Capítulo 7:
¿Qué sentido tenia contestarle? Seguro solo es para reclamarme algo más o simplemente tratarme como si fuera una mierda. Preferiría no contestarle, dejarla sola con su hija y posiblemente otro día que este mas clamada hablar con ella, aun que por alguna razón yo moría de ganas por hablar con ella.
(…)
Metí a Faith a la cama después de haberle puesto su pijama limpio y le puse algo de música lenta para que durmiera más tranquila, ella tomó su almohada y la abrazo fuertemente y en cuestión de minutos ya estaba dormida. Salí sigilosamente de su habitación y caminé a la cocina. Recogí los platos en los que habíamos comido la deliciosa sopa instantánea y me dispuse a lavarlos. En lo que lo hacía, tomé una cuchara y la llene de nutella.
Termine de lavar y me puse a secar, quería terminar lo más rápido posible, por alguna razón me sentía muy cansada y sin ánimos y no lograba entender porque si había dormido mucho.Mire mi teléfono que se encontraba en la mesa, no sabía si llamar de nuevo a John para ver si me contestaba o si solo dejarlo así, le había llamado como 8 veces y no me contestaba, era más que obvio que no quería hablar conmigo.
Preferí solo dejarlo así, no quería arruinar más las cosas de lo que ya estaban. Tome mi teléfono y me dirigí a mi habitación para dormir.A la mañana siguiente seguía muy cansada y sin ánimos, tendría que tomar algunas vitaminas, pero rimero tengo que apresurar a Faith para llevarla con Briana y que no se me hiciera tarde para ir a la escuela.
Gracias a dios Faith no era tardada así que logramos salir temprano del departamento, tomamos un taxi y después de unos cuentos minutos llegamos a casa de Briana.Apenas salí del taxi pude ver a John sentado en las escaleras de la puerta principal de la casa con la cabeza hacia abajo y sus manos sobre su nuca, por su posición podría jurar que se siente cansado.
Abrí la pequeña puerta blanca de madera del jardín y enseguida John miro hacia nosotras, se levantó apurado y corrió hacia mí.-Hola.- dijo John muy nervioso, como si fuera la primera vez que me viera y no supiera que decir.
-hola, yo, solo vine a dejar a Faith.- yo tampoco sabía ni como hablarle, me sentía incomoda.- vendré más tarde.- Faith entro corriendo a la casa y yo comencé a caminar.
-Savannah, espera.- llamó John y yo me di la vuelta. Nos quedamos en silencio, solo viéndonos por un momento.
-¿Hay algún problema? .- pregunte mezquinamente.
-No, solo quería darte esto.- saco de la bolsa de su chaqueta un pequeño bote de partillas y una cajita.- Son las medicinas que dijo el doctor que tendrías que tomar y algunas vitaminas.- asentí con la cabeza y tome la caja y el pequeño bote para después agradecerle e irme.
-Savannah, ¿No crees que sería mejor que te tomaras el día para que descanses?.- sugirió John ahora con voz más segura.
-¿Aún más? No gracias, no quiero retrasarme con mis deberes en la escuela.- rechace su idea y seguí caminando.
-Bueno, es una lástima ya que llame a tu escuela y les pedí que te dieran el día libre.- me detuve en seco, no podía haber hecho eso, voltee de nuevo y lo mire.- Si, llame en la mañana y les dije que estuviste en el hospital y lo tomaron muy bien, te dieron el día de hoy.No sé cómo habrá lucido mi expresión de sorpresa pero el idiota de John parecía disfrutarlo, tenía una pícara sonrisa de lado mientras me veía. ¿Ahora que podía hacer? Definitivamente no podría ir a la escuela, pensarían que había inventado lo del hospital y lo único que no quería era ahora quedar como una ridícula mentirosa.
No quería quedarme todo el dia sin nada que hacer, así que fácilmente había ideado un plan y John pagaría, eso era seguro...(…)
No pude evitar reírme por la expresión de Savannah, eso definitivamente no lo esperaba y era más que notorio por su cara de estupefacción, me sentía como si hubiera ganado, aunque no haya ganado nada en realidad.
De repente la cara de Savannah comenzó a cambiar, ya no estaba enojada ni sorprendida, su cara cambio a una sonrisa casi divertida, como si hubiera contado un gracioso chiste y fue ahí cuando comencé a preocuparme y la sonrisa que desapareció fue la mía.