Forbidden | Raura TERMINADA

XVII. Nuestro fin.

Solo para valientes

Odiaba las bodas. Realmente lo hacía, y esta no fue la excepción ni de cerca.

— Vanessa, ¿ya estás lista? — pregunto exasperada. — Llegaremos tarde.

— ¡Soy la novia! Tengo que estar bien.

— Hermana, estás hermosa.

Estaba feliz por ella, tenía lo que siempre quiso al fin. Aún no conocía a su pareja ya que estuve fuera de la ciudad por negocios, había salido una propuesta para una fundación en Georgia y quería evaluarla.

— ¡Mi hija se va a casar! — solloza mi madre. — Estoy tan orgullosa de ti. Te casarás con un hombre millonario y no tendrás que mover ni un solo dedo. Estoy demasiado orgullosa.

¿Qué? ¿Le enorgullecía que fuera una inútil? Mis hijos definitivamente serían criados de otra manera y lejos de ellos.

— ¿Podemos irnos? Mi novio me está esperando. — digo.

— ¡Ya quiero conocer a tu novio! Quiero saber sobre sus empresas y que tan guapo es.

Sonrío divertida. — Definitivamente lo amarás.

No, no lo haría.

Una hora después, estamos al fin en la iglesia. Mi madre estaba hecha un mar de lágrimas y yo simplemente sonreía. Bajamos del coche y Ellen entra a la iglesia para ir a su lugar, yo sería la dama de honor junto a otras dos amigas de Vanessa.

— ¡Te vas a casar! — chillan las amigas y Vanessa grita con ellas. Oh por Dios...

Ruedo los ojos y me asomo por la puerta buscando a Ross con la mirada. Lo localizo con un poco de dificultad, estaba al lado de mis dos primas y ambas le estaban coqueteando. Quería ir ya mismo a mi lugar. Mi mirada se dirige al novio y abro la boca sorprendida.

¡¿Era estúpida o qué?!

— ¡¿Con el mejor amigo de Kyle?! — le pregunto enojada.

— Lo amo, Laura. No es Kyle. — dice. — No todos terminamos como tú en la vida.

Jodida perra. Estoy a punto de contestar pero unas manos rodean mi cintura.

— Me han dicho que la mujer a la cual debía llevar al altar era jodidamente hermosa, pero... Has superado mis expectativas este día con ese vestido. — dice Kyle en mi oído y automáticamente me alejo.

— No me toques, imbecil. No me digas que tengo que entrar con él.

Vanessa me da una sonrisa de disculpa y yo bufo. Increíble. La marcha nupcial comienza a sonar y Kyle me ofrece su brazo, a regañadientes lo hago mientras instalo una sonrisa forzada en mi cara cuando entramos. Más de uno murmura al vernos pero yo miro al frente. Acelero un poco el paso para llegar más rápido y poder sentarme de una vez. A la mierda quedarme ahí parada.

Vanessa entra y cuando llega al altar todos se sientan, yo me separo de Kyle y voy a sentarme al lado de Ross. Más específicamente, en sus piernas. Él me abraza por la cintura y me besa la mejilla, mis primas me fulminan con la mirada.

— ¿Qué? — les pregunto acurrucada en el cuello de Ross.

— Siempre te quedas con nuestros hombres. — responde Emily rodando los ojos.

— ¿Ross es tu hombre? Linda, es mi novio desde hace tres meses.

Ross ríe suavemente. — Felizmente de novio.

Ellas bufan y le prestan atención a la boda. Era realmente aburrido, Kyle me incomodaba mirando para mi lado de forma lasciva. Quería irme ya. Afortunadamente, diez minutos después la ceremonia se termina y salgo de la mano de Ross. Mis padres estaban hablando entre ellos así que me acerco con Ross. Lo haría sola.