Noche II

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Beatriz seguía sobresaltada y Halldor estaba aturdido por las fuerzas que había gastado, el señor al que Halldor había lanzado por los aires resulto ileso ya que se levantó del suelo con normalidad, una vez en pie se volvió a dirigir a ellos:

—Menuda forma de recibir a la persona que ha decidido que sois valiosos como para instruiros, pero no os preocupéis, lo cierto es que he aparecido muy de repente, moverse por este edificio es muy sencillo, excepto si se utiliza ese incomodo trasto metálico que vosotros acabáis de usar.

— Perdone, pero, ¿Porque tiene un muñeco sobre el sillón?Eso es lo que me ha asustado. —preguntó Halldor.

—Eso es para la sesión de hoy, si nos da tiempo, lo he traído para ver lo que sabéis hacer.Bien, encendamos las luces.—y acto seguido la estancia se iluminó con otra gran lampara como las que habían en el pasillo—vamos a mi mesa, estaremos mas cómodos.

Con aquella iluminación pudieron ver mejor al hombre, no era demasiado mayor pero si adulto, había perdido bastante pelo, pero en la parte trasera de su cabeza aún había, vestía un jersey de color verde oscuro y unos pantalones sencillos, era delgado y no muy alto, su cara era alargada y sus ojos estaban ligeramente separados. Todos se sentaron alrededor de un escritorio de madera ennegrecida como casi todos los muebles polvorientos de aquel lugar, habían muchas estanterías llenos de libros extraños y viejos pero también se singulares objetos que parecían de otros mundos.Sobre el escritorio había un periódico, una pluma, algunos papeles y finalmente una especie de teléfono que seguramente era de otros tiempos.Desde que habían llegado a aquel sitio, lo cierto era que Beatriz no había hablado casi, por lo que ahora que ella misma se había dado cuenta decidió hablar:
—Es usted es señor Hensel, ¿no?
—Si, os lo habrá dicho Landerene.
—¿Hay alguna posibilidad de que nos lleve a nuestro hogar, es decir, Overg?
Hensel frunció el ceño y no puso una cara que diera demasiadas esperanzas a Beatriz.
—Como decíroslo...Overg es sin duda uno de los lugares más mágicos que existen, pero no es el único, todo es más transcendental de lo que pensáis, como sabéis, nos pusimos en contacto con Halldor tras una alerta de vigilancia a un individuo que recientemente había abandonado un lugar potencial, así es como llamamos a los lugares mágicos, pero lo cierto es que hace semanas que no hemos vuelto a detectar ninguna vigilancia y eso es mala señal, puede que hallan encontrado Overg y ante la duda me temo que llevaros allí sería como poneros en un gran peligro.
Asustada Beatriz preguntó:
—Y si es así, ¿que es lo que harán?
—Conocemos al grupo en cuestión, son una gran corporación que nos persigue desde hace siglos pero si realmente han encontrado Overg, será la primera vez que hallan encontrado un lugar potencial y nuestros recursos ya están investigando, pero seguramente arrasen con el lugar y se llevaran a unas cuantas personas para estudiarlas y todos los objetos mágicos que puedan, por supuesto.
Hensel seguía hablando pero Beatriz sintió en su interior aquella situación que les describía, veía a su madre envuelta en llamas, como estuvo Svein Krull, era una imagen horrible que no podía soportar.No se podía creer que no pudieran hacer nada, era muy injusto.
»Pero estoy seguro que nuestros agentes llegaran antes de que causen demasiados daños, insisto en que aún no sabemos si han encontrado Overg o no.Ahora os voy a explicar que es el SEID, la verdad es que su nombre no son siglas, proviene del nórdico antiguo y hacía referencia a hechizos y brujería.Nosotros creemos en que la magia existe desde la aparición de seres humanos, en un principio todos fuimos seres mágicos pero hubo un momento en el que apareció un virus, algo que eliminaba la magia sin cesar, aparecía en la sangre y pronto se extendió por la de muchos, cuando comprendimos eso no quisimos tener contacto con las personas que portaban el virus, por lo que empezamos a escondernos, a protegernos en pequeñas civilizaciones aisladas, seguramente Overg surgió así en algún momento hace mucho años.
Aquello era fascinante, más incluso que el colegio para Beatriz, escuchar su historia, era increíble. Halldor solo pensaba en que seguía sin entender algunas cosas que no dudó en preguntar.
—Hay algunas cosas que no termino de entender, primero, en Overg no ninguna magia que yo recuerde, hay algunos curanderos, pero nada en comparación con lo que hacemos nosotros, ¿como explica eso? y segundo, ¿por qué si todos los humanos eran como nosotros en un principio, por qué la mayoría de personas actualmente no lo son?
—Por supuesto que hay magia en Overg, pero prohibida, como en muchos otros lugares, si se usa la magia a la ligera hay consecuencias, su uso esta regulado incluso en este lugar, vosotros estáis en la edad en la que vuestro poder empieza a aparecer, y os aseguro que vuestros padres también lo tenían, de lo contrario vosotros no estaríais aquí. Lo que no llego a comprender es que pensarais que no había magia en Overg, quizás es solo que no lo recordáis bien. En cuanto a tu segunda pregunta debo decirte que como os he contado, ese virus que apareció se transmitía por la sangre y era dominante, si una de las dos partes no es un mágica, la descendencia no lo será en ningún caso.Así con el paso del tiempo y hasta que se dieron cuenta y se escondieron, el virus eliminó casi toda la magia.—Tras aquellas palabras hizo una pequeña pausa y volvió a dirigirse a ellos— por cierto ya es tarde, deberíais volver a casa.Volved la próxima semana.
—¿La próxima semana?—preguntó Beatriz sorprendida, esperaba volver más pronto.
—Si, pero tranquilos, si hay alguna noticia sobre Overg, me pondré en contacto con vosotros.  
Beatriz y Halldor volvieron a sus casas después de aquella larga noche y al día siguiente en el colegio estuvieron muy cansados, pero ahora que sabían que no los vigilaban, pasaban más tiempo juntos, hablando sobre todo aquello que les fascinaba y que Hensel les había contado, preguntándose si era cierto que sus padres también eran especiales, era raro pensarlo, ¿por qué si estaban en lugar seguro no podían hacer uso de la magia?Quizás era igualmente peligroso, la gente haría lo que quisiera, ¿que ocurría si alguien desobedecía y hacía uso de la magia? y ¿fue así como acabó en llamas la casa de Svein Krull? Tenían tanto que preguntarle a Hensel, estaban impacientes de que llegara el momento de volver al centro del SEID.

Cuando llegó al fin el momento, todo fue como la anterior noche, cuando estaban ante aquel ruinoso edificio se pararon un momento a contemplarlo, antes de bajar las escaleras para acceder a la recepción vieron algo en la segunda planta, era una luz brillante blanca, finalmente bajaron las escaleras hacia donde supuestamente llamarían Landerene, pero allí no había nada, la campana no estaba y el lugar parecía distinto, la oscuridad no era tan intensa como la de la semana anterior, era solo penumbra, se podía observar el desgastado mueble de la recepción y muchos otros que no vieron en su anterior visita, todo era menos especial, más gris, vieron el ascensor, que no funcionaba y en su defecto encontraron unas escaleras, aquel lugar era muy silencioso, no parecía haber nadie.Subieron al segundo piso en el cual vieron la luz desde la calle, en el había un pasillo, el mismo que les llevó al despacho de Hensel, pero ahora las lamparas estaban llenas de polvo, abandonas y lúgubres, no daban luz, no brillaban.Llegaron al despacho, en él solo había una cosa, una linterna tirada en el suelo, lo demás desmantelado, todo lo que tenía allí Hensel ya no estaba.Ante aquella luz blanca ambos amigos se quedaron inmóviles, desilusionados y sin entender nada, hasta que pronto ambos sintieron algo en sus cuellos, punzante, rápido, que los hizo caer al suelo y perder la consciencia.

NeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora