Youth Souls || L.S. ||

Capítulo 13

Las clases seguían y William en realidad no podía dejar de pensar en Marcel. Ellos eran algo como... mejores amigos. Nunca se separaban, pasaban todo el tiempo juntos, incluso esa tarde irían a comer a casa del rizado para después hacer un proyecto de artes que debían entregar al fin de la semana.

Ahora mismo se encontraban caminando hacia el salón. Las clases y horarios en esa escuela estaban muy mal organizadas, por lo tanto no habían consecuencias si de vez en cuando entrabas a alguna clase que no fuera la que te tocara.

Caminaron hacia una de las mesas hasta el final del laboratorio, ya todos estaban ahí así que ahora tendrían que esperar a que la suplente llegara. Desde que la maestra Byrne había tenido un misterioso accidente en una de sus clases de física avanzada no habían vuelto a saber de ella. Fue reemplazada por una maestra un tanto joven pero amargada. La cual entro a la habitación unos segundos después.

—Buenos días.—dijo sentándose en la silla de su escritorio.

—Buenos días.—contestaron todos coralmente.

—Saquen su cuaderno y habran el libro en la página 225. Hagan un resumen y un esquema. Cuando terminen dejan su cuaderno en el escritorio. Quien no termine es una nota reprobatoria directo a la calificación. ¿Está claro?.—dijo cruzándose de brazos y piernas.

Un sincronizado "Si" se oyó por toda la habitación al mismo tiempo que los bolígrafos empezaban a garabatear sobre las hojas.

—Odio hacer resúmenes—dijo William por lo bajo, tratando de que solo Marcel lo escuchara.

—Ñah, es más fácil estudiar así.—contestó Marcel.

—Si, bueno, no todos adoramos estudiar.

—En realidad no es que me agrade estudiar, es solo que ya me acostumbré.

—Como digas...

—¿Quién esta hablando?.—se escuchó la voz de la señorita Reynolds.

Ambos bajaron la cabeza hacia sus apuntes nuevamente. Luego de unos minutos William volvió a hablar.

—Así que... después de salir de la escuela vamos a tu casa.

—Si. Mi mamá dejo dinero para una pizza así que podemos comer eso si quieres u ordenar cualquier otra cosa.—respondió Marcel aún con la mirada en lo que escribía.

—Pizza suena bien...—hizo un pequeño silencio.—¿Marcel?

—¿Si?—dijo por primera vez volteando a verlo.

—¿Te molestaría si van mis hermanos? Es que hoy mi mamá va a a trabajar hasta tarde y mis hermanas salieron y mamá piensa que quemarán la casa.

—Emm... claro.—contestó Marcel volviendo a lo que estaba—ahora haz el trabajo o vas a reprobar.

—Tengo una mejor idea, espero a que tu acabes, y lo copio, todos felices y nadie reprobado.—dijo William sonriendo de oreja a oreja, levantando ambos pulgares.

—Ni en un millón de años, así que empieza.

William bajo su mirada decepcionado y empezó a subrayar de su libro. La maestra decía que solo lo importante. Pero el creía que todo era importante, y si fuera por él, subrayaría todo el libro.

...

Las horas pasaron rápido y ya todos ya habían salido a hacer sus actividades extraescolares. Ese día había faltado la profesora de danza, por lo que Harry se quedó junto a Marcel que estaba hablando con William de temas, según él, poco interesantes. Ambas tercias de trillizos se encaminaban hacia la cancha de football, ahí William, Harry y Marcel esperarían en las gradas a Troy, Louis y Edward. Los últimos tres estaban calentando, los tres pertenecían al mismo grupo de amigos dentro del equipo, así que se quedaron relativamente juntos.