Hora de dejar Jonia

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"No se cuento tiempo ha pasado... Pero como que me siento mucho mejor conmigo mismo. Aunque tengo una corazonada que me dice que debo ir aún más lejos... Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal."

~Tommy

-Ya te he enseñado todo lo que yo sé, ahora solo te falta terminarlo tú mismo. Ahora debes realizar por lo menos un movimiento diario que te acerque un poco más a tu meta, la cual es encontrar a tu padre perdido según me contaste.- Lee Sin estaba sentado frente a Tommy, ambos estaban en posición de meditación y bastante relajados.

-Gracias Lee, por todo.- Tommy le dio una ligera sonrisa.

-No tienes porque agradecerme Tommy. No te enseñé nada, solo te ayudé a que te conozcas a ti mismo. Si te acostumbras a poner límites a lo que haces, físicamente o a cualquier otro nivel, se proyectara al resto de tu vida. Se propagará en tu moral, en tu ser en general. No hay límites. Hay fases, pero no debes quedarte estancado en ellas, hay que sobrepasarlas... El hombre debe constantemente superar sus niveles.- El monje se levantó. -Creo que ya terminaste aquí Tommy, vuelve cuando quieras.-

Tommy asintió sonriendo y se levantó, no tardó mucho en despedirse de los monjes e irse del monasterio. Pero ahora era hora de volver a lo que había venido, y eso era buscar pistas sobre el paradero de su padre desaparecido.

"Mmm... creo que me quedare unos cuantos días más para andar de turista...-

Y empecé visitando a una curandera

-Pues debo decir que haces un té bastante bueno Soraka.- Tommy se acomodó en la silla y bebió un poco del té que Soraka había preparado.

-Muchas gracias Tommy. Así que ¿Cómo la has pasado en Jonia?- La hija de las estrellas se inclinó un poco para poder escuchar mejor al yordle.

-Pues...- Tommy bajo su vista hacia la taza y luego la levantó. -Es bastante bonito el lugar y las islas, pero estoy algo decepcionado ya que no he podido encontrar ni un rastro de mi padre.-

-Te comprendo Tommy... dame un minuto, creo que tengo algo que podría servirte.- Soraka se levantó y luego de unos segundos volvió con 3 pequeñas pócimas que le dio a Tommy.

-¿Qué es esto Soraka?- Tommy miró los frascos algo extrañado.

-Son pociones y pomadas curativas. Si te pasa algo, te pueden ayudar.- Ella volvió a sentarse para tomar su té.

-Vaya... mil gracias Soraka.-

Luego fui a visitar a un pobre y atormentado arquero que al parecer tiene una especie de corrupción dentro de él y se convirtió en un emo con arco.

-Si supieras todo lo que he sufrido... lo perdí todo por culpa de esos malditos noxianos.- Tommy estaba con Varus el cual le estaba contando sobre su trágico pasado.

-Te entiendo Varus, yo perdí a mi padre, bueno técnicamente no lo perdí, solamente desapareció y yo lo he estado buscando durante los últimos capítulos de esta historia de bajo presupuesto. Y según el autor debo pasar algo de tiempo junto a ti.-

Varus solo siguió con la mirada perdida. -No creo que puedes ayudarme.-

Tommy suspiró y sacó algo de su mochila, era una revista Playboy y se la lanzó a Varus. -Ten, léete esto y luego hablamos compadre. Confía en mí, eso te animará, solo trata de no ensuciarte y ya.- Varus se quedó observando la revista completamente confundido y luego la abrió.

Tommy: el Guerrillero de BandleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora