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Toothless se mantuvo en su habitación toda la tarde, aunque estuvo tentado a bajar cuando el aroma de la sopa de vegetales de su tía se filtró por debajo de la puerta.

El sol empezaba a ponerse y los rayos se deslizaron por la ventana, la brisa movía las cortinas y balanceaba las hojas del cuaderno lleno de garabatos. Al final del día el pequeño dragón se había dormido, soñando con un hermoso jardín y una laguna adornada con flores de loto.

Somnoliento ronroneó feliz hasta que un fuerte estruendo proveniente del piso de abajo hizo añicos el placentero sueño. Apresurado salió y se asomó por las escaleras, un tazón estaba roto en el piso y lo que parecía un caldo con arroz estaba esparcido por todas partes.

—Sveta ¿Qué fue ese ruido?

—Nada, el plato se me resbaló de las manos

—Niña debes ser más cuidadosa

—Gracias por el consejo padre

Sveta se agachó a recoger los trozos y ponerlos en un trapo—Tooth ya que estas despierto al menos podrías ayudar

—¿De qué hablas? Estas haciendo un trabajo espectacular, no quisiera que se vea afectado por mis torpes manos

—...

Tooth puso los ojos en blanco y fue a buscar una cubeta de agua y un trapo, aunque terminaron de limpiar los restos de comida, en el suelo de madera aún se percibía el aroma.

—El olor empieza a marearme—Dijo Tooth mientras terminaba de comer

—Veamos si te desmayas—Sveta se levantó de la mesa y fue a la cocina a traer una bandeja con tres vasos y una tetera decorada de flores blancas, depositándola en el centro de la mesa acercó cada taza a los presentes y comenzó a servir el té.

—Terminemos esta cena en paz

El abuelo de Tooth se llevó la taza hasta la boca inhalando el aroma fresco del té. La luz de la luna cubría la isla con su suave resplandor, al terminar la cena Tooth salió al jardín y se sentó en el borde del piso de la casa. Su tía se había encargado de limpiar el piso con fuertes esencias florales y luego prendió una varita de incienso.

—Listo princesa, la casa ahora huele al jardín de la señora Morella—Dijo Sveta sentándose a un lado de su sobrino soltando un largo respiro.

—¿El abuelo se durmió?

—Si, encendí una varita de lavanda para que pudiera descansar. ¿Qué tal te fue en la cacería?

Tooth miró a la mujer un poco sorprendido, tal vez el abuelo tuvo suerte en su charla. Sveta cerró los ojos dejando que el viento aliviara un poco su cansancio.

—Todo salió bien, tal vez deban llevar a los Smothering Smokebreath más seguido.

—No pueden abusar de su fuerza, son dragones pequeños, es como si le pidieras a un bebé que sirva de distracción mientras le robas a alguien. Además, los vikingos no son tan estúpidos después de este ataque ya deberían estar preparándose con nuevas trampas.

—Oh tal vez no hagan nada, tienen un libro sobre dragones y ni siquiera lo leen

—¿Cómo sabes que no lo hacen?

Tooth sintió un frío subir por su espalda, "Muérdete la lengua" pensó—Solo digo, no es como si supiera eso con certeza.

—Una suposición no es suficiente, ambos bandos deben prepararse con lo que tengan y crear nuevas estrategias

—La guerra es difícil, pero narrarla es tan fácil

—Depende de quién lo haga, no todos tendrán la fuerza para hacerlo.

El guardián dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora