La idea de cómo iba a ser la comunicación con Nico estaba quemando la mitad de mis neuronas. No podía pensar en más nada. En especial si estaba en clases de matemáticas, ya que realmente no me interesaba nada de lo que estaba pasando y me sumergía en mis pensamientos...El problema es que aún no podía pensar en esto sin llorar.
Más o menos en esta etapa fue cuando ya públicamente era la persona que más lloraba en el universo y, supuestamente lloraba por cualquier cosa. Incluso un día no aguanté más y se me escaparon varias lágrimas, y cuando se dieron cuenta dije que era porque quería quesillo, ya que ellos estaban hablando de quesillo y yo no quería admitir que no era una mierda con Nico y que de hecho estaba llorando por él.
Esta duda existencial llegó a su fin un día. Sí, incluso en menos de una hora esto había dejado de ser una preocupación como tal.
Recordemos que para iniciar, yo sabía que lo más probable era que yo terminara por hablar con él, sin embargo no sabía si el querría lo mismo.... A lo mejor no quería saber nada de mí y con el paso del tiempo terminar por olvidarme, y era un decisión completamente respetable si así fuera.
Sin embargo, ante ante la duda y el estrés terminé por preguntarle. Bueno, terminé por desahogarme y decir todo lo que pensaba, y él me dijo que teníamos que seguir hablando. De lo que fuera. Siempre.Aunque no creo que Nico esté consciente de eso, esa conversación me tranquilizó mucho; se dijeron muchas cosas de las cuales todas me ayudaron mucho a superar esa primera crisis. Sí primera, porque aunque no lo sabía ahora era que faltaban noches llorando y escusas estúpidas para cuando fuera de día. Y ahora era que me faltaba enamorarme.
Luego de superar esto, o incluso paralelamente, tuve otra crisis en la que mi autoestima tuvo un papel muy importante. Por suerte esta no duró ni tanto tiempo, ni fue tan dolorosa, sin embargo existió, así que hay que contarla.
Una vez que ya sabía que SI íbamos a hablar, me di cuenta de que a los dos nos iba a costar mucho más superarnos, o simplemente aprender a vivir sin el otro.Y he aquí mi segunda crisis: A pesar de que pensaba estar muy enamorada, sabía que por mi personalidad y mi forma de ser yo iba a seguir con mi vida más rápido, pero una vez más por mi forma de ser, me iba a sentir extremadamente culpable si eso fuese así. En el momento en el que ya no sintiera nada por él me iba a sentir culpable, porque había dicho muchas veces que lo amaba y lo decía sinceramente, y si esa emoción desaparecía... Habría mentido, eso no era amor. Pero damas y caballeros esto no termina aquí, porque por otra parte sabía que cada día me enamoraba más y que si seguía por el camino que iba, definitivamente habían menos probabilidades de que yo lo superara primero. Pero si eso era así...Yo sería la que se iba a sentir engañada por recibir "te amo" falsos. Y esto no hacía más que empeorar la primera opción.
Esta crisis simplemente se esfumó. No hubo nada que marcara su final, simplemente decidí que no podía seguir torturandome pensando en eso todo el día. Ya vería eso cuando llegara el momento, definitivamente el que me mortificara no cambiaba nada.
ESTÁS LEYENDO
Historia De Un Adios
Non-FictionCuando ya ibamos a volver a la ciudad ella lloró mucho, y aunque yo quería, no logré llorar, y me sentía mal al respecto. Entonces mi papá, el cual se dió cuenta de esto, me dijo "por lo general, sufre más el que se queda que el que se va. El que se...