Una oferta que no puedo rechazar

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-Lucky dijo que Zaun era peligroso, pues no mentía...- Fue lo único que Tommy pensaba mientras caminaba por las acaudaladas calles de Zaun, y qué decir del ambiente. Gente vendiendo cosas pirateadas y robadas por todas partes ya sean artilugios como teles o radios hasta armas hextech traídas de Piltover. No se podía decir que Tommy no había llamado la atención de algunos, ya sea por su traje avanzado o por su increíble parecido con Teemo.

Sin embargo a lo lejos dos hombres con apariencia de ser malosos lo señalaron mientras hablaban por un intercomunicador con alguien bastante misterioso. -Señor, creo que encontramos al yordle, ¿Tommy Moxley cierto?-

-Sí, ese es el objetivo.- Una voz con acento semejante al ruso se escuchó a través del intercomunicador.

-¿Lo matamos jefe?- Preguntó el tipo mirando a Tommy con una mirada asesina.

-No... lo quiero vivo. Tengo algo pensado para él.- Y con eso la voz se desconectó. Los dos hombres que estaban armados comenzaron a hacer señas que hizo que otros sujetos similares comenzaran a caminar otras calles que estaban al lado del camino de Tommy. Todo esto era un plan calculado para tenderle una emboscada al guerrillero el cual no estaba poniendo atención ya que estaba concentrado siguiendo las señales emergentes de su casco.

-Veamos... según las señales mi padre debió haber pasado por aquí siguiendo ese camino, ahora veamos donde podría haber ido.- Tommy se quitó el casco para poder ver mejor y vio que estaba rodeado de hombres armados que llevaban el mismo tipo de uniforme gris y al parecer no tenían muy buenas intenciones.

-Supongo que no me van a hacer una fiesta de bienvenida eh?- Tommy se movió lentamente y con cuidado para sacar sus armas pero uno de los mercenarios apareció por detrás de él y sin que se diera cuenta le dio un golpe en la nuca que hizo que Tommy cayera el suelo con sus luces apagadas.

*sueños raros de Tommy*

Tommy había logrado superar la pesadilla de haber pasado la maquina pincha ojos y ahora se dirigía por una pasarela hacia donde estaba el fantasma de su novia fallecida hace ya un par de años. Sin embargo se quedó de piedra cuando sintió que un científico yordle le disparó una jabalina con un lanza jabalinas que le atravesó una parte del pecho.

-La investigación de la efigie compensa cada vida que hemos perdido!- El ensangrentado y carbonizado yordle se acercó a Tommy, el cual había logrado arrancarse la jabalina del pecho y levantó su mano intentando decirle que no hiciera una locura, sin embargo sus intentos fueron en vano ya que el inventor le disparó de nuevo, pero esta vez la jabalina atravesó su mano. Tommy logró arrancarse la jabalina de su mano y el maniático se puso cara a cara con él. -No dejare que lo eches a perder...-

Sin embargo antes de que el inventor desquiciado lograra dar el golpe de gracia Tommy logró esquivar el disparo y de un giro le disloco el codo y le quitó el arma para luego dispararle una jabalina que le atravesó la garganta al yordle que cayó de rodillas tratando de respirar. Tommy se acercó al fantasma de su novia y le tomó la mano y con la otra le disparo una ultima jabalina en la cabeza al cientifico, matándolo de forma brutal. El guerrillero estaba muy herido, de hecho su indicador de salud que tenía en la espalda de su traje estaba parpadeando en rojo. Sin embargo a él no le importó y se quitó el casco pulsando el botón y se acercó al fantasma. Ella tomó su cabeza en sus manos y comenzó a acariciarlo y a susurrarle en su oído.

-Gracias Tommy. Ahora... te toca morir.-

-¿Qué?- Fue todo lo que Tommy alcanzó a decir antes de que el fantasma lo atacara.

*fin del sueño*

-Ah!- Tommy despertó asustado y vio que estaba encerrado en una celda. Se sentó en la cama en la que lo habían dejado y se tomó la nuca debido a que todavía le dolía el golpe que le dieron. Parpadeó un par de veces para ver a dos guardias frente a él, cada uno con una metralleta.

-Ya despertaste, ahora levántate y camina enano. El jefe quiere verte.- Él fue por detrás y comenzó a darle ligeros golpes con el arma lo que hizo que Tommy se levantara y empezara a seguir al otro que iba delante de él.

Los tipos llevaron a Tommy por varias salas donde habían hombres con una apariencia similar a los aristócratas bebiendo, apostando, fumando, y recibiendo bailes de desnudistas.

-Parece que se divierten bastante aquí no?- Tommy miró al que iba atrás de él y levantó una ceja.

-Andando.- A el hombre no le pareció dar gracia el comentario del guerrillero. Subieron por un ascensor hasta que llegaron al último y allí fue donde se detuvieron. Frente a Tommy estaba sentado en un escritorio un hombre afroamericano vestido en un traje de los caros y fumando un puro mientras contaba un fajo de billetes. Cuando el hombre vio a Tommy dejo de contar y miró al yordle.

-Ah señor Moxley, lo estaba esperando. Permítame presentarme, soy Djemba Lazarevic.- El acento ruso del hombre hacía pensar que no era norteamericano.

-Bueno señor "Lasaña", debo decir que la habitación del hotel estaba algo incomoda y que sus "azafatas" eran algo rudas.- Tommy se estiró un poco y señaló a los guardias que estaban detrás de él.

-Pues lo siento señor Tommy, pero dejándonos de bromas iré al grano. Tengo entendido que usted está buscando a su padre desaparecido. Pues yo tengo una oferta que no podrá rechazar. Yo podría ayudarte, si tú me ayudas a mi.- Lazarevic dejó algo de crack en el escritorio y comenzó a cortarlo con una tarjeta de presentación que tenía. Lentamente comenzó a olfatear para drogarse un poco.

-¿De qué habla?- El yordle lo miró.

-Vera señor Moxley, mis negocios en Zaun son mayoritariamente ilegales, vendo drogas, especialmente la cocaína, el crack y el acido. Desgraciadamente he estado bajo de fondos últimamente. Así que he planeado un asalto al banco más importante de Piltover, escuché que eras un buen tirador y creo que podrías ser el indicado para este trabajo. Yo sé donde está su padre y si me ayudas, podría decírtelo.- Tommy lo miró algo impactado.

-No lo hare, no robaré el banco de Piltover. Consíguete otro idiota para tus trabajitos.- El guerrillero negó con la cabeza lo que hizo que el mafioso se levantara lentamente de su silla.

-Señor Moxley, si no coopera, temo que se reunirá con su padre en otro sitio.- Los dos guardias acercaron sus metralletas a la cabeza de Tommy el cual comenzó a sudar un poco.

-Eh... sabe? Como que de repente tengo ganas de robar un banco en Piltover para usted especialmente. ¿Dónde firmo?- Tommy asintió de forma desesperada con una sonrisa falsa.

-Ah... que bien que haya cambiado de opinión. No se preocupe Tommy, no estará solo en esto, tengo a un equipo preparado para hacer esto.- Lazarevic siguió aspirando crack.

-Pero recuerda, robó el banco, me dices donde esta mi padre y no nos volvemos a ver. ¿Cierto?- Tommy le disparó una mirada asesina.

-Soy un hombre de palabra. Ahora usted solo tiene que cumplir la suya. Una cosa más, quiero el dinero en billetes pequeños, me gusta contarlo. Pueden llevárselo muchachos, ahora yo estoy muy ocupado con unos asuntos.- Ambos guardias se llevaron a Tommy por el ascensor al mismo tiempo que una chica semidesnuda estaba entrando en la habitación, al parecer el jefe iba a encargarse de asuntos bastante serios.

Mientras tanto en un sitio desconocido...

Teemo estaba respirando de forma desesperada, apenas había terminado la tortura y ya estaba acostumbrado a sentir el calor de su sangre corriendo. Frente a él estaba el mismo grupo de la otra vez y el líder estaba hablando por teléfono..

-Con que el hijo esta buscándolo eh? Pues podríamos esperarlo y hacer que se reúna con su padre, en el infierno!- Sin decir mas, la llamada terminó.

Teemo abrió los ojos completamente y solo una cosa se le vino a la cabeza. -Tommy...-

"Vaya sueño más extraño el que tuve. Nota mental, dejar el alcohol un rato.

La sociedad de lunáticos de Zaun vino a darme la bienvenida. O al menos eso me pareció a mí. Fueses quienes fuesen me dieron una tunda y me llevaron ante su jefe quien me ordenó robar el banco de Piltover para conseguirle dinero y podría decirme el paradero de mi padre. Ay... dios... que difícil están las cosas últimamente. Echo de menos la compañía de Lila, ella hubiera sabido cómo mantener la calma.

En cuanto a Lazarevic, que gran tonto, el crack no se corta, la cocaína es lo que se corta. No sé cómo lo sé pero lo sé."

~Tommy

Tommy: el Guerrillero de BandleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora