C∆PÍTULO 14.|Que empice la fiesta.

68 3 6
                                    

¿Acababa de recibir un pedazo de morreo increíble? ¿Confirmamos? ¡Confirmamos!

Jodie, Jodie, relájate. Solo ha sido un besito.

¡Sí, un besito! ¡Si tengo los labios más hinchados que Carmen de Mairena! Un besito, ¿¡Ya, mira, no ves como me vibran los labios y el corazón a mil!? ¿Por qué debería sentir todo esto? ¡Qué es un asesino!  Bueno, más bien, un héroe. ¿No? A ver si va a ser  verdad y es Spider-Man. No se lo preguntaré, porque pensará que se me va la pinza.

¿Pinza? Esa pinza está ya en París o en China. Pero en tu cabeza no.

Volviendo al tema, Josh me acaba de soltar uno de sus discursitos de: "No podemos estar juntos, soy peligroso" pero de verdad, es que este tío, ¿No ha leído las típicas novelas? No ve, que así solo ¿consigue atraer más? Nota mental: Regalarle After para navidad.

Me dice todas las contradicciones de estar con él y me besa. Pero, ¿qué demonios?

Todo lo que me gusta es muy caro, ilegal o es gilipollas. Comprobado.

Jodie, él acaba de soltarte un discursito, así que rematalo tú. Dejale con las ganas.

—Solo quiero salvarte. —dijo él, una vez que se alejó de mi para mirarme a los ojos. Dios, qué vergüenza, odio que se me queden mirando con tanta intensidad. Seguro que llevaré tres mocos o igual está contando mis tres mil granos. Yo qué sé.

Respiré hondo. Allá vamos.

—No hace falta que me salves. —usé el tono más sexy posible, mientras me encaminaba a la salida. Abrí la puerta.   —Pero, ¿huirías conmigo? —salí y cerré de un portazo.

Una vez fuera me apoyé contra la puerta y solté todo el aire que había en mis pulmones. Genial, él, unas palabras maravillosas, extrañas,y yo ahí soltándole un párrafo de una canción de Taylor Swift.

No está mal, Jodie.

Bueno, al menos no son las típicas palabras súper raras que Josh utiliza conmigo. ¿O no?

Eso es lo que me molesta de Josh, que usa palabras mega cultas para hacerse el interesante conmigo. Ese estúpido sexy peligroso lechugino pletórico y arquistorecto.

Miré al frente. Estaba en la parte trasera del colegio.

Sal antes de que te pille algún maldito profesor o  que salga Josh de ahí.

Caminé hacia la salida, mientras me alejaba de toda la civilización. Sabía de un lugar escondido de Barcelona que estaba rodeado de bosque y se hallaba un lago pequeño con cascada y todo. Era precioso. ¿Qué mejor sitio para pensar y reflexionar sobre las locuras que acabas de cometer?

Me coloqué los auriculares y Imagine Dragons inundó mis oídos. Avancé rápida pero, aún así sentía como si alguien me estuviera siguiendo. Giré unas cuantas veces para mirar hacia atrás, pero no había nada.

Mi maldita cabeza paranoica.

Llegué al lago, me senté sobre el césped y me quedé observando el panorama, mientras respiraba el suave ambiente que se había creado en mi pequeña burbuja relajante.

Susurrando, dije:

—No me importa que intentes alejarme de ti. —me abracé a mi misma. —No me importa que mates a gente. Los Experimentos no cuentan ni como personas.

Jorge...

Jorge era un Experimento. Un ser al que le lavaron el cerebro para pasar droga, las pastillas, alcohol o vete a saber tu que cosas ilegales. Pero... ¿Jorge fue por voluntad propia? ¿O le secuestraron?

MI DULCE DESASTREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora