La primera persona que de alguna manera cambio mi vida al instante, fue Farias. Obviamente ese no es su nombre, es su apellido, pero siempre lo había llamado así, y a estas alturas no le iba a empezar a llamar por su nombre.
Farias había estudiado conmigo desde los 3 años y además era mi vecino. Aunque siempre había sido mi amigo no era nada especial en mi vida.
Desde el primer momento en el que volví, por razones desconocidas nos hicimos extremadamente cercanos.El se encargó de cambiar completamente mi sentido del humor y volverlo más adulto, y básicamente de corromper cualquier rastro de inocencia que quedara en mi; esto incluía vocabulario, chistes sexuales, alcohol etc. De alguna manera, la confianza entre nosotros llegó a ese punto que daba asco, que da asco, se muchas cosas de él que no eran para nada necesarias que supiera y viceversa.
Se volvió esa persona con la que no necesariamente hablo todos los días, pero de alguna manera siempre lo sabe todo. Con la que jamás me aburriría, y que además, se adentro completamente en mi familia. Fari además de ser mi mejor amigo y vecino, lo que implica que pasa mucho tiempo en mi casa y yo en la suya, termino por convertirse en casi mi hermano cuando su primo y mi hermano, el real, se hicieron mejores amigos. Nuestras familias se volvieron inseparables, lo que hizo que nos volviéramos aún más unidos.
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Historia De Un Adios
Non-FictionCuando ya ibamos a volver a la ciudad ella lloró mucho, y aunque yo quería, no logré llorar, y me sentía mal al respecto. Entonces mi papá, el cual se dió cuenta de esto, me dijo "por lo general, sufre más el que se queda que el que se va. El que se...