Capítulo 5: Si quieres Donuts, Prepárate para el Relleno

21 1 1
                                    

Tras los traumáticos resultados de nuestra investigación conjunta, todos nos dispersamos. El piso nuevo era sin dudad...perturbador a la vez que revelador.

Ahora sabíamos que había ocurrido una "tragedia" en la academia, tragedia que nadie  parecía recordar. Las últimas palabras de Andrea sobre que había recordado algo no tardaron mucho en aparecer. Puede que...¿esa tragedia fuese lo que la llevo a volverse loca?

Pero entonces...¿que relación tendría ella...? No, ¿qué relación tendríamos todos nosotros con ella?


Darle vueltas a las cosas estaba dándome dolor de cabeza, así que después de comer me fui a dar un paseo por la academia intentando evitar ir a la quinta planta. No tardé mucho en encontrarme a alguien, que resultó ser Ana. Estaba en la primera planta, sentada en un aula. 

— Buenas tardes.— dije acercándome a la escritora.

— ... — no obtuve respuesta alguna de mi interlocutora, que ocultaba su rostro entre sus brazos.

— Hm...¿Ana, estás ahí...?— dije acercándome más, pero seguía sin obtener respuesta alguna. Suponía que se habría quedado dormida, así que iba a irme cuando noté que algo estaba tirado en el suelo: era una libreta. 

— Supongo que se le habrá caído al dormirse...— dije para mi mismo, y me dispuse a recogerla, pero antes de que pudiera el brazo de Ana me apartó.

— No puedes leer eso, aún no está terminado...

De la sorpresa pegué un salto y casi me caigo contra las mesas, pero gracias al cielo simplemente me caí contra el frío y duro suelo. 

— ¡A-Ana, no me des estos sustos!— dije recuperando la respiración mientras la escritora se levantaba y recogía la dichosa libreta.— ¿Tu no estabas durmiendo?

— Hm, puede...— y sin más se sentó y volvió a "dormirse". 


Tras ese suceso, decidí seguir con mi paseo como si nada hubiera pasado. Entre tanto, me encontré a Leyre en el pasillo. Estaba sentada allí, con la única compañía de su libreta. Como mi encuentro con Ana había resultado ser un poco fiasco, intenté hablarle.

— Buenas tardes...— dije algo temeroso.

— Buenas.— dijo la dibujante sin apartar la vista del cuaderno.

— Hm...¿puedo ver lo que estás dibujando?

— Claro.— dijo sin más, y con la misma rapidez me senté a su lado a observar. 

La chica estaba dibujando a un tío en bicicleta, supongo que sería algún deportista famoso o algo así, decidí no preguntar por si acaso. 

— Hm, y entonces....a ti te gustaba dibujar, ¿no?

— Ya tuvimos una conversación como ésta hace tiempo paso de repetir.— dijo ignorando mi pregunta.

Estuve un rato mirando como dibujaba hasta que sentí que mi presencia no era necesaria y me fui por donde vine. 


Después de mis dos interacciones fallidas con la gente, decidí largarme a mi habitación a dormir o algo que no requiriese pensar en los misterios de la academia, pero vaya no era mi día de suerte, porque Claudia estaba esperándome delante de mi puerta. 

— Buenas tardes...— dije desanimado.

— Parece que has estado ocupado.

— Bueno, digamos que me ha quedado claro que no soy bueno interaccionando con la gente. 

TwitterRonpa (Danganronpa Twitter Version) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora