Choi Seungcheol.

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Esto sería sencillo. Mucho, en realidad.

Su próxima víctima, Choi Seungcheol, organizaría una fiesta cuya temática sería "Antifaces en la noche". Aquel tipo, hombre millonario y reconocido (secretamente parte del equipo de Junhui), era alguien demasiado fácil de llevar a la cama; un par de palabras y toqueteos atrevidos bastarían para tenerlo a sus pies. Sobre todo, si no lo reconocía gracias al antifaz.

Su plan era ese: seducirlo, llevarlo a una habitación y acabar con él en la cama. Pero claro, no de buena manera. Jamás se acostaría con uno de los asesinos de su prometido.

Jihoon se colocó el antifaz negro con detalles dorados y plateados, y acomodó su corbatín frente al espejo.

—Esta será una larga noche —le dijo a su reflejo.

Guardando su arma y cuchillo entre su ropa, partió a la gran fiesta. La mansión Choi estaba en medio de la ciudad, donde toda le gente adinerada vivía con sus innecesariamente grandes casas.

Aparcó su auto junto a los demás, y bajó. La seguridad pidiendo las invitaciones le impedía el paso al interior del terreno cercado. Debía distraerlo de alguna manera: cuando nadie más que el guardia y él se encontraban en la calle, Jihoon tomó una piedra y la lanzó contra un auto, haciendo añicos una de las ventanas.

Hizo una mueca, ya que aquella no había sido su intención, y se limitó a ver como el hombre se acercaba al carro en cuestión con la guardia en alto y un arma en su mano. Rápidamente, Jihoon se escabulló por la entrada y caminó por el gran patio delantero de la mansión hasta llegar a la entrada donde lo esperaban las puertas abiertas de par en par.

El gran vestíbulo estaba repleto de gente: mujeres con elegantes vestidos hasta el suelo y muchas joyas sumamente caras. Hombres trajeados sujetando copas de champagne mientras hablaban tranquilamente con sus acompañantes y demás.

El rubio guardó sus manos en sus bolsillos y comenzó a caminar por el lugar, buscando a Seungcheol con la mirada. Lo reconoció fácilmente; de traje azul metálico, antifaz plateado, labios carnosos y orejas grandes.

La primera hora y media, Jihoon habló con varias personas, ajenas a su identidad, como si de un hombre de negocios común y corriente se tratase. Cuando vio que su objetivo al fin se encontraba solo, decidió acercarse.

—Disculpa, tu eres Seungcheol, ¿verdad? —preguntó Jihoon, cambiando un poco su voz. El azabache asintió y sus ojos se fueron a los rosados labios del rubio antes de mirar sus ojos— Para ser honesto, no he podido dejar de mirarte desde que llegué... he venido con mi padre y hace unos instantes pude ser capaz de liberarme de él.

—Oh, es un placer... —dijo extendiendo su mano, y esperando a que él contrario dijera su nombre.

—Woozi, dime Woozi —sonrió—. Lamentablemente, tendré que dejar la fiesta antes de que termine, pero... supe que tú y tu pareja terminaron hace poco, en verdad lo siento. Mi novio también me dejó hace unas semanas... —hizo una mueca— ¿Qué tal si nos divertimos un rato para olvidar las penas? —preguntó, acercándose a su oído y apoyando su mano en el vientre del mayor— Sería divertido tener al menos un buen recuerdo de esta fiesta, ¿no crees? Aunque tendríamos que hacerlo rápido, no hay mucho tiempo...

La mano de Seungcheol se fue a la cintura del rubio desconocido y se acercó a su oído.

—Por supuesto, sígueme arriba —susurró.

Jihoon sonrió de lado y asintió. Su sonrisa, aunque para el azabache pareció una seductora, para el rubio tenía totalmente otro significado.

Seungcheol condujo a Woozi escaleras arriba hasta llegar a una habitación alejada del bullicio de la fiesta; sin decir palabra, se quitó el blazer, el antifaz y desabotonó su camisa, el rubio rio por dentro... en verdad se tomó en serio lo de "tendrá que ser rápido". Jihoon alagó el buen físico del mayor y sintió como este lo aprisionaba contra la pared, atacando sus labios con fiereza.

Después de unos pocos segundos, Jihoon separó al mayor de su cuerpo y se agachó para desabotonar y bajar su pantalón, junto a su ropa interior. Volvió a ponerse de pie, sintiendo como los sucios labios del sujeto atacaba su cuello mientras sus manos trataban de quitar el blazer.

Llevó una mano a la espalda del mayor, y la otra fue a parar a su espalda sujetando el cuchillo que escondía dentro de su pantalón y sacándolo rápidamente para clavarlo en el estómago del contrario. Automáticamente, Seungcheol contuvo la respiración y sujetó el lugar donde su carne había sido rasgada, alejándose de Jihoon.

—Buenas noches, Seungcheol... —sonrió quitándose el antifaz y mirando con desprecio al mayor—. Será divertido verte mañana en las noticias; "Encuentran a Choi Seungcheol muerto y desnudo en su cama". Dios mío, no me gustaría pasar tal vergüenza.

—¿Por qué...? —preguntó adolorido.

—Y tienes el descaro de preguntarme... —rio con ironía— Ustedes mataron a JeongHan... ahora yo me estoy encargando de devolverles todo lo que me hicieron —respondió sacando su arma y el silenciador de sus medias y ajustándolo al arma—. Increíble que no lo hayas notado... eres tan fácil. Casi una zorra.

Seungcheol, trató de correr y tomar algo con que defenderse, pero la herida le impidió moverse con rapidez. Jihoon tomó su hombro y le dio un golpe, en la cara tirándolo a la cama.

—Disfruta de la fiesta, Seungcheol-ah —dijo antes de dispararle al pecho dos veces.

Seungcheol quedó tendido en su cama y Jihoon volvió a ponerse el antifaz antes de salir de la habitación con sus armas escondidas.

—Van cuatro... faltan siete.

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Bueno, esta fue mas larga que los demás. Pero es que me copé escribiendo xD

Espero que les haya gustado, sé de un par de personas que querrán matarme. Pero, ¡no me arrepiento de nada! -huye-

Revenge (JeongHoon) #KpopAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora