Youth Souls || L.S. ||

Capítulo 3

A la hora del almuerzo y después de que Harry presentara a su nuevo amigo con sus hermanos, los cuatro se encaminaron a una de las mesas de la cafetería que estaban disponibles, pero como estas eran demasiadas puesto que no todos los grados salían a descansar todavía Marcel se sentó brevemente en una mesa diferente a los otros tres quieren se dieron una mirada burlesca desde la otra mesa. Cuando estaba a punto de levantarse para ir con ellos, una mano se posó en su hombro logrando que él girara su cabeza para ver al individuo. Se sorprendió al ver a uno de los otros tres trillizos de los que Niall les había contado en el camino hasta allí. Se quedó un poco más de tiempo admirándolo de lo que debería, pero ¡demonios! eso si que era perfección, no se dio cuenta de que el ojiazul había hablado hasta que un fuerte "Hey!" lo devolvió a la realidad.

-¿Dis...culp...Disculpa?- preguntó con una gran mueca de confusión a lo que el ojiazul respondió con una sonrisa que Marcel creyó era la mas hermosa que había visto.

-Te pregunté si me puedo sentar contigo- dijo amablemente.

Marcel lentamente y con la confusión aún presente en su rostro volteo a donde estaban sus hermanos y amigo que observaban la escena con picardía en sus ojos, lo que hizo a Marcel sonrojar y volver a girar su cabeza para encontrar sus ojos con los azules.

-Cla...ro-dijo tímidamente.

-Soy William... ¿y tu eres...?

-Marcel...

-Un placer Marcel.-después de eso se generó un silencio algo incómodo en la conversación, generando que el rizado dijera lo primero que se le vino a la mente.

-Soy nuevo. Mis hermanos y yo llegamos a la ciudad hace menos de una semana...

-Lo se... creo que todos aquí lo saben, son el único tema de conversación por el momento... ya sabes... por ser... trillizos.- eso hizo que Marcel se sonrojara, pues nunca le había gustado atraer la atención y él solo quería hacerse chiquito para que nadie pudiera verlo. Por otro lado, William pensó que podía morir de ternura.

-Tú también tienes hermanos trillizos ¿cierto?.- dijo Marcel después de unos segundos.

-Si, pero nunca habíamos conocido a otros trillizos, lo cual es genial.

-Si...- luego de unos segundos en silencio la campana sonó, logrando romper la incomodidad del momento.

-Tengo que ir a clase. Nos vemos luego, Mars- logrando que el menor se sonrojara por el apodo.

-Nos vemos luego, Will.- alcanzó a decir antes de que el mayor saliera por la puerta con una gran sonrisa en su cara.

Fue caminando sonriendo distraído hasta sus hermanos.

-¿Para cuándo mis sobrinos?- le preguntó Edward a Marcel haciendo referencia a William y logrando que la felicidad de su hermano se esfumara y lo golpeara en las bolas.-¡Mis hijos!-Marcel pasó a un lado de él golpeando ligeramente su hombro con una sonrisa victoriosa.

Marcel quería que el tiempo de clases pasara rápido y no precisamente para ir a casa, aunque él lo negara sabía que quería ver al lindo chico de ojos azules otra vez.