Carrie PDV
Luego de dar el gran portazo tomé toda mi dignidad y caminé con ella a la salida lo más rápido que pude, ignorando la mirada de la gente curiosa.
Crucé la gran calle y me posicioné en un paradero verde de metal e hice parar un taxi amarillento.
-¿Dónde la llevo señorita?-Preguntó amable el conductor. Le di la dirección del rubio y sin más charla partió el camino a casa.
Saqué mi celular y me puse los audífonos con el fin de callar todo pensamiento que me mantenga tensa. West Coast de Lana del Rey apareció en el aleatorio y con la frase “Te deseo cariño” mi mente automáticamente pensó en el estúpido y sensual Samuel que me esperaba en casa. Luego de cuatro canciones más el señor me avisó que ya habíamos llegado al destino, le pagué y le di las gracias para proceder a bajarme.
Al pisar la acera una ráfaga de viento golpeó mis huesudas piernas lo que me hizo estremecer de frío, sentí un leve dolor en muchas partes de mi cuerpo producto del viento y fue cuando me di cuenta de que las marcas dejadas en mi cuerpo por Henry, se habían hecho más grande a pasar de los minutos. ¡Sam va a matarme!
Me encaminé a paso firme, acercándome cada vez más a la puerta donde, detrás, se encontraría el hombre el cual me mandaría a la mierda gracias a un maldito. Saqué las llaves y las introduje en el pequeño agujero, empujé la puerta y me adentré en la casa.
-¡Ya llegué!- Grité para que me oyera pero nada, ningún puto sonido de su parte. Busqué al hermoso rubio por todas partes hasta que llegué a mi habitación y lo ví recostado durmiendo. Lo miré enternecida.
Me saqué la chaqueta, los zapatos infernales y me estiré detrás de su fornido cuerpo y lo tomé por la cintura para sentir su calor traspasar hasta mis huesos escondidos debajo de la piel.
Cerré mis ojos para lograr relajarme pero lo único que logré es que en mi mente aparecieran las cosas que debía hacer, me quedaba poco tiempo con Sam ya que dentro de pocos días debía estar de vuelta en California. También se me pasó por la cabeza el hecho de poder mudarme a New York en cuanto pudiera y lo conversara con Alice, ya que se iba a Inglaterra la muy perra y me dejaría sola en esa enorme pent-house que teníamos y no tenía hermanos ni hermanas como para decirles que se mudaran conmigo. Mis amigos, todos tenían donde vivir y con quién, puesto que son todos de la misma industria y gracias al esfuerzo que cada uno puso en las crecientes carreras, teníamos los suficientes ingresos como para obtener todo lo que alguna vez quisimos.
Unos labios calientes que se posaron en los míos me hicieron saltar.
-Hola cariño- Me saludó Sam con sus hermosos hoyuelos amenazando por salir.
-Hola- Susurré, ya que el frío poco me dejaba sacar la voz.
-¿Tienes frío?- Sonrió.
-Un poco- Le respondí con una tímida sonrisa. Sam me tomó de la cintura con posesividad y me atrajo lo más que pudo a su cuerpo.
-Hmm- Cerré mis ojos y me acerqué más a su cuerpo acortando toda distancia creada.
-¿Cómo te fue?- Preguntó de repente acariciando mi cabeza.
-Bien, pero tengo algo que decirte- Me separé un poco para poder mirarlo a los ojos- Prefiero decírtelo ahora que lo veas y te sorprendas mañana.
-Suéltalo Car, me estás asustando. -No hice la sesión sola, me inculcaron un compañero- Disparé rápido. Vi la expresión de Sam pasar de preocupado a enojado, una línea se formó en su hermosa boca.
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Midnight Memories [TERMINADA] 1D, Logan Lerman, Ian Somerhalder, Sam Claflin.
FanfictionAlice y Carrie son dos mejores amigas, viviendo el sueño de toda chica. Son famosas, jóvenes y atractivas actrices que están arrasando en la industria Hollywoodense. Sus películas son taquillas en todos los cines del mundo, pero el problema empieza...