Midnight Memories [TERMINADA] 1D, Logan Lerman, Ian Somerhalder, Sam Claflin.

Capítulo 30

Alice PDV

¿No he mencionado lo desagradable que es ser el foco de atención? 

Mientras nos tomaban fotos, los malditos entrevistadores aprovecharon de preguntar sobre todas las cosas de las cuales no quería hablar.

-¿Qué te parece el nuevo romance entre Harry Styles y Kendall Jenner?-dijo uno de Tmz.

-Bien por él-dije caminando con rapidez

La mano de Rob se ceñía protectoramente en mi cintura, mientras Sam le hablaba a los medios con su natural simpatía.

Avanzamos hasta el típico panel con las fotos promocionales de Catching Fire y posamos para los fotógrafos oficiales.

Luego de quedar casi ciega por tantos flashes, llegamos al gigantesco salón en donde se realizaría la fiesta.

-¿Estás bien?-me preguntó Sam con voz temblorosa.

-Qué va-reí-.  Estoy bien, deja de preocuparte por mí, es tú noche.

Una sonrisa apareció por su rostro, enseñando sus blancas paletas.

-Ya vamos a la barra por favor-rogó Pattinson-. Me urge tomar whisky.

-Lástima que dejé el alcohol-comenté pasando entre la gente.

-¿Cuándo?-mi hermano se interpuso en mi camino.

-Lo acabo de hacer.

-Sam, creo que está enferma-dijo Robert observándome con cautela.

Rodé los ojos y reí.

-Ya he tenido suficiente alcohol en mi joven cuerpo.

Conversamos de cualquier estupidez mientras pedíamos nuestros tragos. Sam optó por Champagne, Rob un Jack Daniels y por mi parte... un simple jugo de naranja, sin vodka.

-Deberías arreglar las cosas con Carrie-soltó Samuel, de repente.

Suspiré.

-Que se vaya a la mierda.

-Es tu mejor amiga-agregó Rob.

-Sera mejor que las cosas queden así-dije cansada-. Volveré a Inglaterra en unos cuantos días más, no tiene caso que...

- ¿Qué te mudarás a Inglaterra?-me interrumpió Sam, por segunda vez-. ¿Sabías de esto, Robert?

-Mmm, sí-respondió el rubio.

-Tu, jovencita-comenzó a decir, apuntándome con su dedo índice-. No me habías dicho absolutamente nada sobre esto.

-Es que...

-Chist-vaya, estoy siendo sermoneada-. Debes contarme este tipo de cosas, Alice-dijo decepcionado-. Soy tu hermano, y tengo que saber con qué muchacho estás saliendo, a donde vas, con quien vas, cuales son las próximas películas que realizarás y todo ese tipo de cosas, porque aquí señorita, yo soy tu responsable.

Oh Dios, ¿Cuándo terminará esto?

-¿Te imaginas que diría mamá si te pasara algo? ¿O tu padre? ¡Y yo mismo! No tienes idea de lo culpable que me sentiría si...

-Sam, todos captamos lo que querías decir, Alice te mantendrá informado ¿No es así?-lo cortó Rob, salvándome.

-Por supuesto que sí, relájate-palmeé sus tensos hombros.

Al parecer pudo despejarse un poco, y seguimos conversando como si nada.

Pasados unos minutos, Sam debió irse para sacarse fotos con los directores y ese tipo de mierda.

-Le lloverán los trabajos ahora-dije viendo cómo se alejaba.

Robert tenía una sonrisa de orgullo, iba a responderme, pero abrió los ojos como platos y su mandíbula cayó, formando una pequeña o entre sus labios.

Miré hacia atrás y me encontré con un elegante hombre de unos cincuenta años, con el cabello rubio canoso y ojos azules.

Llegó hasta nosotros, sin quitarme el ojo de encima.

Me parecía demasiado familiar, pero no pude reconocerlo en lo absoluto.

-Alice Windsor-murmuró con media sonrisa.

Miré a Robert preocupada, y aún seguía con esa puta expresión de haber visto al mismísimo Jack el destripador.

Esto sí que era raro. Eran muy pocas las veces que vi a Rob así, primero, cuando atropellé a su perro yorkshire con mi bicicleta, segundo, cuando obtuvo el papel de Cedric Diggory en Harry Potter y el Cáliz de Fuego y tercero...cuando se enteró que Kristen lo había engañado.

-Ese es mi nombre-respondí sintiéndome algo estúpida.

-James Cameron-dijo ofreciendo su mano.

¡Santa mierda! ¡El aclamado James Cameron! Santísima Virgen. James Cameron está hablándome.

Ahora entendía perfectamente a Rob. 

Intenté controlarme lo más posible.

La estreché, mientras reprimía una sonrisa de hiperventilación.

-Iré a buscar otro whisky-dijo mi amigo y desapareció de repente, dejándome sola con el director de las películas más premiadas de Hollywood.

Comenzó a preguntarme cosas superficiales, a lo que yo respondía con frases cortas y precisas. No podía por nada del mundo arruinar esta oportunidad.

-Seré sincero y rápido-confesó-. Eres perfecta para uno de los personajes de mi próxima película.

-¿Puedo preguntar de qué trata?

-Acción-respondió rápidamente-. Quiero intentar cosas nuevas. Entonces, ¿Te parece que uno de mis agentes se contacte  contigo durante la semana?

-Claro-sonreí-. Me encantaría trabajar con usted.

James Cameron acaba de decirme que quiere trabajar conmigo, asegurando el futuro de mi carrera actoral.

Salté de felicidad, internamente. Parecía que la vida por fin está sonriéndome.