta, mi aliada. Fiel como un perro—el desprecio resono.

Kava cerro los ojos cuencos y se transformo en una muchacha, de trajes amplios, y cabello castaño con ojos azules. Katherine sonrio por primera vez.

—Es un trato.

Ese momento quedo marcado. Las serpientes, el mundo oscuro, las Tinieblas celebraban una nueva alma perdida.