Capítulo 11

332 30 12
                                    

—¡Lolo!

La chica llegó corriendo, cruzando todo el patio y esquivando a toda la gente almacenada en él. Pero para sorpresa de el rizado su amiga no iba sola, la chica nueva iba tomando de la mano a su amiga.

—¡Eddie!—gritó la castaña llegando abrazando a Edward y soltando por un momento la mano de Camila.

Cuando se separaron el rizado hizo un gesto con la mano para saludar a la chica, el cual fue respondido igualmente por ella.

—Lolo, ¿te molesta si voy por bebidas?

—Para nada, Camz, adelántate, en un momento te alcanzo.—siguió con la mirada a la chica hasta que estuvo fuera de su rango de visión.

Al darse la vuelta nuevamente se encontró con el rizado mirándola con el ceño fruncido.

—¿Qué?—dijo la chica.

—Solo yo te puedo decir Lolo.

—Edward, te amo, pero no digas pendejadas.

—¡Pero Lauren!

—Ni peros ni peras, celocín.

—Te odio.

—Me amas.

—Como amigos.

—Edward Styles Cox, ¿me acabas de friendzonear?

—Imposible. Eres el amor de mi vida.—ambos rieron.

La chica volvió a aparecer frente a ellos.

—Lau, ¿quieres ir a bailar?

—Eso no es mejor que Lolo—dijo el rizado por lo bajo.

—¿Disculpa?—dijo la chica al no poder oír sus palabras.

—Nada, no dijo nada, Camz. Vamos a bailar.—dijo Lauren observando con molestia al ojiverde.

—¡Diviértanse!—gritó Edward forzando una sonrisa.

Después de eso y al encontrarse solo, Edward empezó a buscar a sus hermanos.
Pocos segundos después Harry apareció frente a él... con ¿Lewis? ¿Louis? No recordaba su nombre.

Ambos estaban sentados en una de ls bancas, mejillas sonrojadas, ojos brillosos. Parecían dos tontos enamorados como esos que salían en las novelas que veía su mamá en la televisión.

El sabía que ni Louis le había dicho a Harry que le gustaba, ni Harry le había dicho al chico que sentía lo mismo, pero vamos, eso podía notarse desde kilómetros.

—Esos podríamos ser tú y yo, pero te freseas—dijo una voz detrás de él, no necesitaba darse la vuelta para saber que era Troy el que hablaba, pero aún así rodó los ojos y se volteó hacia él.

—No pasará. Nunca, en un millón de años.

—Eso dices ahora ricitos.—contestó el castaño.

—Holaaa, ¿de qué hablaban?—llegó Marcel corriendo hasta ellos, jalando a William consigo. Inconscientemente lo agarró de la mano para que no se perdiera entre la multitud de gente del lugar y tampoco se dio cuenta de como este se sonrojó levemente. Aunque la poca iluminación del lugar también ayudaba en eso.

—De nuestra futura boda.

—No pasará.

—Oh claro que pasará. Me amas.—contestó arrogantemente el ojiazul.

—Créeme, no hay una sola cosa que ame de ti.—contestó el rizado con otra sonrisa arrogante.

—Bueno, creo recordar que habías mencionado una cosa, algo sobre su tra...—Marcel no pudo concluir la frase puesto que un muy sonrojado rizado los estaba empujando a él y a William hacia la pista de baile.

Youth Souls || L.S. ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora