MI DESEO EN CABALLO PARTE 2

848 36 7
                                    

MUY BIEN MIS LECTORAS ESTAS ES LA SEGUNDA PARTE, NO LO QUERIA DEJAR PARA MAS TIEMPO, PORQUE ME EMOCIONA LO QUE SIGUE, SERA MUY ESPECIAL. 

ESPERO CON MUCHO AMOR SUS VOTOS, Y COMENTARIOS QUE TOMARE EN CUENTA, PARA TODOS LOS CAPITULOS QUE SEGUIRAN.

MUCHOS AMOR Y BUENA VIBRA PARA USTEDES.

JENNY VASQUEZ

Lo quería saber todo de ella, esta ocasión seria unas de las pocas oportunidades para saber algo.

-Y usted tiene familia aquí en Londres, srita. Me miro como si me hubiera vuelto loco, cosa que también yo creía.

- no sr. Conde mis padres murieron cuando era una niña, y me crie con mi abuela, ella vive muy lejos de aquí.

- lo siento, es una pena muy grande.

-no se preocupe, yo era una niña. Y mi abuela me cuido muy bien.

-eso se nota srita. Le dijo viéndola de pies a cabeza verla para mí era un placer y un gusto quien no tenía miedo demostrar.

-si sr. Aprendí con ella  a defenderme , a trabajar y a no depender de nadie, creo que su grupo se aleja, es mejor que se dé prisa- le dije apuntando a su hermano, en realidad me sentía nerviosa sus preguntas , un caballero no preguntaba eso a una sirvienta ajena.

- no se ha dado cuenta que usted también es parte del grupo, prefiero quedarme cerca de usted lo más que me permita. Ella dio un suspiro de fastidio y asombro que a mí me causo gracia.

- sabe que lo que hace y dice, deja a muchas malas interpretaciones, que está mal visto que me hable, la reputación de usted  y la mía se ven atentadas con esos comentario.-dije mirándolo a los ojos, con intención que supiera que yo no le permitía nada de acercamiento.

- ser conde me da algunos privilegios,  no temo usarlos.

- privilegios que yo no le permito usar conmigo, así que compórtese.- le dije sonriendo me acosaba, me sentía en peligro pero sus palabras también me divertía.

De repente unos galopes, y cuando vi el cabello de caroline al viento, con su caballo más allá de la velocidad permitida de su padre.

-          Permiso sr.- y Salí a toda velocidad en mi potra favorita, tras caroline, el viento, el sol la combinación favorita, mi cabello se soltó de mi muy apretado peinado y me sentí libre del conde y de todo. Pase de largo a la srita. Margarite y al conde Steve que también iba a todo galope, iba casi alcanzando a caroline cuando oí el grito de margerite, y un golpe al suelo, el sr conde había caído, lo vi tirado en el piso con su manos en su pierna, en un grito de dolor que me congelo al instante, nadie reaccionaba mientras caroline se dirigía a nosotros a todo pulmón de pobre Azul.

-          Lucy haz algo ayúdalo.- desde cuando yo era enfermera.

-          No sé qué hacer srita.

-          Tenemos que llevarlo a casa, para que lo vea el doctor, hay que levantarlo.

-          No se atrevan a moverme me duele mucho.- dijo casi llorando, era increíble que un hombre de su edad y tamaño llorara, entonces su dolor era grande.

-          Tenemos que moverlo sr. Lo subiremos al caballo con mucho cuidado con su hermano y lo llevaremos a su casa.

-           A mi casa es más cerca.- dijo caroline

-          Si hermano tranquilo llegaremos pronto.

-          Rápido que no puedo contener las lágrimas frente a las damas, piensa en mi reputación- dijo queriendo sonreír, por lo menos está despierto, con el humor intacto, cuando lo vi ahí tirado pensé que se había desmayado.

-          Está bien Lucy, lo subiremos con Steve,  Entre los  tres bien.

-          Si contestamos todos

-          Primero hay que inmovilizar la pierna, está bien sr. Le puse unos palos que encontré en el camino, los sujete con unos de mis listones del cabello.

-          Listo hay que subirlo, listos uno, dos, tres así lo pusimos arriba del caballo de su hermano.

-          Muy bien ahora ocupo morfina y listo.- dijo quejándose con una sonrisa.

-          Yo me adelantare, srita caroline, avisare a su padre para que avise al doctor.

-          Muy bien ve, Lucy ten cuidado.- asentí con la cabeza y Salí a todo galope un espectáculo poco agradable de verme con una salvaje con el pelo alborotado con el viento, con las enaguas enlodadas, por la cuidad deplorable era la palabra.

Cuando llegue a casa, no podía respirar me baje del caballo tan rápido que casi caigo de bruces, en eso salió el padre de caroline un poco asustado.

-          Lucy pasa algo, no me diga que la loca de mi hija se hundió en el fango o algo peor.

-          No sr. El conde cayo, creo que se rompió la pierna o no se ocupa al doctor. Salió corriendo por el mensajero.

Yo me sentía mareada, cuando se acerca Donald asustado.

-Lucy que pasa? Estas heridas, te veo mal, ven conmigo. Y yo lo seguí como marioneta, me llevo a la cocina, me dio agua y m e reviso, y toco.

- Donald tranquilo, yo la reviso, no te aproveches.- y me reviso, hablo conmigo para que respondiera.

- estoy bien.- dijo cuándo pude agarrar aire.

-segura niña te ves mal, te ves pálida.

- venía a todo galope, y me falta el aire, pero estoy bien.- mientras Donald me peinaba con las manos, mi cabello que parecía un nido.

- no te aproveches Donald, dijo riéndose la cocinera.

- mujer déjeme tranquilo. Le dijo molesto.

-gracias estoy bien. Le dije mientras tomaba su mano y lo miraba a los ojos azules tranquilos.

- que paso Lucy?

- el sr. Conde cayo del caballo, se rompió la pierna.

- muy mal, no sabía que era un jinete poco experimentado.

- hice un intento de ayudarlo, pero creo que tiene mucho dolor no tarda en llegar.

- aquí?

- si queda más cerca, y ocupa un doctor ya-

- que conveniente para él.

-porque dices eso, el está mal quizá hasta pierda la pierna.

- le gustas, te quiere cazar, como la ha hecho con muchas doncellas.

Y oí el grito de caroline, a entra pidiendo el doctor.

M intención era salir corriendo ayudar, cuando Donald me detuvo- yo iré ayudar , tu cálmate- le hice caso y me dirigí a la habitación, sentí el corazón que salía de mi cuerpo, m recosté y me dormí.

Me despertó el toque de la puerta de mi habitación.

Discúlpame, me quede dormida, me sentí cansada.

-          Lucy está bien las emociones de hoy fueron fuertes, te traje te. Lo menciones antes pero ella era a mejor persona que conocía.

-          Srita. Como sigue el conde?

-          Esta dormido, sedado por el medicamento se quedara unos días aquí, no lo podemos mover.

-          Entiendo, pobre está sufriendo- dije mientras bebía mi te.

-          Si Lucy, y tú lo cuidareis mientras este aquí, él quiere discreción y tú eres de mi completa confianza, eso es lo que el necesita, estará en buenas manos lo sé.

Él te cayó de mi boca como cascada.

LUCILLE PORTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora