Las dudas de un niño

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Puede que Tommy fuera pequeño y bastante listo para su edad, aunque su círculo de amigos era bastante reducido, de hecho solo se reducía a Lila y Lucky, el cual era el hijo de Rumble y Poppy, y cuando Tommy le presentó a Lila, los tres se hicieron un gran grupo de amigos.

Un dia los tres estaban jugando en el bosque pero luego de unos minutos descansar un poco y hablar entre ellos.

-Oye Lila, tengo una duda ¿Por qué te llamaron Lila?- Lucky lo miro con cara de duda.

-Ay... es que según mi mamá mi pelaje es morado como el de las lilas y por eso me llamaron Lila- Ella le sonrió. -Y tu Lucky ¿Por qué te llamas así?-

-Pues, según mi papá me pusieron Lucky por que significa "suerte" en ingles y según mi mamá cuando yo nací les traje muchas bendiciones y suerte.- El explicó de manera bastante simple y luego ambos miraron a Tommy el cual estaba rascándose un brazo, él los miro.

-¿Qué?-

-Oye Tommy ¿Por qué te pusieron así?- Preguntó Lucky.

-Sí, tu nombre no parece tener ningún parecido o significado de algo ¿Por qué el nombre de Tommy?- Añadió Lila con la misma cara de curiosidad que tenía Lucky.

Tommy rotó los ojos. -Bueno... mis padres primero me tenían varios nombres, querían ponerme Johnny pero a mi mamá no le gusto, luego ella sugirió que me llamaran Andrew, pero mi papá dijo que era un nombre muy arrogante, así que tras largas discusiones, decidieron ponerme Tommy Moxley, porque creyeron que Tommy es un nombre sencillo y he aquí este servidor.-

Tanto Lila como Lucky estaban boquiabiertos con lo que les dijo su amigo, aparentemente Tommy era alguien con mucho sentido del humor y la positividad. 

Dos años después...

Tommy, Lucky y Lila habían entrado a la escuela y ahora mismo estaban en el recreo. Francamente a Tommy no le iba mal en la escuela, sus materias favoritas eran la lectura y los deportes, mientras que Lucky prefería las matemáticas y la química, y Lila... ella disfrutaba en las clases de artes visuales.

Sin embargo Tommy se había alejado de sus amigos y se había ido a la sala donde estaba el psicologo que ayudaba a los niños a resolver sus dudas personales y mentales. Cuando llegó a la puerta, el dio unos pequeños golpes y en unos segundos la puerta se abrió.

El psicologo abrió la puerta y miro a Tommy. -Oh, hola Tommy ¿Que pasa?-

-Hola doc, ¿puedo pasar? Necesito aclarar unas dudas que tengo y creo que solo usted puede ayudarme.- Tommy estaba mirando el suelo y entró sin esperar respuesta.

El adulto solo observó como el pequeño yordle entró y se sentó rápidamente en el diván con una mano sobre la otra. Suspirando él psicólogo acercó una silla y se sentó cerca del niño. -Bueno, cuéntame que te sucede Tommy.-

-Eh... vera doc, a mi no me pasa nada. Mas bien el problema es con mis padres.- Tommy no lo miró.

-¿Que pasa con tus padres?- El comenzó a anotar las respuestas en un cuaderno. 

Tommy suspiró y dudo un poco, pero respondió. -Pues... yo... creo que pelean entre ellos.- 

El psicólogo lo miró algo sorprendido. -Espera ¿me estas diciendo que tu crees que tus padres pelean?-

El niño lo miró y asintió. 

-Y... ¿Los has visto?-

Tommy volvió a asentir.

-¿Podrías contarme que sucedió?-

-Sí, es que... bueno, es algo complicado de explicar-  Tommy movió sus manos como si quisiera explicar algo y suspiró -Uff... bueno, veamos como lo diría Morgan Freeman... Ah sí! Ahora me acuerdo...-

-Un día mi mami me contó un cuento para quedarme dormido, sin embargo desperté unos minutos mas tarde y tenía un poco de sed por lo que quise ir a la cocina a buscar un vaso con agua. Sin embargo cuando iba volviendo me di cuenta de que la puerta de la habitación de mis padres estaba cerrada, así que miré por la perilla y entonces allí estaban. Mi mamá y mi papá estaban peleando! ¿Puede creerlo? Estaban sin nada de ropa, y haciendo unos movimientos muy raros y luego comenzaron a gritar muy fuerte, sobretodo mi mamá.-

Tommy miró al psicólogo, el cual estaba con los ojos completamente abiertos por todo lo que había escuchado. -Y... ¿sabes algo doc? Creo a mi mamá le gustaba ser golpeada, porque decía así.- 

Tommy se aclaró la garganta y trató de hacer una voz femenina. -Si! Si! Mas fuerte! Mas fuerte! Oh!- Pero el psicólogo le puso la mano en la boca, lo que hizo que se quedara callado.

-Eh... sabes Tommy? Porque no hablamos de eso más tarde? El recreo terminará pronto y deberías estar listo para entrar a clases.-

-Claro doc, gracias por todo.- Tommy saltó del diván y salió de la sala.

El psicólogo suspiro. -Uff... creo que ese niño crece muy rápido...-

Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, Tommy iba con una mano en su pequeña barbilla. -Me preguntó por qué a mi mamá y a mi papá les gustara tanto pelear? No lo entiendo, ellos siempre me dijeron que pelear está mal...- Sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio a su amiga Lila rodeada por otros yordles, al parecer ella era victima de acoso escolar por parte de otros debido a su apariencia y su actitud inocente...

Pero eso se iba a acabar... por las buenas o las malas...

-Hey!- Tommy se acercó al grupo y se puso por delante de Lila. -Déjenla.-

-Métete en tus asuntos!- Respondió uno que aparentemente era el líder de los abusones. 

-Dije... déjala en paz...- Tommy no titubeó y se mantuvo firme defendiendo a su amiga.

-¿Pero quien se cree que es este tipo?- El abusón miró a su grupo abriendo los brazos de forma burlona pero cuando se volteó se dio cuenta de que Tommy estaba frente a él con el ceño fruncido.

-Alguien a quien no le gustan los idiotas que molestan a otros... así mas vale que termines con tus tonterías o yo mismo haré que tengas que buscar una dentadura nueva.- Tommy levantó su puño de forma amenazante y el otro retrocedió buscando refugio entre sus amigos.

-Chicos, a él.- El infame ordenó al grupo que atacaran al niño pero ningunó lo obedeció. -¿Chicos?-

Todos sus amigotes estaban asustados y uno le susurró al oído. -Yo que tu no me metería con él. Es el hijo de Teemo y Tristana...-

El abusón miró a Tommy con los ojos abiertos debido a la sorpresa. Podía verlo... veía el mismo fervor que sus legendarios padres en los ojos de ese niño. Sabía que no iba a echarse atrás y miró a su grupo de amigos.

-Vamonos chicos, no perdamos nuestro tiempo.- Y sin decir mas el grupo se fue cobarde-mente.

Tommy miró a Lila. -¿Estas bien?-

Ella lo abrazó al instante. -Si... muchas gracias Tommy.- Lila luchaba por contener las lagrimas.

-Ay no fue nada Lila. Tu sabes que para eso estamos los amigos, para cuidarnos los unos a los otros.- El le devolvió el abrazo con gusto y cuando se separaron Lucky había salido del baño.

-Oigan chicos ¿Me perdi de algo?-

-No mucho Lucky. Solo una pequeña terapia de grupo amistosa.- Todos se rieron con el comentario de Tommy y se prepararon par ir a clases.

Tommy: el Guerrillero de BandleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora