Jaló la toalla y comenzó a secar su cabello lo más rápido que podía, sin importarle las cremas y perfumes que se habían caído del tocador.
Lanzó el objeto lejos y hábilmente trató de abotonar su camisa con una mano en lo que buscaba con desesperación algo dentro de los cajones.
Ni siquiera había secado bien su cabello y mucho menos arreglado su vestimenta pero lo principal en esos instantes era encontrar lo que fuese que buscaba, ya después podría arreglar esos pequeños detalles insignificantes, al menos para ella.
Alargó una sonrisa triunfante cuando encontró su billetera, y corrió directo a su sofá-cama para derramar ahí todo el contenido de la misma, también fue en busca de más dinero en otras partes de su habitación y lo puso en el mismo lugar.
Con ayuda de Tikki, empezó a contar todo el dinero que tenía, fue anotando e investigando ciertas cosas vía internet.
Se detuvo por algunos segundos –sentada en el suelo de su habitación– a pensar y a reflexionar sobre lo que haría. Todo ese dinero lo había ganado con su propio esfuerzo y dedicación en su trabajo, todo eso iba a ser para su casa ¿realmente sería lo correcto cambiar sus planes?
Dejó salir una gran bocanada de aire, se levantó, sacudió su atuendo y guardó casi todo en un mismo lugar.
—¿A dónde vas? —la detuvo la kwami antes de salir del cuarto.
—Nino tiene muchas cosas que explicarme. —enunció, poniéndose sus zapatos negros—. Él sabía algo. Quedamos de vernos en menos de veinte donde siempre.
—¿Y para qué era todo ese dinero? —preguntó preocupada.
—Okay... Puede que esto suene algo descabellado pero —Marinette se sentó en una de las sillas a desenredar su cabello—. necesitamos ir a Italia. —le dijo, dándole la espalda, con temor a recibir una respuesta negativa.
—¿¡Qué!? No, no, no. ¡Te has vuelto loca Marinette! —exclamaba Tikki, asustada por lo que pudiera suceder, y es que era cierto, temía que algo le saliera mal a su portadora, que cualquier cosa que hiciera fuera en vano, y no exactamente porque dudara del amor del joven por ella, no, sino del miedo a su padre que lo controlaba.
—¡Por Dios, Tikki, te lo conté todo! ¡Tú lo sabías! No... ¡No me prohíbas ir con él ahora que yo...! —no pudo terminar la oración sin antes soltarse a llorar. Estaba tensa, apretó sus puños con todas sus fuerzas, hasta dejarlos rojos, su cara tomó la misma tonalidad.
—Lo siento Mari, pero tienes una responsabilidad como heroína aquí en París, ¿qué hay de los ciudadanos sin una heroína que los proteja de los Akumas? —trataba de hacerla cambiar de parecer Tikki, no obstante, la muchacha parecía empeñada con seguir a su amado a donde fuera que fuese.
—¡Por favor, yo sé que estarán bien ellos! Prometo regresar luego luego si me entero que algo ha pasado pero tengo que irme por él. ¿Qué hay de mí, Tikki? Si no voy a tener una vida como la tenía planeada es lo menos que puedo pedir. —la chica de ligeros rasgos faciales asiáticos veía expectante al diminuto bicho rojo.
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Together [Ladynoir].
FanfictionUn contrato puede tirar dos años de noviazgo a la basura. Para la ahora feliz pareja de súper héroes le será un tormento tener que separarse por cuestiones familiares del reconocido héroe Chat Noir, quien está obligado a contraer matrimonio con la h...