Capítulo 2:
-Mami, ¿Por qué corrimos lejos de ese muchacho? .- aun comiendo creo que será imposible tenerla quieta si callada si no le doy una respuesta.
-Porque no lo conocemos, no puedes confiar en las personas así de fácil, hija.
-Pero me ayudo a bajar la nieve.- mi pequeña tiene solo 3 años, es lógico que aún no tiene malicia.
Tome mi plato con pasta y me senté a su lado en el sofá para comer las dos juntas.
-No dudo que puede ser una buena persona, pero no lo conocemos, no sabemos si tiene buenas o malas intenciones. Ahora come, linda preguntona.- Me dedico una linda risita y siguió con la pasta.
Tome el control del televisor y busque el canal donde pasan las caricaturas favoritas de Faith. Cuando por fin encontré el canal donde pasaban a ese típico pingüino que habla, Faith ya había terminado su comida.
-Voy por los helados, ¿Quieres servirlos tú?
-¡Sí!.- dijo emocionada.
-Muy bien, entonces traeré el bote y las tazas.- supongo que darle oportunidades a Faith de que haga las cosas por sí misma la hace sentir muy importante, eso me agrada.
(…)
-Vendré por ti a la misa hora de siempre, si ves que mami tarda más entonces Briana te cuidara y te dejara dormir una siesta hasta que yo llegue por ti, ¿de acuerdo?
-Sí, entendido.- puso su manita sobre su frente como si fuera un soldado y no pude evitar reírme.
-Muy bien, soldado Faith, vaya a jugar.- Faith asintió y salió corriendo con los demás niños al jardín.
-¿Por qué tardara más, señorita?.- pregunto Briana que estaba de otro lado de la pequeña cerca blanda del jardín.
-Savannah, llámame por mi nombre, es más fácil si me llamas así.- le dedique una sonrisa y ella asintió.- Tengo una exposición en la ultima hora de la escuela y creo que saldré un poco tarde, ¿no hay problema si se queda un rato más?
-Por supuesto que no, puedes dejarla todo el tiempo que quieras, es un amor esa niña y nunca me da problemas.
-Me da gusto escuchar eso.- Me sentí alagada por todas las cosas lindas que ven en Faith.- entonces me voy o llegare tarde.
“Maldición”, estúpidos taxis, ¿Dónde se encuentran cuando más los necesito?.
Tengo 15 minutos esperando a ver un taxi pero no hay ninguno, por lo menos ninguno desocupado. A este paso, será más rápido llegar caminando que si sigo esperando un taxi.
Resignada comencé a caminar pero al instante un auto llego a mi lado. Me quede quieta sin saber qué hacer y de repente el vidrio comenzó a bajar.
-Hola, que casualidad encontrarme contigo.- era ese chico del supermercado “Demonios”
No dije nada, me le quede viendo por unos segundos y después seguí caminando, como si no lo hubiera visto.
-Wow, tu desprecio me duele ¿sabes?. Solo soy amable, ¿Por qué me evitas?.- el chico me seguía con el auto mientras yo caminaba.
-Eres un extraño, no debería de hablar contigo.- le dije sin siguiera mirarlo.
-No soy un extraño, ya nos habíamos visto.
-Solo me ayudaste en el supermercado, además no sé nada de ti, mejor aléjate, me haces perder el tiempo.- le advertí
- Mi nombre es John McDylan. Ahora sabes algo de mi.- lo mire con desagrado. “Pero que infantil es este chico”
-Aléjate, por tu culpa llegare tarde.
-¿Llegar tarde a dónde? Yo podría llevarte.
Me alarmé, no quería darle más información y no quería ayuda de él.
Mire detrás de mí y a lo lejos vi un taxi en marcha. “Por fin, mi salvación”
-¡Taxi, espere!- pase el auto de ese chico “John” como se llame por detrás y comencé a mover las manos para que el taxi me viera.
-¡Oye, espera, no te vayas!- escuche que el chico gritaba desde su auto.
Gracias a dios el taxi se detuvo y por fin pude dejar detrás a ese tipo.
(…)
Pff, mis estúpidos maestros no aceptan que llegue tarde, pero si hablamos de mi maestra de literatura, en pocas palabras, estoy muerta.
Hoy disfrutó dar un sermón en la clase de porque no es bueno que los alumnos lleguen tarde y me utilizo a mí de ejemplo para que todos pudieran entender. “Estúpida maestra”
(…)
Hoy definitivamente no era mi día. La ultima clase donde se supone que tengo que exponer es en otro edificio del instituto y ya voy tarde, tengo que correr.
Tenía toda la velocidad de mi lado pero de la nada un chico salió en mi camino y choque con él, de frente, el chico me abrazo a su pecho para que no fuera a dar al suelo.
-De verdad lo siento, tengo prisa. Voy a una…
-No me puedes decir que esto no es el destino.- Maldición, como dije, no es mi día.-Te gusto estar entra mi pecho y mis brazos ¿no?
-Eres un imbécil.- le dije despreciativamente y simplemente seguí con mi carrera al otro edificio.
¡Mi presentación fue todo un éxito!
Por fin algo bueno surgió este día. Gracias a dios el profesor aun no llegaba al salón de clases así que fue como si nada hubiera pasado. Ahora el único problema es que ya voy una hora tarde para recoger a Faith.
Tome mis cosas rápido y las metí a mi mochila. Salí prácticamente volando del instituto, pude ver un taxi a lo lejos y comencé a hacer señas y a saltar para que parara. Lo logre. Tenía unos cuantos minutos para mí, aunque fuera en el interior de un taxi. Y entonces por fin pude preguntarme algo.
¿Qué demonios estaba haciendo ese tal John en mi escuela? Pff, y mi mala suerte sigue incrementando, parecía que en realidad si estaba en mi destino toparme con ese tipo.
Cuando llegue, no había nadie en el jardín “Demonios” supongo que Briana la llevo a una de sus habitaciones para que tomara la siesta así que decidí entrar a la casa.
No veía a Briana en la sala de estar ni en la cocina así que debo suponer que está arriba. Sin temor alguno por que alguien me viera en la casa, subí las escaleras, había lagunas puertas pero solo una estaba medio abierta, camine sigilosamente para poder ver por la abertura.
No puede ser. Es John…