Memoria

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Llega el momento en el que nuestras vidas empiezan a estar a disposición de nuestros recuerdos, no hay un momento exacto en el que podamos afirmar que empezamos a recordar nuestro pasado.Uno de los primeros recuerdos de Beatriz, es cuando fue al bosque por primera vez, recuerda el frío aire contra su rostro como una sensación nueva y extraña que se convertiría en algo normal.Los pinos cubiertos de nieve extendiéndose uno detrás de otro hasta donde la vista alcanzara, es una de las primeras imágenes que aparecen en la memoria de Beatriz junto a unos años más tarde, la despedida del invierno, se acabarían las tormentas de nieve y la vida empezó a ser más tranquila, tenía unos 5 años cuando vió a Halldor por primera vez, un niño delgaducho y de cabellos rubios, a lo lejos entre unos árboles observándola jugar. Beatriz sabía que la estaba observando pero no le importó, y así, unos días más tarde, Halldor decidió acercarse a Beatriz, se hicieron amigos allí en la más inocente infancia que se pudiera tener. Pero aunque Beatriz en su memoria así lo crea, no estaban solos allí jugando en el exterior de su casa, estaban bajo la mirada de Delia en una ventana, sonriente viendo a su hija hacer su primer amigo, le costaba pensar en que algo malo les pudiera pasar a esos adorables niños.
Nezo venía una noche de pescar cuando vio a Halldor por primera vez con su padre en mitad de un camino, estaba acostumbrado a verlo en su casa o en el exterior pero se le hacía raro verlo allí, se paró a saludarlo y se presentó a su padre como el padre de una amiga de Halldor, el padre de este se mostró amable y ambos decidieron que deberían cenar una noche las dos familias, Nezo insistió que fuera en su casa y finalmente así quedaron.Aquella cena es otro de los momentos que Beatriz nunca podrá olvidar, se hizo una sopa de pescado a la que todos ya estaban acostumbrados pero los padres de Halldor introdujeron algo que Beatriz nunca había visto, una botella de vidrio con un brebaje semitransparente y de un color próximo al dorado, era champán, un producto lujoso y fuera del alcance de familias como la de Beatriz.La madre de Halldor era una novola, una mujer dedicada al silencio, solo habalaba en la intimidad de su casa, era una especie de monja pero de alto nivel, vestía una túnica gris y sus cabellos eran tan rubios como los de Halldor. Después de aquella cena, poco a poco Beatriz comprendió que Halldor pertenecía a un entorno distinto al suyo, no por ello dejaron de ser amigos, se unieron más aún con los años, pero aquello en lo que se diferenciaban seguiría presente en la mente de Beatriz y siempre lo tendría en cuenta.La vida de Beatriz quizás consistiría en esperar a ser más mayor y casarse, Halldor tenía opciones, su abuelo era un hombre de palabra y su padre era aspirante a obtener el título en un futuro próximo, él también tenía la oportunidad de ser hombre de palabra algún día, por ello Halldor en breve empezaría a asistir a la escuela, al contrario que Beatriz, aunque no por su posición económica, si no social, por ser una mujer, las mujeres en Overg solo son mujeres, encargadas de tener hijos y cuidar el hogar, eso era algo que Beatriz tenía inculcado desde siempre pero que rechazaría cuando realmente se diera cuenta de lo que eso conllevaba. De un día para otro Beatriz se había convertido en lo que Overg ya consideraban una mujer, a los 12 años ya habían niñas que estaban prometidas, en muchos casos eran casamientos planeados por sus familias. Pero Beatriz ni barajó la posibilidad de que eso le pasara ella, junto a Halldor, cuando este terminaba la escuela, paseaba y hablaba, los temas de conversación variaban mucho según el día, pero siempre tenían algo que contarse.El invierno volvía a acercarse a Overg, en la casa de Beatriz estaban pasando una mala racha ya que la pesca no iba nada bien, y en una de esas frías mañanas Halldor le ofreció comida de su casa pero Beatriz no la aceptó. Ante su desesperada situación propuso a Halldor entrar a la casa de un hombre de palabra llamado Svein Krull, que a pesar de que era un anciano muy rico y con muchos víveres, estos eran con frecuencia saqueados ya que él era ciego y tenía problemas de habla, a pesar de ello su posición social era muy elevada y era querido por gran parte del poblado.A Halldor le costó aceptar la propuesta de su amiga ya que nunca había pensado en hacer algo así pero por ella sin duda haría lo que fuese necesario. Entraron por la puerta trasera de la gran casa de madera adornada por varios mantos de la primeras nevadas del invierno, el interior era muy frío, buscaron una despensa y una vez lo hicieron llenaron una bolsa con varias cosas, no demasiadas, no querían dejar a un anciano sin comida en mitad del invierno.Una vez salieron de allí, corrieron en dirección a la casa de Beatriz, cuando aún no estaban muy lejos de la casa de Svein escucharon un fuerte sonido, grave y que hizo temblar el suelo, giraron su mirada hacia aquella casa imponente en la que acaban de estar y que ahora veían envuelta en llamas y derrumbada, todo pasó en unos pocos minutos de un modo inexplicable.Cuendo decidieron dejar de mirar aquella imponente columna de fuego, se miraron el uno al otro buscando una respuesta, una explicación.Ese era el recuerdo que Beatriz no olvidaría nunca, esa imagen tan surrealista, la nieve y el fuego juntos en mitad del bosque invernal, y lo que pasaría en las próximas horas, la despedía de sus padres, de Halldor, el inicio de su viaje hacia un nuevo mundo.Todo empezó con aquel incendio.

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