A la carga

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Base de SAnitY

A medida que Will ordenaba a sus guardias que aumentaran más la seguridad en el exterior de su base, Teemo era alimentado con pastel por sus secuaces mientras yacía atado en una silla. El explorador ya no tenía hambre, pero estaba siendo obligado a comerse el pastel en contra de su voluntad.

Fue en ese momento que Will llamó por el intercomunicador y uno de sus secuaces fue a contestar.

-Hombre, gracias por responder el llamado, por fin, como si no tuviera nada mejor que hacer.-

-Lo siento señor Will, eh... ¿Cómo esta?- Respondió el secuaz algo intimidado.

-Gracias por preguntar, estoy bien, la verdad es que esta maldad me hace sentir bien. ¿Qué tal esta nuestro pequeño prisionero?- Justo en ese momento Teemo se movió y tiró el pastel que le estaban llevando a la boca, lo que hizo que el trozo cayera al suelo y se ensuciara.

-Puaj... Will, ¡maldito miserable! Me las vas a pagar...- En ese momento Teemo fue interrumpido ya que le metieron otro trozo de pastel en la boca por las malas, lo que hizo que se lo tuviera que tragar.

-Si Teemo, yo me siento fabuloso, de hecho, nunca me he sentido mejor, rechoncho incluso, estoy tan harto de tu hijo que no te imaginas, me recuerda a como cuando vivía con mi madre. No es que... no la eche de menos.-

-Ya verás cuando llegué Tommy, te dará tu merecido... pero ¿Por qué me estando pastel todo el rato?- Preguntó Teemo con la boca llena de pastel antes de que le metieran otro trozo por la boca a la fuerza.

-Oh eso... pensé que sería algo malvado. No, en serio Teemo, nunca vas a poder volver a comer pastel. Ósea imagínate, una vida sin comer pasteles.- Y él se rio.

Cuando Teemo comprendió el mensaje lo miro con el ceño fruncido. -Desalmado...-

-Bueno, debo dirigirme a mis esbirros si me disculpas.- Dicho esto Will se dirigió a sus guardias y súbditos. -Escúchenme imbéciles, Tommy Moxley debe estar de camino, así que nada de jueguecitos u tonterías, quiero que cuando lo encuentren, lo destruyan, pero de forma brutal y sanguinaria, quiero su cabeza ante mí, así que nada de ataques defectuosos.-

-Si señor!- Dijeron todos.

En ese momento Teemo observo que el trozo de pastel sucio seguía ante él. -Agh... eso es inquietante.-

-Y sabes que? El pequeño Teemo parece hambriento. Vamos, denle el pastel que tiró al suelo.- Cuando dijo esto, uno de los esbirros de Will tomó el trozo de pastel que estaba lleno de pelos y tierra y lo dirigió a la boca de Teemo.

-¡No seas asqueroso Will, ese pastel está sucio! Ya verás Will!- Y el tipo le metió el pastel a Teemo en la boca y junto con otros dos lo obligaron a tragar.

-Si si claro, yo no soy el que este encadenado señor Teemo. Bueno, Will fuera.- Dicho esto el intercomunicador se apagó.

Por otra parte, ya en las cercanías de Noxus...

Tommy, Lila y el resto de los yordles habían caminado por un buen tiempo y ya comenzaban a acercarse a la base del enemigo, sin embargo, durante la ruta empezaron a avistarse señales que decían distintas cosas, tales como:

-FUERA DE AQUÍ!-

-ALEJATE!-

-ESTAS EN MI PROPIEDAD!

Antes de que pudieran seguir con su trayecto, un yordle montado en una extraña lagartija se atravesó en el camino:

-Muy bien! ¿Qué mierda esta pasando aquí? ¿Quién carajo son ustedes y que rayos hacen en MI propiedad?- El yordle conocido con el nombre de Kled, el Jinete Cascarrabias señaló a Tommy de forma amenzante con su arma, mientras su montura se mantenía quieta y silente.

Tommy: el Guerrillero de BandleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora