Cosas De Despedida.

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El día de su partida había llegado, el caos se sentía en la casa, todos tenían sus ordenes asignadas;para que el conde regresara con su familia.

Entre en la habitación, estaba oscura y su aroma penetraba mis sentidos, era un aroma incomparable a alguien digno de su rango,inalcanzable para casi todas las mujeres de la faz de la tierra, me preguntaba si alguien, si existía una dama que podría conquistar su corazon, si  algún día su perfume lo encontraría en una dama distinguida y la haría diferentes a las demás porque tendria al conde  como su esposo; y si dicho matrimonio seria por amor o por conveniencia de lazos familiares.

Lo asumo mis pensamiento me distraían de la realidad, la imagen que tenia enfrente de el en la cama con una rosa en la mano era reveladora.

- buen día srita Lucille.

- buen día Sr. Le ayudó a levantarse, su padre esta abajo ha venido por usted

- si gracias una pregunta, si me permite

- diga Sr . responderé con
verdad.

- le gustaron mis rosas?fue una hazaña bajar los escalones si hacer mucho ruido.

-eran suyas, porque supone que no me gustarían?. -Dos pueden jugar el mismo juego.

- no ha respondido. -Dijo algo desconcertado por mi cercanía.

- si me gustaron, fueron como decirlo ...inapropiado como la mayoría de sus acciones hacia mi, una mujer del servicio- me acerque a el a tocar su cabello.

- la que se comporta de esa forma es usted , pero me alegro al menos la tengo cerca, para usted todo es de esa manera inapropiado, la amistad de una dama y un caballero nunca sera inapropiado.

- lo es cuando es entre una sirviente y un conde, y dicho conde no guarda la apariencia de que no existe dicha amistad. Ya que la perjudicada sería la de menor rango.

- Lose debería guardar distancia, pero no quiero. La he observado este mes muy de cerca y es por mucho la mujer mas interesante que he conocido.

-Dios no tiene límites con su coqueteo. Le repito la perjudicada soy yo;  si  tiene un poco de respeto a la mujer interesante, que cree que soy. Mantengamos esta amistad en secreto Sr.- oí unos pasos en el pasillo,subí las maletas a la cama y el conde se sentó en el sillón cerca de la puerta.

- un ultimo favor srita. No se comprometa con ese niño Donald.

- no se lo puedo asegurar, nadie sabe lo que pase en un futuro- le dije viendo al piso.

- no srita, no me quite el privilegio de su mirada, quizás no la pueda ver en semanas. Gracias por todo Lucille.          

Esas fueron las palabras mas dulces y sinceras que le había oído decir.

- ha sido un placer Sr. - y entro su padre con un ayudante para llevarselo.

Vi su coche alejarse, sentía descansar mís  musculos, su cercanía ponía muy nerviosa a mi cuerpo. Estaba viendo por la ventana Como se alejaba, fue cuando vi a Donald haciendo señas para que bajara.

- buen día Donald, hoy se marcho el invitado herido. - le dije sonriendo.

- al fin se fue ese hombre insoportable, Como lo soportaste?

- no fue grocero en ningún momento.

- te miraba con deseo, creeme lo note.- parecía molesto.

- por favor es ridículo ya te lo he dicho. - Era molesto de verdad.

- lo siento si te molesta.

- si me molesta.

- bien, cambiemos de tema- me tomó de la mano y me llevo a la caballeriza.

- Donald, no acostumbró a correr.- se detuvo y me beso tan apasionadamente que perdí el aire y por poco el conocimiento.

LUCILLE PORTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora