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Introducción

  Primer libro escrito por LAEREX. .

Me gustaría que la lean, no se si les gustará, ojalá si. 

Desde la Montaña El Águila, Danlí, El Paraíso Honduras para el mundo les escribe LAEREX.

Con el estilo único de su autor.

Disfruten en el exquisito mundo de la lectura.

Aviso : Queda estrictamente prohibido cualquier adulteracion, copia, impresion, transmisión por cualquier medio electrónico o mecánico o reproducción de esta historia sin autorización por parte del autor, se original, di no al plagio.

Esta es una obra original de LAEREX.

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  Mientras caminaban por el enorme y espeso bosque, no apreciaban  la belleza de la naturaleza, ni el  exquisito canto de los pájaros los hacía volver a la realidad; pues sus pensamientos ambiciosos eran los dueños de su entorno en ese momento, hasta que uno de ellos desequilibró su paso deslizándose en una concha de mínimo, que sin escrúpulo su amigo había tirado, causando que su trasero acariciara el suelo.
 
  —¡Ah cabrón! —gritó Robelo mientras caía—, que carajo, has provocado que me golpeara el culo tirando esa concha de guinello en el camino, que mal educación la tuya Chicho.

  Ignorando que su amigo le había jugado una broma a propósito pues este no paraba de reír.
 
  —Ja ja ja, creo que tus nalgas se han aplanado Zorro —dijo Chicho— mientras observaba las nalgas lodosas de su amigo.
 
  —Mmmm, conque así no, osea que lo hiciste a propósito va cabrón, pero vamos a ver quien reí mas pijudo; dicen que quien se carcajella de último se carcajella mejor —le respondió  con una risa sarcástica tirando una escupida en el suelo.
 
  —Cálmate Zorro, no es para tanto, solo fue una simple broma y ya —contestó mostrando serenidad.

  Sus ojos azules se fijaron en el rostro de su pícaro amigo y moviendo su cabeza hacia abajo exclamó:
 
—¡Esta bien Chicho! no hay  pedos pa' que veas que no soy rencoroso, mejor levantame —suplicó, mientras le estiraba su velluda y sucia mano derecha—, creo que me harías un bien si me ayudas a levantarme.

  Pero mientras tanto su amigo lo levantaba, Robelo ya no se podía mover, pues tenía dormido el trasero.

  —¡Ah cabrón! no siento mis nalgas.

  —No, pero yo miro que ahí las tenés Zorro, ah, a decer porque son muy chatas, ja ja ja.

  —¡Ya basta Chicho! no te burles más de mi, dijiste que no era para tanto y ahora te vuelves a burlar, ya por favor.

  —Tenés razón, mejor continuemos nuestro camino.
 
  —Sí, pero esperaré que se me despierte el culo, no ves que lo tengo dormido y a propósito ¿que hora tenés?
 
  —Son las siete con cuarenta y cinco minutos —respondió Chicho mientras miraba la hora en su reloj.
 
  —¡Híjole! hemos caminado dos horas ya, saber cuanto nos falta para llegar, ah pero ya me imagino, ya me imagino Chicho, ya vera el Rey Roy si encontramos...
 
  —Sí —interrumpió Chicho—, te imaginas si lo encontramos, Mmm - ronroneó-, mañana a está hora nuestras vidas cambiarán por completo. Bueno si es que ese viejo lo tiene.
 
  —Eso creo, ojalá salga todo como lo tenemos pensado... Bueno creo que ya estoy listo es hora de retornar nuestro camino.
 
  —Bueno, creo que ya falta poco para llegar a la cúspide.

  Y así aquellos dos hombres continuaron su camino.

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