ESPECIAL 2/3

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Me desperté empapado en sudor y me incorporé corriendo para ver que estaba pasando cuando noté un dolor en la espalda inigualable a cualquier otro.
–Debería estar muerto–Dije casi enfadado.
–Te concedo ese deseo– dijo Johana riendo.
Me levante y fui hacia mi madre la abrace y esperé a que hablara.
–Peeta me caía bien, era amable y bueno– no entendía ni papa– el quería a Katniss, ella murió y ahora el está con ella.
–¿Que dices mamá?
–Peeta se ha ido, se fue con ella, se fue por ti.
De repente lo entiendo todo  Peeta me salvó, por eso no estoy muerto, porque el me salvó, se interpuso entre el mono y yo por eso estoy vivo, por el.
Dejo a mi madre en el suelo y me voy a cazar por hacer algo, me cruzo con un chico de unos dieciséis años al que mato sin siquiera pestañear, me estoy acostumbrando a matar a personas, lo hago casi con desinterés ya es como matar piececitos en una pecera. En ese momento veo una niebla acercándose lentamente e instantáneamente se que no es buena, corro como si me llevase el diablo mientras le grito a Johana y a mi madre que corran, mientras corro tropiezo con algo, es el cuerpo de Peeta, esta sangrando y parece que tiene heridas por todo el cuerpo sus ojos están abiertos y fijado en la nada, le cierro los ojos y me lo llevo a rastras,  no se porque, pero no lo voy a dejar aquí muerto después de que me salvase la vida. Cuando llego con mi madre y con Johana, Johana me mira extrañada, le lanzó una mirada de suplica y me entiende, lo coge en brazos y corre, le doy la mano a mi madre y corro detrás de Johana arrastrando a mi madre detrás, la niebla comienza a lamernos los talones mientras nos causa un ardor horrible, mi madre amaina la marcha y sin pensarlo la cojo en brazos y corro con ella, llevándola conmigo parece que incluso voy mucho más rápido con ella encima mío. Cuando la niebla casi nos está alcanzando desaparece de repente, paramos y bajo a mi madre que ha recibido algo de niebla, Johana me mira como preguntándome que quiero hacer con un muerto.
–Lo logramos– suspira mi madre cansada.
–Si– dice Johana– pero, tenemos un cuerpo más ¿Qué quieres hacer con un cuerpo?
–Lo que deberían hacer con todos– digo sin inmutarme– dame tu hacha Johana.
Cojo su hacha y doy golpes a la tierra mientras cavo un agujero.
–Llegue justo a tiempo, un poco más y se lo habrían llevado.
Cuando acabo de cavar el agujero meto a Peeta dentro y lo tapo, se acabo, Peeta estará feliz ahora junto a Katniss, mi madre me abraza y es una de las pocas veces que sabe lo que está pasando con exactitud, por primera vez en mucho tiempo me consuela ella a mi, no llora, no se tapa los oídos, no escapa de la realidad, está aquí y está conmigo.

Y si Katniss hubiese muerto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora