Segunda persona que definitivamente marcó mi adolescencia. SEAN BIENVENIDOS A LA CINTA, PERDÓN, AL CAPÍTULO DE ANA.
Ana es básicamente una persona horrible que se dedicaba a verme feo todo el tiempo y, muy indisimuladamente, hablar de mi con otras personas a no más de 3 metros de distancia de donde yo estaba.
Según lo que me ha dicho ella, estaba convencida de que era muy rara, y al parecer el tema de conversación era algo así como
- Mrk es que Sofía es demasiado rara.
- De panaaa, menos mal que no le ha dado por estar con nosotros.
Y esto se mantuvo así hasta que por razones del destino, o del karma no se, empezamos a irnos juntas todos los días del colegio en un transporte en el que solo estábamos nosotras y mi hermano. De alguna manera empezamos a hablar, y creo fielmente que fue cuando me di cuenta de que tenía alguna especie de obsesión con Corea del sur.Sí. Dato curioso de Ana: Su salud mental es completamente dependiente de lo que pase en Corea. Ella ama Corea, su música, su gente, su comida, sus bailes, su cultura, sus hombres, sus mujeres, su moda, sus hombres, sus tragos, sus hombres. Algo así.
Con el tiempo, esta persona que me tenía miedo por ser muy rara termino por convertirse en mi mejor amiga. Dato curioso de Sofía: Su salud mental es completamente dependiente de la opinión de Ana.
Al principio nuestra amistad era algo básica, participando en bailes juntas, coreanos por su puesto, nos quejamos en educación física, hablabamos en el transporte... No mucho más que eso.
Actualmente, aunque no sé de ella muchas cosas que por ejemplo de Farias sí, estoy segura de que no son por falta de confianza sino por un tema de privacidad, y lo sé porque es algo mutuo.
Por otra parte, si bien Ana no sé relaciona con toda mi familia libremente, también hemos llegado al punto en el que mi papá le dice hija.PD: FARIAS ES IGUAL DE IMPORTANTE PARA MI QUE ANA, PERO ESTO ES MAS RECIENTE Y ESTÁ MAS CLARO EN MI CABEZA COMO SUCEDIERON LAS COSAS, SORRY XD.
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Historia De Un Adios
Non-FictionCuando ya ibamos a volver a la ciudad ella lloró mucho, y aunque yo quería, no logré llorar, y me sentía mal al respecto. Entonces mi papá, el cual se dió cuenta de esto, me dijo "por lo general, sufre más el que se queda que el que se va. El que se...