Forbidden | Raura TERMINADA

XX. Adiós.

Hay que ser valientes, queridas lectoras.

Laura

Suelto un bufido por tercera vez. Ellington es exasperante cuando se lo propone.

— ¡Dame mi pasaje! — grito.

— Sin pasaje no puedes irte. — responde sonriendo orgulloso.

Ruedo los ojos. — Sacaré otro.

— No te vayas, Laura...

— No puedo seguir aquí. Quiero olvidar a Ross de manera definitiva, quiero rehacer mi vida y empezar de cero. Lo necesito.

Ellington suelta un suspiro y se sienta en el sillón, yo hago lo mismo. — Realmente te irás... — murmura y asiento. — Te extrañaré mucho, nena. Eres la mujer más maravillosa e increíble que conozco sin contar a Rydel. Lamento el daño que te ha causado Ross... Deberías hablar con él.

— Ellington, no puedo hacerlo... Lo siento. Estaremos en contacto. Te lo prometo.

— De acuerdo. ¿Vamos al aeropuerto? Tu vuelo sale en una hora.

Sonrío levemente mientras asiento. Hoy sería el último día en el que vería a todos, no volvería en un largo tiempo.

— ¡Te voy a extrañar demasiado, hijita! — exclama mi mamá llorando.

Río levemente y la abrazo. — Estaré en contacto... Cualquier cosa, pueden llamarme.

Vanessa solloza mientras se une al abrazo. — ¿Qué haré sin mi perra egocéntrica? Te extrañaré mucho, Laura... Iré a visitarte pronto con Lucas. Estoy orgullosa de la increíble persona que eres, muestrales tu verdadero ser. Lo harás genial. Los hombres italianos no podrán sacar los ojos de ti, pronto lo olvidarás.— dice y mis ojos se llenan de lágrimas. Me alejo de Ellen y la abrazo con fuerza.

— Gracias por todo, no has sido mi mujer favorita pero has cambiado bastante desde que te casaste. Has vuelto de tu luna de miel por mi... Gracias, Vanessa. Te quiero mucho. — murmuro llorando con ella.

— ¡Yo no soy de las mujeres que lloran, Laura! ¿Qué está mal conmigo? — pregunta causando mi risa.

Mi padre se acerca a mi y me abraza. — Te extrañaré. No será lo mismo sin ti.

Sonrío levemente y le correspondo el abrazo. — Estarán bien. Seguiré en contacto. Siempre pueden venir a visitarme, tienen su mansión en Italia.

— Iremos.

— ¿Realmente tienes que irte? — pregunta Ellington cuando llega su turno para abrazarme. — Siempre recuerda lo especial y única que eres. Gracias por todo lo que has hecho por mi. Estoy realmente orgulloso de ti y de la mujer en la que te has convertido. Te amo, Laura.

Lo abrazo con más fuerza de lo normal y me acurruco en su cuello mientras lloro. 
— Siempre has sido mi ancla, quien me ha contenido y salvado... Eres lo más valioso que tengo, ¿lo sabes, verdad? Jamás me olvidaré de ti ni de nuestra amistad. Te quiero mucho, idiota.

— Creo que voy a llorar... — susurra. — Está mi novia presente, no quiero llorar.

Suelto una carcajada mientras lo golpeo en el hombro. — Imbecil.

— ¡Laura, te extrañaré mucho! Eres la mejor. Gracias por la linda amistad y por haberme dado una oportunidad. — dice Rydel abrazándome con demasiada fuerza. — Quiero tomarme una foto contigo. Estamos llorosas pero no importa.

Río y le paso mi celular a Ellington para que nos saque la foto, Rydel me abraza y yo sonrío.

— Mis mujeres favoritas. — dice sonriendo levemente.