IV. Un lado desconocido

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Ross

Yo debería estar en la fiesta de Rydel. Si, ahí debería estar. No en un aeropuerto con una mujer malcriada y egoísta que todo lo que quiere lo tiene al instante solo porque es jodidamente millonaria y cree que tiene el mundo a sus pies. Justo ahora, quería ahorcarla por estar chillando histéricamente en el telefono.

— ¡No puedo creer que me hagas esto! — vuelve a decir por décima vez. — ¡No pienso hablar con ella ni asistir a esa estúpida fiesta solo por una estúpida empresa! Ve tú entonces, yo no iré. ¡Se acostó con él! Bien, me alegro de que tenga la estúpida enfermedad. Eso se llama karma.

¿Se alegraba de que una persona tuviera una enfermedad? Cada vez me desagradaba más.

— ¡¿Ella tuvo una vida díficil?! — explota Laura. — ¡Se acuesta con un hombre, luego se da cuenta de que tiene una enfermedad y que se está muriendo lentamente! Oh, que vida tan dificil en comparación a la mía.

¿Su vida era díficil? Por dios... Claro, todo tenía que ser ella.

— ¡Bien, la veo en el infierno en ese caso porque con suerte estará ahí en dos meses! ¿Tienen una familia? Oh, pobrecitos... ¡Me importa una mierda! Ella, él y toda su familia me importan una mierda. ¡Déjame en paz, joder!

Luego de eso, corta la llamada y estampa su celular contra la pared. Su costoso y moderno celular... ¿No me lo podría haber dado? Era genial.

— Los odio tanto... — murmura sentándose a mi lado y apoyando su cabeza en mi hombro.

Las ganas de levantarme se van cuando noto que está llorando, en ese momento me doy cuenta de que ella no es la mala de la historia y sea lo que sea que pasó la ha afectado demasiado. Sin darme cuenta, le estoy acariciando la mejilla secándole las lágrimas. Cuando veo lo que estoy haciendo, estoy a punto de sacar mi mano pero noto una sonrisa leve en ella así que simplemente la dejo allí y sigo.

— Siento haber hecho una escena... ¿Hoy es la fiesta de tu hermana?

— Si, se llama Rydel. Tiene 28 años, es una de mis hermanos mayores. Le planeamos una fiesta sorpresa, Rocky y Riker se están ocupando de ello y Ryland de la música.

— Eso es muy tierno... ¿A qué hora es?

— Ya ha empezado hace... — miro mi reloj. — Media hora. Rydel creo que llegará en otra media hora, uno de mis hermanos la llevó al cine.

En ese momento, nuestro vuelo es anunciado y ella se levanta.

— Bien, en ese caso... Vamos, te llevo a la fiesta.

¿Qué?

Debe ver mi cara de confusión ya que sigue hablando.

— Es tu hermana mayor, le has planeado una fiesta con tus hermanos y ni siquiera estarás allí. Estoy segura de que querrás ver su cara de felicidad y emoción, no dejaré que te lo pierdas. Londres se puede ir a la mierda.

¿Estaba dejando su trabajo? ¿Por mi? Ya no entendía nada.

— Yo... ¿Y la junta?

— Diré que se ha cancelado mi vuelo y no pude ir. Seguramente hagamos una videoconferencia durante la semana. ¡Ahora muévete, Lynch! — dice y me agarra la mano para después arrastrarme hacia la salida. — ¡Menos mal que aún no te has ido! Necesito que nos lleves a la casa de Ross Lynch, él te dirá la dirección. Luego llévame a mi casa. — le manda a su chofer y él asiente mientras le abre la puerta.

Le doy la dirección y me subo despué de Laura. Aún no podía creer que ella faltase a la junta por la fiesta. No era la Laura que la conocía...

¿Yo conocía a la verdadera Laura?

— Descuida, tendrás tus días libres. No dejaría que te perdieras la boda de tu hija ni en sueños, tómate dos días más y disfruta un poco con tu esposa. — le dice a Jeff, el chofer.

— Muchas gracias, señorita Marano. No hace falta esos dos días...

— Tómatelos. En serio. Yo estaré bien.

— De acuerdo... Llámeme si necesita que la lleve a algún lado.

— Está bien. De todas formas, no sucederá.


Cuando llegamos todavía no estaba el coche de Rydel, me giro hacia Laura y le sonrío. — Muchas gracias, Laura. ¿Quieres venir? — le pregunto.

— No es mi tipo de gente ni tampoco mi tipo de fiesta. — responde. — Que la disfrutes.

Oh, cierto que ella no se hablaba con gente inferior a ella porque era muy genial para hacerlo. Por supuesto que seguía siendo la perra malcriada, consentida y egocentrica que creía que era desde un principio.

Me bajo del auto con mi bolso en manos y entro a la casa sin despedirme de ella. Nuevamente estaba haciéndome sentir inferior y ahora no solo a mi, sino que también a mi familia. Que se pudra.

— ¡Sorpre... ¡Ross! — gritan todos cuando me ven y yo me río.

— ¿Todavía no ha llegado? Que suerte.

Me pongo al lado de mis hermanos y ellos me miran sorprendidos.

— ¿Has renunciado o qué? — pregunta Rocky.

— No, Laura me ha traído. No hemos ido a Londres porque ella quería que yo estuviera aquí.

— ¿Qué? ¡Ahora creo que me he enamorado de ella! — exclama Ryland.

Ruedo los ojos riendo. — No ha querido entrar porque somos inferiores a ella y no es su tipo de fiesta, ya sabes... Ella es de vino caro y música elegante.

— O tal vez simplemente no se sentiría cómoda al destacar con su ropa cara cuando todos acá estamos con ropa normal. Creo que deberías ser más comprensivo con ella, deja de ser un imbécil con Laura porque estoy seguro de que puede ser una mujer increíble si te das la oportunidad de conocerla. — dice Rocky nuevamente.

Estoy a punto de responder, pero en ese momento Rydel entra junto a Riker riendo y las luces se prenden.

— ¡Sorpresa! — gritamos nosotros y ella sonríe emocionada.

— ¡Gracias! ¡Ross, estás aquí! — exclama mientras corre hacía mi y me abraza.

Al instante la abrazo con más fuerza.

 — Te lo explicaré luego... Feliz cumpleaños, hermanita. — le digo dándome un beso en la mejilla.

— ¡Gracias! — responde y vuelve a abrazarme.

No pude disfrutar mucho la fiesta ya que mis pensamientos los ocupaba cierta castaña insoportable. Ella era un auténtico misterio para mi y no estaba muy seguro si la conocía realmente. ¿Era Laura la mujer que mostraba ser o era la mujer que le da días libres a su chofer para que disfrute su matrimonio y falta a su trabajo para asegurarse de que yo vaya a la fiesta de mi hermana?

Prefería idearla como una perra malcriada, egoísta, cínica, fría y cruel. De lo contrario, correría un riesgo que no estaba dispuesto a correr. Enamorarme de ella era imposible y prohibido, joder... era mi jefa y la hija de mi ex jefe.

Enamorarme de Laura sería arruinarme a mi mismo.







Forbidden | Raura TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora