Hong Jisoo.

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La noche estaba en pañales, la luna había salido hacían siete horas atrás. La fiesta acababa de comenzar.

Jihoon, de traje elegante, entró a la discoteca a la que el americano asistía cada sábado en busca de alcohol para librarse de todas las "culpas" (que en realidad sólo era un pretexto para emborracharse) que sentía luego de acabar con una vida.

Hong Jisoo, era la mano derecha de Seungkwan; cuando el primero no hacía el trabajo sucio, era Jisoo quien se encargaba de robar vidas. Tan sólo un día había pasado de la muerte del sicario, el americano aún estaba en shock y una vez más buscó refugio en la bebida.

Jihoon se instaló junto a la barra, pidió una copa de Brandy y esperó. Varias chicas alcoholizadas se le acercaron, siendo totalmente ignoradas por el chico trajeado quien seguía buscando con la mirada a su objetivo.

Finalmente lo encontró, sentado en la zona VIP con una mujer a cada lado de su cuerpo y tomando un vaso de quien sabe que bebida. Aquel bastardo, amante de las fiestas, las mujerzuelas y el alcohol... tan sólo le faltaba el barco para ser como en las películas.

—¿Quieres bailar, guapo? —preguntó una mujer con escasa tela en su vestido.

—Lárgate de aquí, zorra —espetó.

Ofendida, la mujer quiso darle una bofetada, pero Jihoon sujetó su muñeca y la apartó de mala manera antes de alejarse y abrirse paso entre la gente. Jisoo se había levantado de su asiento, debía seguirlo y aprovechar un momento de soledad y su borrachera para sacarle información antes de matarlo.

—No, no pasarás por aquí —un sujeto de aproximadamente dos metros, de grandes brazos y expresión adusta le impidió el paso—. Esto es sólo sección privada.

—Oh vamos, campeón, me urge ir... déjame pasar y te haré un favor más tarde —Jihoon sonrió y desvió la mirada hacia una mujer, cuyo rostro resaltaba entre los demás debido a su excesivo maquillaje—. La conozco, se llama Kyung Ah —mintió.

—Bien, más te vale cumplir con esto, enano —advirtió moviéndose a un lado.

Jihoon puso los ojos en blanco, por la facilidad de soborno que tenía aquel hombre y fue escaleras arriba hasta los baños privados. Al entrar al lugar, vio como Jisoo se tambaleaba sobre el orinal y se sujetaba de la pared para no caerse.

Esperando unos pocos minutos a que el desconocido que allí estaba se fuera, Jihoon cerró la puerta con cerrojo, se quitó el blazer y se acercó al americano que había terminado de orinar. Tomándolo del hombro, lo volteó y le dio un fuerte golpe en la nariz, haciendo que el chico se golpeara contra la pared y cayera sentado a suelo.

—¿Quién de ustedes fue el hijo de puta que mató a JeongHan? —gruñó, agachándose hasta estar a su altura y tomarlo por el cuello de su camisa.

—Y-yo no... no fui —balbuceó—. La última vez que maté a alguien fue a tu madre... —respondió, ganándose un puñetazo en el estómago.

—¡¿QUIEN FUE?! —exclamó, dándole un nuevo golpe entre cada palabra. Jisoo comenzaba a escupir sangre, su camisa blanca y las manos del rubio estaban totalmente manchadas.

—El jefe envió al otro equipo... nosotros sólo ayudamos a encontrarlo —confesó.

Jihoon se levantó, y jaló al otro para levantarlo también. Mientras Jisoo trataba de recuperar el aliento perdido, Jihoon sacó su cuchillo Rambo II y lo clavó repetidamente en el estómago del mayor, quien comenzó a toser y escupir sangre en la ropa de su asesino.

Una vez que había acabado con él, lo empujó dentro de un cubículo y cerró la puerta colocando el cartel de baño clausurado. Lavó sus manos, y tiro agua en el suelo ensangrentado mientras comenzaba a pasar el trapeador que allí había.

Una vez que todo estuvo limpio, colocó el cartel con la inscripción "Cuidado, suelo mojado", volvió a ponerse su blazer para tapar la sangre en su camisa y salió del baño. Ahora debía lograr que aquella castaña se fijara en el gorila de seguridad.

—Van dos, sólo quedan nueve...

Revenge (JeongHoon) #KpopAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora