Aún estaba en aquella carretera, la cual creía el mismo infierno, escuchando a esa mujer que parecía no saber hablar correctamente, estaba tan asustada que no podía moverse.Pero los recuerdos se le aceleraron rápidamente, pronto estaba en una habitación, llena de objetos extraños.La mujer que la recogió de la carretera y la llevó al hospital llegó a la conclusión de que el destino quería que cuidara de aquella niña de cabellos negros y ojos claros.Beatriz tardó un tiempo en entender aquel nuevo mundo en el que se encontraba y su idioma.La mujer a la que en un principio temió Beatriz se llamaba Magda y cuando la vió por primera vez la acompañaba Mike, su hermano, quien la estaba llevando a casa después de una cena familiar.Magda era profesora en el colegio de la ciudad donde ahora vivía.Los primeros días fueron muy duros para Beatriz, lloró y se frustró al sentirse sola y lejana de su familia, le costaba comprender tantas cosas, todo era nuevo para ella, desde el modo en el que las personas se relacionaban y comunicaban hasta el funcionamiento y uso de muchos objetos demasiado modernos para ella.La casa donde vivía era una casa de dos plantas con un pequeño jardín trasero, allí había un árbol, un pino, de vez en cuando lo comtemplaba para sentirse como en su hogar, si se concentraba mucho podía sentirse como en mitad del bosque, añoraba numerosas sensaciones de su pasado pero la brisa fría del bosque era una de las que más.Las autoridades de aquel novedoso lugar la interrogaron varias veces utilizando dibujos y fichas para comunicarse con ella pero no sacaron nada en claro.En un principio no sintió ningún afecto por Magda a pesar de los cuidados que le daba pero con el tiempo se dio cuenta de todo lo que estaba haciendo por ella y Magda se convirtió en lo más parecido a una madre para Beatriz.Los primeros meses en los que consiguió aprender tantas cosas, los pasó yendo a un centro una vez al día en el que se estaba rehabilitando, así lo llamaban pero lo cierto era que Beatriz estaba empezando de cero.En un par de años, cuando su vocabulario era ya medianamente amplio y hablaba fluidamente, asistió a la escuela, algo que sabía que hubiera sido imposible en su anterior vida.El primer día lo recuerda con suma claridad, Magda la levantó temprano como de costumbre, la ayudó a vestirse en aquella incomoda ropa que ahora vestía, después bajaron a la cocina y desayunaron como nunca antes lo habían hecho.Mantuvo una pequeña conversación con Magda, nunca habían hablado de los orígenes de Beatriz y está se mostró un tanto incomoda aunque poco a poco la conversación fue tomando forma.Beatriz le habló a Magda con total sinceridad del mundo del que venía aunque a Magda al escucharla se le hacía difícil comprender y creer todo lo que decía, le describió un poblado aislado del mundo exterior en mitad de un bosque en el que las maldiciones existen y cuyos habitantes temen salir de él, pero evitó los detalles más cercanos a su antigua familia, los cuales cada vez le eran más difíciles de recordar, y eso era muy doloroso para ella.Tras los pocos años que llevaba fuera no sólo empezaba a olvidar, sino que también empezaba a cuestionarse aquella que creía su historia, en algunos momentos ya se había preguntado a si misma si quizás todo era una confusión.Magda creía en el la fuerza que la había llevado a cuidar de una niña que de pronto apareció en mitad de una carretera, pero creer en las locuras que decía era más difícil.Magda la había apuntado al mismo colegio en el que ella daba clases, se subieron al coche las dos después del desayuno y fueron al colegio de primaria dónde casi sin darse cuenta, Beatriz perdió de vista a Magda, estaba en mitad de un pasillo, en el fondo, veía unas puertas acristaladas que daban a un inmenso patio, lo estaba mirando mirando con detenimiento cuando de pronto se acercó a ella una mujer, se presentó como su maestra, Rebeca, y la llevó a una de las tantas aulas de aquel pasillo.Al entrar se fijó en todos sus nuevos compañeros, habían niñas y niños todos muy diferentes entre sí a excepción de dos gemelas, se presentó brevemente a ellos, miró hacia en fondo de aquella aula, había un niño extrañamente familiar con unas gafas cuadradas, cabellos rubios y que parecía un tanto distraído.La profesora le indicó que se sentara en una mesa libre, Beatriz se sentó junto a aquel niño en el que ya se había fijado ya que estaba solo, al acercarse más a él, un remolino de emociones la sacudió y hizo que se desmayara, todos sus compañeros se giraron mirando hacia ella que yacía en el suelo, Rebeca se acercó alarmada, Beatriz casi sin fuerzas se incorporó, miró al niño de gafas y dijo con un hilo de voz suave y apagado:
—Halldor.
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Never
FantasyEsta es la historia de Beatriz, una niña que vive en un poblado lleno de misterios que se oculta del resto del mundo en un bosque.Desgraciadamente su destino está marcado por una maldición y la huida de esta la llevará a abandonar su hogar. Pero inc...