Celos

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Fue como una bola de nieve convirtiéndose en avalancha, y esa avalancha se llamaba Otabek, era cierto que el kazajo era frio, a veces duro- demasiado para su gusto- pero con el pasar de los días se habían vuelto muy cercanos, incluso el entrenador de Otabek – llamado Serik- se habia dado cuenta de la creciente empatía entre esos dos seres hechos con diferentes moldes, y aunque al principio no le gusto la llegada de Yuuri, ahora agradecia que este se encontrara entrenando con su pupilo, parecía que Yuuri sin querer le habia dado nuevos matices a Otabek, pues ahora en la forma de patinar este parecía hacer más poesía que una batalla soldadesca.

-Por hoy podemos dejarlo- dijo Serik.

-Vas a arruinar a Katsuki, aun le falta pulir mas ese salto- comento Otabek estirando los brazos.

-¡Hey! ¡Otabek! ¡Eres peor que un general! ¡Además no eres mi entrenador! - reclamo Yuuri.

Serik sonrió mientras esos dos se ponían a discutir y no pudo evitar tomar una foto, cuando Otabek tomo ambos brazos de Yuuri, mostrándole como debería alzarlos en ese cuádruple, las caras de ambos quedaron tan cerca que sus narices se rozaron, y con el atardecer atrás de ellos, fue una foto simplemente mágica.

Yuuri y Otabek sonrojados, no pudieron evitar sentir esa magia también.

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-Vaya, vaya- comento Mila mirando el celular.

-¿Y ahora que chisme de patinador estas viendo?- pregunto Yuri deslizándose sobre el hielo.

-Pues no sabia que el otro Yuri se encontraba entrenando en Kazajistán, y parece que ahora es el mejor amigo de Otabek, ¡mira!

La expresión de Yuri se descompuso cuando miro la pantalla del celular.

"¡Que hace ese Katsudon con mi Otabek!...digo...yo...!"

-¿Qué te pasa?- pregunto Mila al ver el rojo furia marcado en el gatito ruso- creía que ya no te caia mal el japonés, o ¿es que te molesta que este con Otabek? Mira que seria gracioso...

-¡Cállate tonta! Solo que, siento que le esta quitando el tiempo a Otabek, eso es todo.

-Ya, como tú digas.

-¡Ustedes dos!- grito Yakov- ¡dejen de perder el tiempo!

Cuando el entrenamiento termino Yurio no pudo evitarlo, y le marco a Otabek, quería saber que es lo que estaba sucediendo, antes se tuvo que preparar mentalmente, no le iba a reclamar nada, no podía, es decir, el kazajo le habia tendido su mano amiga, eran amigos, solo eso, no es que le hubiera prometido fidelidad, Otabek podía tener todos los amigos que deseara, pero, pero...

"¿¡Por qué demonios tenia que ser ese katsudon!? Primero el cerdo se llevo a Viktor, siempre quitándome lo que me gusta, digo, no es que Otabek me guste, vaya, no pienso en eso, ¿o si?"

-Bueno, ¿si? Yuri me despertaste...

"Mierda"

Yurio había marcado instintivamente el numero mientras estaba ensimismado en sus pensamientos.

-Hola, buenos ¿días?

-Vamos Yuri, me has despertado, ¿recuerdas que tenemos distintos horarios? Aquí recién comienza la noche.

-Cierto, perdón.

-No pasa nada, son apenas las diez.

-¡Que temprano!

-Hoy fue un día agotador, pero dime ¿Cómo has estado?

-Bien, y ¿tu?

-Un poco molido, pero satisfecho, hoy por fin tengo la música para mi programa libre y no me los vas a creer, pero Katsuki fue quien me ayudo con eso, ah perdón, no hemos hablado antes, pero resulta que se encuentra entrenando conmigo.

Yuri On FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora