Capítulo IX

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Creo que hay un dato importante, muy importante de hecho, que no he comentado sobre mi. No sé si es algo propio o si forma parte del legado de mi papá, pero si hay algo que definitivamente no "tengo" es la capacidad de ser cursi. Toda mi vida las cosas románticas me han parecido un buen motivo de burla, al igual que la gente enamorada. Me parecía algo irreal, algo que no pasaba realmente, que cuando te gustaba alguien por su personalidad y además te atraía sexualmente, la gente le llamaba amor. Lo cual era curioso porque si tenía en cuenta el concepto profundo y complicado de "amor", y estaba convencida de que no era algo que la gente consiguiera fácilmente, y que si lo conseguías no ibas a tener tiempo para ser cursi, ibas a estar muy ocupado sintiendo.

Teniendo en cuenta esto, hablemos de la tercera persona. Nicolás.

Esta historia comienza un poco después de empezar a ser amiga de Ana, hace unos dos años.
En un principio, a mi Nicolás me empezó a gustar mucho, mucho, demasiado. Se llegó a sentir similar a ese amor platónico que había sentido antes, con la diferencia, de que yo sabía que aquí habían posibilidades reales de que con él se diera algo. Cuando ya no podía más decidí preguntarle si quería ser mi novio, y él, obviamente, me dijo que si. Fuimos novios por unos dos meses, justo en vacaciones, y el mismo día que empezamos clases terminamos. Porqué terminamos? Porque ya no me gustaba. Así de simple.

Sí eso fue todo.. cómo es que está persona pudo marcar, hasta ahora, mi adolescencia?? Porque el hecho de que alguien me gustara, volverme su novia, y no más alla de un mes después perder totalmente el interés, se volvió un patrón; al punto de que me costaba mucho admitir que me gustaba alguien porque ya sabía cómo iba a terminar.

Sin embargo Nicolás y yo seguimos siendo amigos porque perteneciamos a este grupo de gente rara en el cual Ana y yo teníamos el control. En algún momento volví a sentir cierto interés por Nicolás y empecé a acercarme más a él, ya se había creado otra vez confianza, y aunque no tenía intenciones de ser su novia otra vez, yo... La verdad no sé que estaba esperando que pasara, pero dió igual. Porque pasó algo que definitivamente no me esperaba, Nicolás me dijo que le gustaba Ana, y que quería ser su novio.

Sí bien no me lo esperaba no me lo tomé mal, de hecho lo ayudé y en menos de una semana, sorprendentemente, ya era una pareja.

Yo apoyaba totalmente lo que todos llamaban como "Nicana" (Nicolás + Ana), pero si de algo no me había dado cuenta antes, es que cada vez que tenían un problema Ana me contaba a mi, como era de esperar, pero Nicolás también.

Ellos tenían un gran problema. Ana no tenía la capacidad de tratar a Nicolás cómo un novio por diversas razones en las que no me voya meter, pero Nicolás sufría esto, y me pedía constantemente que hablara con Ana.

Por cierto, volviendo un poco en el tiempo, mientras yo fui novia de Nicolás, Ana fue novia de otro de los participantes de nuestro grupo, Maurizio.

Un día, muy tarde en la noche, vi que me habia llegado un mensaje, o mejor dicho un testamento, de Maurizio donde decía que estaba enamorado de mí y bla bla bla... Y que quería ser mi novio. A mi no me gustaba Mau, había sido mi amigo casi desde que tenía uso de conciencia, así que aunque no me desagradara particularmente la idea...No quería ser su novia. Así que ignoren el mensaje con esperanzas de que él ya estaba dormido, y que al día siguiente podría hablar con él. Pero entonces Ana empezó a escribirme diciéndome que le respondiera, que no lo dejara en azul, que le dijera que si... Lo cual era curioso porque yo no se lo había dicho, lo que quería decir que se lo había dicho él. Entre una cosa y otra le dije que si aunque no sintiera nada por él.
Resumiendo está relación fue un total fracaso porque éste ser, me puso en una situación similar, a la que se encontraba Nicolás con Ana. Maurizio, por teléfono era un amor, pero en persona, tenía problemas hasta para saludarme. Ana y Nicolás creo que no se trataban de ninguna manera.

El hecho fue, que ambas relaciones terminaron siendo un total fracaso. Primero terminamos Maurizio y yo, y después Ana y Nicolás.

Lo curioso de esto es que cuando yo terminé con Mau, aunque Farias tuvo que venir a consolarme (porque yo si sentía algo por esta persona con la que había estado hablando por WhatsApp), Nicolás con solo un par de palabras me hizo sentir realmente mejor. Porque si hay algo que Nicolás sabe hacer, es hablar, y usar las palabras de manera que todo sea hermoso.
Y cuando Ana y el terminaron, o bueno, cuando Ana le terminó, si bien apoyaba totalmente la decisión de Ana, también consolé por semanas a Nicolás.

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