I. Perra Malcriada

2.6K 165 31
                                    

Laura

— ¡Muy bien gente, hora de salir de aquí! Algunos tenemos trabajo mañana. — grito apagando la música y más de uno se queja.

— ¡Es mi fiesta de cumpleaños! — chilla mi hermana mientras se coloca su camisa.

— Los treinta años no es algo para festejar. Es deprimente. ¡Todos largo! Ahora. — vuelvo a gritar y de inmediato la gente comienza a irse.

Ignoro las protestas de Vanessa y me voy a mi habitación, cuando me estoy colocando mi pijama la puerta se abre de golpe y Vanessa entra hecha una furia.

— ¡Estaba a punto de conseguir un exitoso empresario, Laura!

— Nada exitoso puede salir de alguien que viene a la fiesta de unos jodidos treinta años. Una... polla poderosa no te hará feliz.

— ¿Polla poderosa? ¿Es en serio?

— Poderosa y millonaria.

Uno podría pensar de que yo estaba bromeando pero en realidad no tenía sentido del humor y pocas veces me reía de verdad, al igual que mi sonrisa.

— Son hombres, Laura. Hombres.

— Con pollas.

— Eres imposible.

— Quiero dormir, Vanessa. Ve a tu cuarto, mañana tenemos nuestro primer día en la empresa de nuestro padre. Gran día... Saltando de alegría.

— Tal vez conozcas a un hombre que valga la pena.

Suelto una carcajada y al instante ella me sigue. Si, eso no iba a pasar.

— A no ser que viva en una mansión y gane millones por mes... No está en mi lista. Ya lo sabes.

— ¿Quién querría a un simple empleado cuando tiene a jefes y futuros jefes esperando por ti? Tienes razón, lo siento. Pero tal vez en alguna junta conozcas alguno.

— Ni siquiera tengo que molestarme por eso, papá concreta mis citas y yo solo tengo que asistir.

— Descartas todas.

— Porque todas son "Oh, yo tengo esto... Oh, yo tengo mansiones por toda Europa y millones y millones de dólares. Oh, mi polla millonaria hace maravillas." — digo con voz gruesa provocando un bufido en ella.

— Dudo que un hombre te diga "Mi polla millonaria hace maravillas".

— No, pero seguro lo piensan. Son tan... egocéntricos, egoistas y arrogantes. Sé que un día voy a casarme con alguien así pero quiero aplazarlo todo el tiempo necesario.

— Eso es totalmente estúpido, pero no soy quién para corregirte... Alla tú. Yo disfrutaré de todo lo que pueden ofrecer esas "pollas millonarias y poderosas".

— Cuando tengas una enfermedad por transmisión sexual veremos qué tan bueno es.

Lo cierto era que yo tampoco era una santa pero joder... Ella tenía sexo todos los fin de semana. Tenía la sospecha de que era una ninfomana o una mujer insaciable.

— ¡Buenas noches, Laura! — grita ella cuando sale de mi habitación y yo solo ruedo los ojos y me acuesto. Un largo día me esperaba.




Mis tacones resuenan cuando entro al edificio y todos se dan vuelta para mirarme discretamente. Más de una mirada va desde mi camisa hasta mi falda y finalmente mis tacones aguja. Repasandome. Por suerte llevaba mis infaltables anteojos de sol asi que nadie veía como yo rodaba los ojos al ver la forma en la que me analizaban.

Forbidden | Raura TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora