Midnight Memories [TERMINADA] 1D, Logan Lerman, Ian Somerhalder, Sam Claflin.

Capítulo 44

Alice PDV

Arrastré mi maleta por el pasillo del edificio, haciendo un horrible chillido.

-Despertaras a los vecinos de tu ex novio-me retó Robert.

-Cállate-le dije entre risas.

Llegamos hasta el pent-house de Logan, abrí la puerta cuidadosamente, intentando pasar desapercibida. Hice una mueca de desgano al ver el maldito apartamento. Tantos buenos y malos recuerdos. 

Ratifiqué mi idea de volver a Inglaterra.

Entré a mi habitación con Rob a mis espaldas. Dejé la maleta en el suelo y busqué mi pijama en el closet.

-Tu celular está sonando-informó.

Maldecí en voz baja mientras buscaba el infernal aparato en mi JanSport azul. 

-¿Sam?-dije dudosa al contestar.

-¿Cómo llegaste?-preguntó.

-Bien, todo bien, ¿Qué haces aún despierto? Son las cinco de la madrugada.

-Iba a salir con Carrie-relató irritado-. Pero me dejó prácticamente plantado y se fue con Somerhalder a una fiesta, de la cual todavía no llega.

Bostecé.

-¿Y porque la invitaste a salir, Señor Claflin?

Lo puse en altavoz para que Rob pudiera escuchar, y a la vez aproveché de ponerme mi pijama.

Pasaron unos minutos, pero Sam seguía sin responder, lo cual eliminó completamente mi insípida paz interior.

-Para conocerla mejor... viviremos juntos un par de días.

-Estuvo bien que rechazara tu invitación-le dije cansadísima-. Eres un hombre casado, aléjate de ella.

-¡Pero son las cinco de la mañana y aún no llega!-gritó en mi oreja y casi tiro el celular por la ventana.

-Ella es así-resfregué mis ojos-. ¡¿Y por qué debe darte explicaciones de porque sale o no?!

-¿Podría ser porque se está quedando en mi casa?-su voz de enojada no me inmutó-. Siempre supe que sería una mala idea.

-Cálmate, Claflin, y déjala tranquila-pedí-. Quiero dormir, mañana iré a grabar Percy Jackson, así que te agradecería que no interrumpieras mis escasas horas de sueño porque no sabes dónde mierda esta mi mejor amiga. Gracias-le dije rápidamente-. Adiós.

Finalicé la llamada antes de que pudiera responder y dejé el iPhone debajo de mi almohada.

-Eres mi ídola-me dijo Rob cuando se dio cuenta de lo que había hecho-. Iré para que descanses.

-Vale, ¿A qué hora paso por ti?-pregunté riendo junto a él.

-El avión sale a las siete, así que a las seis estaría bien.

-Adiós Pattinson, te quiero-me despedí mientras me acurrucaba en la cama-. ¿Te importaría traerme un vaso de agua antes de irte?

Le sonreí, mostrándole todos mis dientes. Depositó un beso en mi frente antes de partir a la cocina. 

Sin embargo, apenas cruzó la puerta, mis ojos se cerraron involuntariamente, transportándome a un sueño intranquilo.

Carrie PDV

Llegamos a un pub- discoteque, entramos y fuimos casi corriendo a la barra, primero pedí un vodka con tónica e Ian un ron con negra.

Empezamos a bailar descontroladamente. Nos besábamos de vez en cuando, creo que esto de tener una relación con él no sería una mala idea, la paso bien con él y nunca hay silencios incómodos, además era soltero y eso era suficiente para mí.

Luego de no sé cuantos minutos o ¿habrán sido horas? fui al tocador mientras Ian me espera afuera, revisé mi celular y vi las veinticinco llamadas perdidas de Sam en mi celular, me horroricé al verla y se me vinieron muchas imágenes de accidentes o noticias malas sobre Alice o Rob y lo llamé inmediatamente, estaba ebria pero no para dejar pasar esto.

-¡Carrie! ¿Dónde mierda estás? ¡Son las 5:30 de la mañana!- Exclama agitado.

-Primero cálmate, segundo, estoy bien llegaré pronto lo juro, vete a dormir abuelita.

-¿Estás ebria?

-Te veo allá Sam- Corté la llamada.

Salí y seguimos bailando unos segundos más con mi acompañante hasta que ya fue hora de irnos. Baje del auto despidiéndome con un apasionado beso de Somerhalder y me encaminé a mi perdición.

Entré a la casa silenciosamente me saqué las zapatillas para no hacer ruido, iba cruzando el comedor cuando una luz cega mis ojos, Sam estaba sentado en su sillón favorito.

-Estas no son horas de llegar para una señorita- Se veía realmente enojado.

-Llegué más temprano de lo que suelo llegar, solo por ti- Articulé mareada.

-Estás ebria.

-Yo no...- Sentí que mi cuerpo se acercaba al suelo pero unos brazos fuertes alcanzaron a sostenerme.

Su rostro estaba a centímetros del mío y lo único que pensaba era en besarlos aunque sea una vez. Sam me tomó y me fue a dejar a su cama, ya que su habitación estaba era la más cercana, me quitó el vestido y me dejó en ropa interior. Su mirada pasaba por mi rostro, mis pechos luego mi estómago y mis largas piernas. Me sonrojé al darme cuenta de que mordía su labio inferior. 

Sam se acercó a acercó a mí y empezó a besarme el cuello hasta llegar a mis labios, ambos estábamos abrazados besándonos como si no hubiera un mañana, su cuerpo fornido era una extensión del mío. Muchas sensaciones estaban presentes en mi cuerpo, cosa que jamás había sentido con otro hombre. En ese momento me importó una mierda que estuviera casado. Sam estaba despojándose de sus prendas cuando oímos un ruido en la puerta, Laura estaba viéndonos boquiabierta.

Desperté agitada, mi respiración era irregular.

-Car, tranquila estoy aquí- Sam me hacía cariño en la espalda para calmarme, al parecer habíamos dormido juntos, lo malo era que no me acordaba de ninguna mierda y tenía un resaca de los mil Dioses. Estúpido Ian que me hace beber de esa forma.