Midnight Memories [TERMINADA] 1D, Logan Lerman, Ian Somerhalder, Sam Claflin.

Capítulo 26

Alice PDV

-Los británicos somos irresistibles-me dijo Rob seductoramente.
-Claro que lo somos-respondí entre risas abriendo unos de los pocos libros que pude rescatar del incidente con Hutch.
-¡Grandes Esperanzas! Es uno de mis libros favoritos...
-Lo sé Pattinson.
-Préstamelo.
Encarné una ceja.
-Vete al diablo.
-Que me han quitado el asiento-lanzó una mirada a Carrie-. Deja leer el puto libro.
Resoplé haciendo una mueca, sin mirarlo le entregue el valioso ejemplar.
-Esa es una buena amiga-dijo Rob gritándole a Carrie para que lo escuchara.
-¿Qué?-se quitó un audífono, irritada-. Yo no soy tu amiga Pattinson, para que conste y no quiero que...
-¡Ya cállate! Sigue escuchando música-le interrumpí-. Y tú lee el puto libro antes de que te lo meta por el trasero. 
Ambos me miraron mal para volver a sus actividades. Por mi parte, saqué  el guión de Percy Jackson para repasar algunas líneas.
Sin embargo no pude concentrarme en lo absoluto.
No entendía la actitud de Carrie, porque a las personas que odian volar deberían irse al lado del pasillo... pero bueno, tampoco entendía a Robert, que yo sepa, el maldito se ha leído Grandes Esperanzas unas cincuenta veces, y sigue emocionándose cada vez que ve el nombre de Charles Dickens.
Guardé el guión, aceptando que no lograría nada productivo.
Intenté dormir apoyando mi cabeza en el hombro de Carrie, pero su huesuda clavícula no era muy cómoda que digamos.
Cinco minutos más tarde probé suerte en el hombro de Robert, y una vez a gusto, cerré mis ojos mientras me preparaba mentalmente para un largo viaje.

Siete horas y cuarenta y dos malditos minutos.

Salimos del aeropuerto JFK casi a las diez de la noche, con nuestras maletas y unas hermosas caras de sueño.
Busqué minuciosamente entre la gente, intentando encontrar a aquel hombre con cabellos claros y dientes de ratón.
Cuando por fin lo vi, corrí hacia él mientras una rara risa salía de mi boca.
-¡Sam!-exclamé abrazándolo.
Rió mientras me daba vueltas por el aire.
-Alice-dijo con voz chillona-. Me asfixias.
-Ow, me da igual-lo abracé aún más fuerte.
¡Cuanto lo había extrañado!
-Deja saludar a mi mejor amigo-se entrometió Rob, sacándome de ahí.
Ambos se abrazaron y se palmearon las espaldas, actuando como machos recios, aunque sabía, en el fondo de mi corazón, que eran unas putas niñitas.
Saludó a Carrie con un amistoso beso en la mejilla, pero pude ver en los ojos de mi amiga un brillo peculiar.
Deseché esa idea de inmediato, y mi mirada viajo rápidamente al anillo de mi hermano en su mano izquierda.
-¿Cómo esta Laura?-le pregunté mientras caminábamos por el estacionamiento en busca de su auto.
-Excelente-dijo con una sonrisa-. Pero fue a Lousiana a ver a su hermana, la que te conté que estaba embarazada.
-Oh si, lo recuerdo.
Llegamos al monstruoso vehículo, casi igual al que poseía Rob.
Dejamos nuestro equipaje en el maletero.
-¡Pido copiloto!-exclamé corriendo hacia la puerta delantera.
-Púdrete Windsor, yo me iré adelante-dijo mi amigo detrás de mí.
-Púdrete tú, es mi hermano.
-Es mi mejor amigo.
-¡Compartimos sangre!-le grité.
-No quiero irme con Amy Winehouse...
-¡Que no me parezco a la puta Amy Winehouse!-chilló Carrie.
-Ya basta ustedes dos-ordenó Sam-. Por idiotas ambos se irán atrás.
Abrió la puerta del copiloto e hizo un ademán para que Carrie entrara.
Una vez todos listos, Sam sacó tres latas de Redbull, pasándonos una a cada uno.
-Bébanlas, porque créanme que parecen verdaderos zombies.
Reí mientras abría la bebida energizante y supe en ese instante, que sería un grandioso fin de semana.