—Así que, Harry, ¿te gusta el pan?—dijo el castaño haciendo que el rizado soltara una risotada.
Hace más de dos horas que habían entrado a ese salón. Había un profesor sentado en el escritorio al frente de este, pero estaba muy dormido y no se había despertado ni por las escandalosas risas de los adolescentes frente a él.
Al principio ninguno de los dos sabía que decir, pero poco a poco se fueron soltando y ahora hablaban como si se conocieran de toda la vida. Ambos sentados en el suelo, uno frente a el otro con sus piernas enredadas entre si.
Una cosa llegó a la otra y ahora Louis estaba sobre Harry, haciendo cosquillas por todo el cuerpo de el menor, quien no paraba de reír y pedirle a Louis que parara.
El ojiazul al ver la cara del rizado completamente roja por la falta de aire debido a la risa se detuvo, mirandolo preocupado.—¿Estás bien?—preguntó el ojiazul.
—Oh no, Tomlinson, vas a pagar por eso.
El rizado se dio vuelta de modo en que ahora el quedara sobre Louis, chocando su trasero por accidente contra la pelvis del mayor, haciendo que este ahogara un gemido.
—Demonios.— el ojiazul quitó al rizado con mejillas encendidas sobre de él y lo sentó a su lado, poniéndose el mismo de pie.
—Harry, creo que es hora de irnos. ¿Quieres que te acompañe a tu casa?
El rizado asintió rápidamente.
—Bien, vamos.
Ambos salieron de la escuela. No era muy tarde, pero el sol ya se había escondido entre las nubes. En silencio se encaminaron a la casa del rizado, el ojiazul siguiendo los pasos de este.
Cuando llegaron a la casa el ojiazul se paró en frente de la puerta y esperó a que Harry se diera vuelta hacia el para hablar.
—Hazz, siento mucho lo que pasó en el salón, enserio, no era mi intención, es solo que...
—Está bien, Lou, lo entiendo.
Un silencio se formó en la conversación.
—Harry ¿te gustaría salir conmigo mañana?.—dijo Louis rápidamente antes de que se arrepintiera. El rizado se sonrojó por milésima vez en el día, pero eso era lo que Louis causaba en él.
—¿Mañana? Si... Espera no... no puedo, mañana es mi cumpleaños y Edward quiere que vaya a la fiesta de la escuela. Pero otro día puede ser.
—Espera ¿mañana es tu cumpleaños? ¿Por qué no me habías dicho?
—No habías preguntado.—dijo Harry bajando nuevamente la cabeza.
—No hagas eso.—dijo Louis tomándolo de ls barbilla.—eres hermoso.
El rizado volvió a sonrojarse. Hubo un pequeño silencio en el que los dos se miraron a los ojos. No necesitaban decir nada más. Louis iba a besarlo. Quería besarlo.
Pero no lo hizo. Era muy pronto. Él lo sabía.
—Bueno, creo que debo entrar ya—dijo Harry haciéndose para atrás.
—Si... Te veo mañana. Por cierto, feliz casi cumpleaños. Soy el primero que te felicitó, y si alguien más ya te felicitó bórralo de tu mente así yo puedo ser el primero.—dijo con una sonrisa en cara.—Adiós, Hazzie.—depositó un beso en la mejilla de el menor la cual se tornó roja ante el tacto. Se dio media vuelta y empezó a caminar a su casa.
—Adiós, Lou.—alcanzó a gritar Harry antes de que el castaño se fuera.
...
—Holaaaa.—gritó la chica sentándose con ellos en la mesa de la cafetería.
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Youth Souls || L.S. ||
FanfictionLos trillizos Styles son nuevos en la escuela, pero no todo es lo que pensaban, ¿otros trillizos? Nunca habían conocido otros aparte de ellos mismos y ahora van a la misma escuela que los Tomlinson.