Capítulo 5: Sonríe a la Desesperación en Nombre de la Esperanza

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La mañana por fin llegó. 

Nervioso, fui al comedor donde estaba todo el mundo agrupado. La gente parecía estar bajo el shock después de haber descubierto lo de la supuesta tragedia, y no les culpaba, en realidad yo estaba extremadamente nervioso así que me venía hasta bien no tener que hablar con nadie. 

Bueno, con nadie no, tenía que hablar con cierta persona sobre ciertos planes que teníamos que llevar a cabo esta tarde. Tras terminar el desayuno (que dejé prácticamente en el plato, no podía comer por los nervios y eso), decidí hablarle. 

— Em, buenos días...¿puedes venir a hablar un momento?— dije en voz baja.

— Pero, ¿y qué pasa pues?

— E-es mejor que vengas conmigo...— dije indicándole al vasco el camino hacia los baños públicos. Me miró un poco raro, pero no quería decir mucho en público. Vaya eso si que suena raro. 

¿Por qué elegí a Bya? Bueno, simple, es la persona con la que más contacto había tenido ahí dentro al fin y al cabo. Había pensado también en Anna, pero desde lo de Raúl se la veía alterada y no quería meterla en un plan así, de modo que por descarte el único que quedaba era él. 

Al llegar a los baños, Claudia ya se encontraba allí sentada, esperando nuestra llegada.

— Has tardado.— dijo algo enfadada.

— E-es que...

— Tener miedo no va a ayudar en nada a la hora de explicarlo, así que intenta sacarlo fuera cuanto antes que tenemos trabajo.— dijo cortante, se le notaba especialmente borde, quizá por el nerviosismo...

— Pero pero a ver, ¿qué pasa?— dijo Bya confundido.— ¿De qué estáis hablando?

— Vale, mejor siéntate ahí que esto va para rato...— y tras tomar aire, le solté una explicación muy larga y confusa al vasco sobre nuestra situación actual, lo de la llave, lo que me había dicho Monotori acerca de ella y nuestros planes. 

—....Y eso es todo, ¿lo has entendido?— dije sonriendo por haber terminado POR FIN de explicarlo, pero por su cara no parecía haber comprendido mucho.

— Y-yo...

— A ver, empiezo otra vez entonces...

— No será necesario.— dijo Claudia apartándome. Entonces comenzó a explicar de nuevo todo lo que yo había dicho, pero debió hacerlo mejor porque esta vez Bya escuchaba con atención y de vez en cuando asentía. 


— Pero entonces...¿queréis que distraiga a Monotori?

— Básicamente.

— ¿Podrías hacerlo...? Entiendo que no te quieras meter en esto por si hay algún riesgo y demás...

— No no, estoy dentro.— dijo decidido, cosa que me sorprendió un poco, esperaba algo más de resistencia ante un plan así.

— ¿En serio...?

— Si la llave esa puede ayudarnos a salir, pues claro que voy a ayudar.

— Perfecto. No tengo que deciros a ninguno de los dos que nadie  debe saber nada de esto, ¿verdad? — y ambos asentimos a la vez. Espera, ¿por qué yo tenía que asentir? ¡Si llevo siendo parte de esto desde el principio! En fin la hipocresía...


Una vez hechas las explicaciones, comenzamos a elaborar el plan. Esa tarde, después de comer, los tres iríamos juntos al segundo piso. Allí, Bya llamaría la atención de Monotori diciendo que han desaparecido cosas en la biblioteca y que necesitaba encontrarlas porque si no "se agobiaría mucho". Mientras eso ocurriera, Claudia y yo nos escabulliríamos al cuarto piso para intentar abrir con la llave las dos salas que están cerradas allí y ver qué  esconden. 

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2018 ⏰

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