-¡Hasta mañana! –Dije dejando la bata en el mostrador ya limpio y dirigiéndome a mi taquilla.
Yo trabajo de camarera en un paf, bastante bien pagado, gracias a esto puedo pagar la universidad, el piso… Todo.
Abrí mi taquilla y saque mis deportivas, mis vaqueros y mi sudadera. El uniforme de trabajo… No era mi “style” que digamos. Demasiado provocador se podría decir. Volví a despedirme por ultima vez, al menos el jefe se asomo embozando una sonrisa a despedirme, aunque, aparte de nosotros, no había ni un alma ya.
¿Cuál es mi aspecto? Os preguntareis. Pues bien, no soy nada “especial”. Mi pelo es largo, acabado en mi cintura de un color castaño claro, casi siempre recogido en una alta cola de caballo. Mis ojos grandes son de un marrón oscuro (Casi toda mi familia los tiene de color azul o verde. Y yo así, mi suerte) Tengo una estatura media, mis labios no son muy gruesos y siempre tienen un color rojizo. Mi piel es intermedia entre clara y oscura. Y en cuanto a personalidad… Digamos que soy “especial.”
Cerré la puerta de atrás y comencé a andar por las calles, con tranquilidad, sacando mi mp3 del bolsillo y los cascos. Hasta que de repentinamente se apaga la pantalla. Solo pudo salir de mi boca un suspiro de frustración ¿¡Como diablos no puse a cargar este trasto!? Guardé todo de nuevo y gire la cabeza y con ella mi cuerpo a uno de los atajos hacia mi casa, igual no el mas iluminado, ni el mas grueso, pero.... Seguramente cualquier persona cuerda no habría elegido los caminos los cuales elijo yo, pero como dije antes, soy “especial.”
Estaba mirando el reflejo de la luna en las ventanas, también la luz cegadora de las farolas en la oscuridad absoluta de las calles. Genial.
Fue entonces cuando me pareció oír un grito de una mujer ¿Una prostituta tal vez? Este callejón no esta muy lejos de donde ellas trabajan. Rasqué mi nuca y volví a oír el grito, esta vez más escandaloso. Paré de andar y me gire. Y otra vez, el grito con mas sonido.
Me paré un momento a pensar un: “¿Debería arriesgar mi pellejo hoy?” Pero que diablos… Puse la oreja de nuevo elevando mi mentón levemente y comencé a caminar en la dirección donde se escuchaba el estruendo. La noche oscura, los callejones… después de todo, tenía mucho miedo.
-¿Pero por que siempre me meto en todos los marrones…? –Pensé en voz alta.- Igual es la típica trampa y me secuestran o violan. Denme un Nobel por ayudar en vez de irme a dormir, hay que ver…-Aumenté el ritmo de mis pasos notablemente.
No me costó mucho llegar al callejón. Mis manos estaban dentro del amplio bolsillo de la sudadera, y la capucha tapaba mi pelo, el cual ya estaba un poco húmedo por la niebla que desgraciadamente cubría las calles. Entonces lo vi. Un hombre aparentemente extranjero, Ruso o Rumano tal vez, (por sus melenas rubias y su acento) estaba golpeando a una mujer sin piedad, mientras otra con apariencia vulgar miraba y reía con diversión en el rostro. Bueno, lo que me faltaba por ver del ser humano… Patético.
-¿¡Quien te has creído que eres para dejar tu trabajo!? ¡Una puta es una puta! –Gritó el melenas.
Se defendió la muchacha tras recibir una patada, y otra, y otra…
Entonces fue cuando mi mal humor aumentó. “Vaya, cada vez me sorprende mas el ser humano…” Pensé tosiendo con fuerza y ganando la atención de la mujer de cabellos rojos fuego. Al menos ella noto mi presencia. El otro salvaje seguía golpeando a la mujer, sin piedad alguna, aun cuando la mujer ya estaba inconsciente. Me escandalizaba aquella escena, así que no pude hacer otra que gritar, gritar que parase de golpear a la joven, y lo conseguí. Ganándome yo la mirada de odio. Perfecto….
La otra mujer se acercó mas a mi, a paso sensual, y entre la sombra pude lograr ver algo mas que su melena pelirroja. Vestía con un vestido demasiado corto para mi gusto, (si se agacha seguramente se le sube hasta el cuello) unas medias con rombos, una chaquetilla de un color rosa potente de pelo de animal (espero por su bien que no fuera pelo autentico) y unas plataformas de un color violeta bastante amenazantes y puntiagudas. En mi lenguaje “una mujer fácil.”
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Arrastrame al infierno.
RomanceUna chica aparentemente normal con unos dones inimaginables. Un vampiro puro acompañado de sus nueve hermanos. Su atracción más grande que cualquier miedo pero... ¿Podrá existir amor entre la luz y la oscuridad? ¿Podrá encontrar nuestra protagonista...