Oro

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Dentro de una semana seria el Grand Prix Final de Barcelona...

Esa tarde, curiosamente, Victor y Yuuri estaban solos, su familia había salido, aprovechando que no habia clientela.

-¿Victor, has visto esa bufanda que vestia la otra vez? Seguro que en Barcelona la necesitare.

Ambos habían ido a Hasetsu, para que Yuuri viera a sus padres, necesitaba la cercanía de su familia antes de la competencia.

-Te comprare una allá, no te preocupes...

-Me la regalo mi abuela, es como, como decirlo, un amuleto de la suerte.

-Estas muy tenso, necesitas relajarte.

Estaban solos, era un buen momento.

-¿Por qué no vamos a las aguas termales?

-¿Y después me ayudaras a buscarla?

-Prometido.

Ambos se dispusieron, las aguas termales serian solo para ellos, el lugar era solo para ellos, habían compartido tanto esos meses, y Victor necesitaba hacer algo, ese algo que le carcomía como un deseo insano.

Yuuri fue el primero en desnudarse, y sumergirse dentro del agua.

-Tenías razón, Victor, esto me calmara- dijo cerrando los ojos, mientras el otro se lo comía con la mirada- , seguramente recordare donde deje la bufanda.

Yuuri ya no se cohibía tanto ante la cercanía de Victor, se habia acostumbrado a su presencia, como quien se acostumbra al sol de cada mañana.

El peli plata se sumergió, muy cerca, Yuuri no le huia mas, era el momento perfecto.

-Yuuri- dijo con voz melosa mientras acariciaba su mejilla- cuando ganes la medalla de oro, será el momento de exigir mi pago.

-Espero que no sea mucho, o temo que tendre que vender hasta mis patines para pagarte.

-Y antes del pago, quiero algo más...

-Algo asi como ¿qué?- Yuuri giro el rostro, sus mejillas se encendieron, Victor lo miraba de manera diferente, no como en los entrenamientos, ni como aquella vez que hizo un flip cuádruple, era una mirada cargada de deseo- ¿un pago por adelantado?

En respuesta Victor le tomo el mentón, y le planto un beso casto en los labios, espero unos segundos cuando se separó, según la respuesta de Yuuri, avanzaría o no.

-Victor...

Dijo con las mejillas rojas.

-Yuuri me has demostrado tu poder del amor, ahora, déjame demostrarte mi poder del amor, ¿me dejaras?

¿Qué significaba aquello? Por supuesto no hablaba de algún tipo de entrenamiento mágico, Victor hablaba de otra cosa, mientras su mano se paseaba por los muslos de Yuuri.

En realidad Yuuri no sabia que coño significaba aquello, le importaba un carajo, su cuerpo tuvo la necesidad de saber lo que Victor deseaba enseñarle, asintió tímidamente, con la boca semi abierta, asunto que Victor supo aprovechar muy bien, pues se lanzo sobre sus labios, con la lengua por delante, era maravilloso besar a Yuuri de nuevo, no con la multitud mirándolos, era mil veces mejor a solas, en lo íntimo del vapor.

La cabeza del japonés dio vueltas, y su corazón se aceleró aún más, cuando Victor lo tomo de las caderas, y lo trepo al suelo, para después, poner su cabeza entre las piernas del patinador, y lamer con sumo cariño, aquello que comenzaba a levantarse.

-Victor...-gimio Yuuri tapándose la boca avergonzado.

-No te contengas- dijo el otro separándose unos instantes- quiero escucharte, quiero saber que te estoy complaciendo.

-Es tan vergonzoso...

Victor siguió su tarea, metiéndo en la boca por completo aquello, Yuuri tuvo que cerrar los ojos de la impresión, ¿hace cuanto que no se tocaba? Era demasiado pudoroso a sus veintitrés, demasiado virgen, pero parecía que eso cambiaria ahora. Se corrió rápidamente, pues Victor no solo era el mejor entrenador, era el mejor ma...maestro.

-Entonces te avergonzare aun mas- dijo mientras nuevamente lo cargaba, y lo sentaba en sus piernas, para enseguida introducir un dedo en aquella virginal entrada- si quieres que pare...

-Victor- gimoteo Yuuri por el extraño dolor- ya no hables...

Y asi lo hizo, uno, dos, tres dedos, ya no podían parar, era el momento, Yuuri abrió las piernas por instinto, ante el placer que le estaba dando su entrenador, este lo sumergio en su virilidad ansiosa, el otro callo un grito, al besar por iniciativa propia a Victor, quien se sorprendio gratamente, pues lo quería todo de Yuuri, y ahora finalmente lo tenia, el climax vino pronto, el peliplata se corrió dentro de Yuuri, a quien poco le importo, inocente, de no saber, que muy pronto, Victor lo dejaría.

.*.

Ahora que estaba, en la cima del patinaje artístico, Yuuri no podía estar mas feliz, tenia el oro, tenia a Victor, este ultimo un poco serio le pidió que celebraran juntos a solas, a Yuri no se le hizo extraño desde aquella vez en Hasetsu no se habían tocado, primero por que el Grand Prix estaba cerca, segundo...porque asi lo habían pactado, actuarían como si no hubiera pasado nada entre ellos, solo esos anillos que llevaban en las manos, eran como los mudos testigos de aquella unión, a Yuri se le sonrosaron las mejillas cuando estuvieron solos en el hotel, estaba nervioso, ¿Qué tal si Victor realmente se casaría con él?

Solo una sombra se cernía sobre Yuuri, le dolia que habia decidido dejar de patinar, esperaba no decepcionarlo, pero se lo diría a Victor, esperaba que aun asi, pudieran seguir su relación, cualquier tipo de relación, una relación de ¿novios?

-Yuuri, ahora necesito que me pagues.

-¿Estas bromeando?

-Hablo enserio.

Todas esas ideas rosas comenzaron a disiparse de la mente de Yuuri, Victor estaba muy serio.

-No es dinero, no te preocupes, yo lo que deseo, es que sigas patinando...

-Pero Victor yo habia pensado.

-Te entrene con tal de que llegaras a tu mejor forma, y que pudieras enfrentarme dignamente en un Grand Prix...

-Victor, ¿de que hablas?

-Cuando te vi, emulando mi programa, supe que tenias mas talento del que nadie imaginaba, eras como un diamante en bruto, yo te puli, y ahora, te estoy retando, vamos a enfrentarnos.

-¿Estas hablando enserio?

¿Esa era la verdad de Victor?

¿No le quería?

¿Todos esos meses, habían sido solo una fantasía?

Victor no dijo nada más, simplemente recogió su ropa, y partió a Rusia, dejando a Yuuri desolado en Barcelona, con la medalla de oro aun colgando, pesándole como una tonelada de tristeza.

Victor no dijo nada más, simplemente recogió su ropa, y partió a Rusia, dejando a Yuuri desolado en Barcelona, con la medalla de oro aun colgando, pesándole como una tonelada de tristeza

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Pues aquí mi primera historia del fandom, espero les haya gustado este primer capi.

Yuri On FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora