Capítulo I. Pequeña ûn

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Mithdidôr* es un bello y maravilloso reino élfico situado al sur del Bosque Verde, no muy lejos de Dol Guldur

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Mithdidôr* es un bello y maravilloso reino élfico situado al sur del Bosque Verde, no muy lejos de Dol Guldur. Para ser más precisos, este reino élfico se asentó en la Ensenada del Este de Rhovanion, pasando las Montañas del Bosque Verde y el Viejo Camino Forestal.

 Para ser más precisos, este reino élfico se asentó en la Ensenada del Este de Rhovanion, pasando las Montañas del Bosque Verde y el Viejo Camino Forestal

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Su tiempo atmosférico apenas variaba. Casi siempre el cielo estaba cubierto por nubes de diferentes tonos de grises, sin dejar paso a Anar*, como si de una gran sábana cubriendo el gran y extenso cielo color cyan se tratase, por no mencionar la gran frondosidad de los árboles de nuevo plantados en aquel páramo de las Tierras Ásperas, repoblada así aquella zona antaño deforestada; con un toque de humedad creando ese agradable y embriagador ambiente con olor a hierba recién mojada tras una gran tormenta de verano. La gente solía nombrarlo como el Reino Sombrío, debido al tiempo atmosférico que predomina en dicho lugar anteriormente mencionado y por estar tan sumamente cercano a la Colina de la Hechicería. Este reino pues, antaño se había tratado de la primera línea de defensa frente a las amenazas que avanzaban por el sur y sudeste del Bosque Verde; el norte y noroeste estaban asegurados por la defensa del reino de Thranduil Oropherion, aliado y amigo de la familia real de Mithdidôr.

Por estos lares, pocos se atrevían a aventurarse en los dominios del Bosque Verde, con especial inquina el adentrarse en los alrededores del Reino Sombrío, puesto que le precedían numerosos rumores, leyendas y mitos nada buenos para la reputación de Mithdidôr. Éste había sido acusado de criadero de alimañas, asesinos, incluso se rumoreaba la cría de monstruos, desde dragones hasta huargos (impensable para el mundo). Pero el más extendido de todos, quizá desde los inicios de este reino era que adoraban al gran Ancalagon el negro, el más grande de los dragones alados incluso por encima de Eru*; los primeros reyes que allí gobernaron se hacían llamar los Hijos del Dragón.

Las armaduras originales de su ejército se decía que eran negras y en rojo estaban detalladas cada parte de la criatura. Las hombreras tenían la cabeza del dragón sobresaliendo de ellas, en el torso estaba tallado al completo y los cascos eran la cabeza de la propia bestia, ubicado en la apertura de sus fauces donde los soldados y los propios reyes mostraban sus rostros. Después de numerosas batallas allá por la Primera Edad se había llegado a confirmar también su fortaleza: prácticamente impenetrables, tanto que haría pensar a uno que estaban fabricadas con las mismísimas escamas de un dragón; sin embargo, como si hubiera sido de un día para otro, aquellas labradas y únicas armaduras desaparecieron, quizá para esclarecer su reputación, de que no era un pueblo inmerso en la magia negra ni debía su lealtad a una criatura tan devastadora como lo era un dragón, y menos un dragón de Melkor*, o bien mantener la palabra de que siempre habían sido un mito para infundir terror en sus enemigos (una mentira piadosa). Únicamente se extendió por aquellas tierras que las armaduras que habían pertenecido a los reyes se hallaban en algún recóndito escondrijo bajo llave en aquel vasto castillo, manteniendo viva la llama de la verdad que una vez fue. Pero nadie jamás las encontró, y la veracidad de que hubieran existido alguna vez cayó en picado.

Dor e aran Thorin (Corazón del rey Thorin) | El HobbitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora