Laissez les bons temps rouler (Deja que los buenos tiempos sigan)

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Habían pasado tres días desde que Tommy había sido internado en el hospital de la Academia de la Guerra, en una decisión que causo algo de polémica entre los invocadores debido al hecho de que él no era un campeón de la Liga y mucho menos un invocador. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de Teemo y Tristana se logró que los conflictos se agravaran y aceptaron al guerrillero para poder salvarlo. Y Lila había estado esos tres días sentada al lado de su cama, cuidándolo de cualquier forma posible, mientras esperaba su despertar con muchas ansias, por fin los malos tiempos se habían terminado, y había mucho que ella quería decirle, pero si había algo que ella quería mas que nada, era tomarle esas mejillas de niño que él tenia y comérselo a besos.

-Tommy... cariño, espero que despiertes pronto...- Pensó la chica mientras acariciaba su mano. El guerillero se notaba ligeramente mejor que cuando llegó, sus heridas estaban vendadas y todos sus cortes cerrados, claro que hubo complicaciones con la ropa y sus sabanas que estaban prácticamente teñidas de rojo a causa de la sangre que no paraba de salir del cuerpo del yordle, pero nada que no pudiera arreglarse después de unos ligeros ajustes.

Afuera estaban los padres de ambos, Teemo, Tristana, Lulú y Veigar. Si había algo que se podía notar, es que Teemo tenía gran parte de su cara con vendas y banditas, ya que la cabeza era la zona donde él había recibido mas daño durante todo el tiempo que estuvo secuestrado. Los médicos le recomendaron tomarse un "tiempo sabático" para descansar y alejarse un poco del trabajo o lo militar.

-¿Un tiempo sabático?- Pregunto Veigar mirándolo sorprendido, ya que él siempre había visto al explorador como alguien trabajolico.

-Si Veigar, aparentemente mis ultimas lesiones fueron mas serias de lo parecido, y los doctores me han recomendado... mejor dicho obligado a tomar unas vacaciones, y lo peor es que tienen razón.- Teemo se quejó un poco poniéndose la mano en el cuello y la espalda.

-¿Estas bien?- Preguntó Tristana ayudándolo a sentarse con mucho cuidado.

-Si, solo me duele un poco la espalda.- Dijo Teemo intentando ocultar la verdad, sin embargo se sintió mal al ver la mirada de Tristana, y es porque él sabía perfectamente que no podía mentirle y mirarla a los ojos por lo que suspiró antes de hablar. -¿A quien engaño? No es solo eso, un día cuando estaba entrenando, me esforcé mucho y cuando estaba haciendo dominadas me caí de espalda dándome de lleno contra el piso, y maldición, me dolió bastante.-

-¿Y no me dijiste?- Tristana parecía estar molesta por esto.

-No quería preocuparte amor, ademas no te había avisado de eso.- El explorador se rascó el cuello riendo de forma nerviosa y ella se cruzó de brazos frente a él.

-Teemo...- Dijo ella seria. 

-Lo siento Tristana, no volverá a pasar.- Veigar y Lulú tuvieron que tragarse unas risitas al ver como la artillera era capaz de tener bajo control al explorador.

-¿Y que piensas hacer ahora Teemo?- Preguntó el hada. 

-Pues... probablemente pasar el Harrowing y la Navidad con mi sexy esposa.- Él le guiño un ojo a Tristana y esta pasó del enojo al sonrojo (hey, eso rima). -Probablemente nos vayamos de vacaciones a Jonia, oí que había unas buenas ofertas en esos resorts.

-Hmm ~ siempre quise ir a uno de esos.- Tristana le acaricio la mejilla y le dio un besito. -Pero aún tengo una duda, cuando Tommy estaba peleando con Will tenía una especie de aura verde alrededor de su cuerpo, al parecer era una especie de bendición mágica o algo por el estilo. Y como sabemos, Veigar y Lulú son los únicos magos que estuvieron allí así que. ¿Acaso fueron ustedes?-

-Yo no hago hechizos para ayudar, yo hago para destruir.- Dijo Veigar negando rotundamente con su cabeza.

-Y yo no usaría el verde para un hechizo, prefiero el purpura :3- Ella sonrió aplaudiendo de forma infantil.

Tommy: el Guerrillero de BandleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora