Y si Katniss hubiese muerto?

Ventajas de los juegos

Los agentes de La Paz nos llevan a un tren, es enorme pero lo primero que hago es asomar la cabeza por la ventana y despedirme de Ginna que ni me mira. La comida allí es exquisita, casi no puedo controlarme los modales cuando llega el pava ¿Como la gente del capitolio no engorda?

Los días los pasó bien hasta que llegamos al Capitolio y dos "estilistas", que yo los llamaría torturadores profesionales, vienen y me unguentan cosas pegajosas, me visten de negro y ya está. Mi traje es muy simple, camiseta y pantalón negros como el carbón, no es muy original comparado con lo que el hizo en  el pasado, pero da igual el traje mientras le guste a la audiencia.

Nos suben a un carro y la multitud aplaude, aprovecho para examinar a mis competidores: Distrito 1 con dos profesionales, distrito 2, 3 y 7 profesionales. Y luego están los demás, los demás y ella, tiene 18 años y está embarazada, la presidenta Snow dijo que el bebe si nacía en la arena sería como un comodín y no contaría, cualquiera podría salvarlo daba igual el distrito. Eso me puso furioso porque ese niño iba a nacer en mal lugar y seguro allí se quedaría a morir. Luego conocemos a nuestro mentor Haymich, es un borracho viejo que nunca ayuda a nadie, nos mira con una mirada inquisitiva.

– Bueno, otros pardillos para la arena–dice escupiendo– tu, la niña, tu no vales y tu el nene, tú tampoco.

La ira hierve en mi estomago, aprieto los puños y hago lo único que se hacer: Doy un salto con voltereta en el aire.

– Úsalo como arma– m dice.

Agarro una piedra y subo hasta una esquina casi sin tocar la pared, me quedo quieto y lanzó la roca todo lo lejos que puedo e instantáneamente salto, Haymich sonríe.

El dia de las pruebas estoy nervioso, pero creo que lo haré bien.

Entró en la sala corriendo y sin ni siquiera pararme agarro una roca y subo por las esquinas, salto a las lonas de arriba y me coloco encima de los jueces.

– Señores.

Me columpio un poco más y caigo con una voltereta para después hacer una ensayada reveerencia. Es básicamente lo que hacía cuando estaba en la Veta, me iba a los barrios ricos y saltaba para que me dieran unas monedas. Pero eso es lo que le gusta al Capitolio, espectáculo,y yo tengo mucho de eso.