Forbidden | Raura TERMINADA

XIII. Cumpleaños

Laura

— ¿Seguirás enojado conmigo? — le pregunto a Ellington haciendo puchero.

— No me hables, Laura. No quiero saber nada de ti. Ni siquiera voy a saludarte por tu cumpleaños. Mi regalo se lo quedará Rydel.

Ruedo los ojos y sigo comiendo. — Eres un inmaduro.

— Y ahora comenzarán otra vez... — murmura Ross a mi lado.

— ¡Te sacaste ocho de quince en "¿Cuánto conoces a tu mejor amigo?"! — me grita Ellington. — ¡Eres una pésima amiga!

— ¡Las preguntas eran difíciles! ¿No podían ser "¿Con cuántas ha follado?" Eso es fácil. No, me tuvo que preguntar a qué planeta te irías.

— ¡Marte! No era difícil.

— Hagamos algo, hazme preguntas ahora mismo.

— Bien. Quince.

Asiento sonriendo. Sería fácil.

— ¿Con cuántas mujeres he dormido?

Veamos... Kelly, Rydel, Natasha...

— ¡Tres!

— Error. Más de diez.

— Dijiste dormir. Esas son follar. — digo.

— No todos somos como tú, Laura. — responde. — ¿Lugar favorito?

— Esa es fácil. Miami.

— ¿Has estado en Miami? — pregunta Rydel sonriendo emocionada.

— Claro, fuimos para mis 18. — le responde. — ¿Pasatiempo favorito?

— Follar. — respondo automaticamente.

— No. Eres pésima en esto. Pasar tiempo con Rydel.

Rydel suspira y lo besa, provocando que Ross ruede los ojos.

— Que cursi. Bien, soy pésima en esto pero tú no lo harías mejor que yo.

— Pruébame. — me reta sonriendo triunfante.

— ¿Con cuántos he dormido?

— Dos.

Mierda. Sabía.

— ¿Con cuántos he follado?

— Más de diez han sido.

— ¿Lugar favorito?

— Italia.

— ¿Película favorita?

— Pretty Woman.

— ¿Cantante favorito?

— Bruno Mars.

— ¿Libro favorito?

Esa no podía saberla.

— Orgullo y prejuicio.

— ¿Comida favorita?

— Pizza.

— ¡Oh, ya sé! ¿Mi peor cita?

— Con el hijo de un empresario. Te ha tocado el trasero en público y se rió estúpidamente cuando lo hizo. Además toda la noche fue hablar sobre él y su dinero de papi.

¿Cómo sabía tanto de mi?

— ¿Aún lo recuerdas? — pregunto confundida y él me guiña el ojo.

— Me has hablado por días y días sobre ello.

— Bien. Tú ganas. — murmuro.

— Lo sé. Soy increíble. De todas formas, te quiero. — dice y me abraza con fuerza. — ¡Mi niña cumplirá 25 años en cinco minutos!