Capítulo nueve: «Cumpliendo sueños»

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En Italia las cosas parecían ir de maravilla para los famosos diseñadores de moda; el vestido de novia para Adrienna ya estaba listo y ya no quedaba ni una sola invitación por repartir, en sí lo único que faltaba era arreglar los detalles de la fi...

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En Italia las cosas parecían ir de maravilla para los famosos diseñadores de moda; el vestido de novia para Adrienna ya estaba listo y ya no quedaba ni una sola invitación por repartir, en sí lo único que faltaba era arreglar los detalles de la fiesta –la cual se celebraría en la mansión–, y pronto todo quedaría listo para sentarse a esperar el día en que el más joven de los Agreste y la primer hija de los Monti, unirían sus vidas para siempre al firmar un poderoso y estúpido papel.

La boda se llevaría a cabo en exactamente tres días y eso era causante de los excesivos nervios en una joven de cabello azabache y en otra de ojos como zafiros.

Después de algunas horas de haber salido, Marinette regresó corriendo al departamento de su amiga con algo en las manos.

Estaba desesperada por que la otra le abriera la puerta, se encontraba realmente ansiosa por poderle mostrar aquellos papeles y darle la noticia de aquel gran avance en sus planes.
Lo primero que hizo cuando Alya abrió, fue lanzarse a sus brazos como niña chiquita, dando pequeños brinquitos aún sin despegarse de su amiga.

—Bueno ya, ya. ¿Qué te pasa? —por fin preguntó Alya, con una divertida sonrisa en la cara. Marinette alzó los papeles y se los mostró a la chica mientras cubría parte de su propia cara, dejando ver únicamente sus grandes ojos llenos de un brillo especial. La morena abrió la boca y soltó un grito de emoción.

—¡Lo sé! Al fin Chloé pudo conseguir toda la información que necesitábamos para encontrarlo, incluso anotó la iglesia. —respondió agitando sus manos de un lado a otro, aún sin poder creerlo—. Y eso no es lo mejor. ¡Ya tenemos los boletos de avión! Abordaremos el primer vuelo hacia Roma que sale justo mañana en la mañana.

—Ay no sabes cuánto me alegro por ti amiga. —le comentó Alya volviendo a rodearla en sus brazos.

—Todo esto también es gracias a ti, Alya, en serio si no te tuviera no sé qué haría —Marinette le dio un pequeño beso en la mejilla y se alejó de ella para agarrar su maleta y entrar por la puerta—. Como sea, Chloé estará esperándonos en el aeropuerto a las 7:00 am, ya que el vuelo sale a las 9:00 y necesitamos llegar con dos horas de anticipación.

—De acuerdo, entonces más vale que vayas a dormir temprano para llegar con todo. —recomendó la de gafas.

—Bueno Alya, recuerda que si mis padres me llaman y yo no estoy ocupada, me hablas para que yo les conteste y no sospechen nada, sino, les dices que me estoy bañando, o yo qué sé —indicó—. Seguramente no tardaremos en volver, pero un día fijo no tenemos todavía; yo te hablaré para informarte, de cualquier manera.

—Entendido. Les deseo mucha suerte, en serio espero que todo funcione, chica.

—Yo también lo espero, yo también lo espero... —Marinette formó con sus labios una sonrisa y acomodó la maleta en uno de los rincones que había en la sala.

Together [Ladynoir].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora