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Llegue al salón. Cuando todos me vieron entrar estaban hablando de mi, y ya se imaginaran de que...
Hasta que Morgan, una chica súper chismosa que se encarga de publicar los chismes en Facebook, vino hacia mí con una libreta, una pluma en la oreja y me dijo:

—Will, ¿Es cierto que te sacaron de Los Demonios, el grupo que tú hiciste e inventaste? -soltó una risa y se quitó la pluma de la oreja para empezar a escribir.

"Como cambian las cosas" -me dije a mi mismo.

—¿No piensas declarar, Turner? -frunció el ceño.

Todos susurraban de mi y decidí darme la vuelta y no contestarle a Morgan.

—¿No quieres hablar verdad? ¡¿Y qué hay de Lucy, William?! -gritó.

El salón escucho su comentario y quedaron atónitos.

No hice absolutamente caso y me senté en mi lugar.

—Ya que William no quiere decir nada lo haré yo. Parece que el rompiendo con Prescott no le afectó tanto, pues ahora está saliendo con Lucy. Vaya, que descaro.

Y nuevamente todos empezaron a susurrar y me miraban como si yo fuera Hitler o un asesino. Me sentía bastante incómodo y revise mi reloj de mano. Normalmente el profesor de inglés siempre llega un poco tarde y tenía que seguir soportando las estupideces.

Saque mi celular de mi bolsillo y fingí que tenía algo súper importante que hace, obviamente no, me puse a jugar Candy Crush.

Oí un ruido estruendoso y todos quedaron pasmados.

—¡Cállense ya! -gritó el Profesor- Basta de tonterías. Empezaremos con la clase de hoy.

Todos tomaron asiento y el profesor empezó a escribir en la pizarra, mientras que yo estaba ahí, tratando de olvidar mi maldito y bastardo problema.

Abrí la mochila y me lleve una sorpresa, ¡EL LIBRO! Me sorprendí tanto que brinque del susto y algunos me llegaron a ver, y para evitar que miraran por lo cual me asuste cerré la mochila.
Sabía que teníamos clase de Carpintería y que probablemente pudiese pedir prestada una herramienta para romper las cadenas y el candado. Lógicamente este maestro nunca te deja salir de su clase aunque te gane del baño y lo único que me quedaba era disimular y esperar.

—¡Hey! -susurró un chico atrás de mi.

Mire atrás y me dio un papel, el típico papelito para mensajearse en clases.

Lo abrí.

—Will, es cierto que estás saliendo con Lucy? 0.0

Hice bolita el papel y lo metí entre las bolsas que tenía la mochila.

Saque la libreta cuidadosamente con tal que no se viera el libro y unos bolígrafos y a note con detalle todo lo que decía la pizarra y algunas anotaciones.

Al final termino la clase. El profesor fue el primero en salir y ahí fue cuando todos empezaron a verme y a lanzar preguntas. Algunos eran tan cobardes que tenían que gritar a lo lejos para que no distinguiera sus voces.
Guarde todo, me colgué la mochila y salí corriendo al Taller de Carpinteria.

En seguida me encontré a Fitzgerald.

—¡Will! -gritó.

Seguía corriendo, hasta que me alcanzó en las escaleras.

—¡Will, espera!

Me detuve un momento.

–Tuve que correr todo esto -señaló todo el recorrido con su dedo anular y exhalaba.

—¿Qué quieres Fitz?
—Mierda ¿qué te pasa, Will?
—No me jodas que no lo sabes, Fitz.
—Si, ya lo sé.
—¿Y qué jodidos quieres?

Continúe bajando las escaleras.

—¿En serio has hablado mal de Mario?
—¿De verdad crees que yo haría eso? -torcí los ojos-
—Bueno, es que todos vieron la publicación en tu Facebook.
—Ya sé. Pero si vienes a decirme que me sacaron de Los Demonios, ya estoy enterado y casi media escuela.
—No era por eso.
—¿Y entonces? -me paré en el pasillo y él igual lo hizo.
—Sobre Amanda.
—Ash -torcí los ojos- ¿Qué tiene que ver?
—Me he enterado de lo de Fred.
—¡Ah! ¿Y viniste a decirme lo que ya sé? Obviamente, ya lo sabia, ella hablo conmigo. -me puse a caminar.
—No es eso, Will. Es que es una estupidez lo que estás haciendo.
—¿Hacer qué? -le mire fríamente.
—Juntarte con las Plástico.
—¿Qué tiene de malo? Ya no soy parte de ningún ...

Antes de terminar la frase, Fitz me interrumpió.

—Eres del grupo de los populares y no tienes la maldita necesidad de estar con las Plástico.
—Ellas son populares ¿no? Jaque Mate.

Se quedó callado. Llegamos a Carpintería y nos quedamos parados en la puerta.

—Es injusto lo que le estás haciendo a Amanda, Will.
—¿Y es justo lo que ella me hizo a mi? Haber, Fitz... ¿Ya escuchaste los rumores de Lucy?

Asintió.

—Entonces ya está, no hay nada que explicar. Punto. Adiós.
—¿Por qué te comportas así conmigo, Will?
—Quizás porque ya no somos amigos y porque fui sacado injustamente de mi propio grupo. Y no tienes que venir a insinuarme cosas que ya sé. Si quiero estar con las plástico ¿qué? Mi vida ya es miserable.

Tome el picaporte, abrí la puerta y la cerré en sus narices.

—Pase, Joven. -dijo el profesor de Carpintería.

Entre y me senté.

—Bienvenidos todos a Carpintería. Vamos a comenzar explicando las diferencias entre materiales de construcción y de carpintería.

Blah blah blah... tonterías, tonterías. Yo solo quería tomar algo y empezar a abrí el maldito libro.

Levante la mano.

—Si, ¿ehh? -dijo el profesor.
—William.
—¿Si, William?
—Está clase no está en mi horario, solo quiero algo para romper cadenas y un candado.
—¿Acaso vas a ir a la casa de tu ex novia, Will? -Dijo John.

John era deportista. Para ser más exactos, él es parte del equipo de Béisbol de la escuela. Uno de los mejores bateadores que he conocido. Su equipo se llama Los Rojos del Mal, son buenos, pero siempre han quedado en segundo lugar. El primero siempre ha sido de la escuela Zerch con el equipo Novena Sinfonía.

—Guarde silencio joven, Tyler. Puede tomar algo de aquel rincón. Ahí hay una lista, debes anotarte y colocar la fecha. Los objetos que se ocupen de forma ilícita le causarán expulsión inmediata y definitiva joven Will.

Me acerca al rincón y tome un tipo de pinzas y objetos puntiagudos que no sé cómo jodidos se llaman. Ni siquiera tenían nombre solo decía en los mazo "Propiedad de la escuela".
Tome la pluma que estaba justo entre hojas de la lista y escribí mi nombre:
Willam Turner - 25 de junio de 2015. Herramientas utilizadas 1,2,3,4,5,6. Prestadas.

Me lleve como pude todo eso y abrí la puerta con todas esa herramientas en el antebrazo. Y quería salir corriendo pero cuando lo hice todo empezó a caerse haciendo sonar un estruendoso sonido.

Cuando estaba apunto de recoger todo, una mano se puso enfrente de unas pinzas. Mire a la persona y era ...

Emily Hutson.

El secreto de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora